GOODYEAR, Ariz. -- El torpedero de los Indios de Cleveland Francisco Lindor es una mezcla refrescante de habilidad, velocidad, elocuencia y autoconciencia. Él es demasiado bueno, y lo sabe. Pero a los 21 años, es lo suficientemente maduro para respetar a sus mayores y usar cada día para mejorar como si no tuviese nada seguro y que todo lo que logra se lo debe ganar con trabajo duro.
Es natural que los fanáticos de los Indios aplaudan a rabiar y deseen con todas sus fuerzas que Lindor tenga éxito. Cuando los jugadores veteranos están en sintonía con ese pensamiento, eso dice algo sobre su carácter y comportamiento de una manera que trasciende el alboroto obligatorio sobre un prospecto talentoso.
El jugador del cuadro Mike Aviles, quien ha jugado por siete años en las Grandes Ligas con Kansas City, Boston y los Indios, ha estado alrededor de Lindor durante algún tiempo en las pasadas primaveras, y ha logrado detectar una mezcla de talento y atributos personales que sugieren que Lindor va a estar en los alrededores por mucho tiempo.
"Él es un chico con actitud, con confianza, y eso es bueno", dijo Avilés. "Uno quiere eso. Pero algunas veces, con tanto alboroto a tu alrededor, es bien fácil que eso se te vaya a la cabeza. Pero además él es un chico muy humilde, al punto que nada de eso le afecta. Él está tan dispuesto a aprender y aprecia tanto la información que uno le da, que en realidad es un placer trabajar con él. Él no se cree todo lo que dicen de él - él quiere probar que todo eso es verdad.
"Mientras más estás a su alrededor, más quieres que tenga éxito por lo buena persona que es. Con su actitud, yo quiero que tenga una carrera de 20 años. Se merece todo lo bueno que le pueda pasar".
Lindor es parte de una oleada de cotizados prospectos en el campocorto que incluye a Addison Russell de los Cachorros, Carlos Correa de los Astros, Corey Seager de los Dodgers y J.P. Crawford de los Filis. Tiene puntuación de 70 a la defensiva (escala de 20-80 de los escuchas), corre bien, tira aún mejor, y ha logrado promedio de .278 y porcentaje de embasamiento de .355 en cuatro paradas en liga menor. Los Indios lo promovieron al equipo Triple-A Columbus en julio pasado, y Lindor bateó .273 en 38 juegos a pesar de ser el jugador más joven en la Liga Internacional.
Es difícil no notarlo en la Liga del Cactus. Temprano en los entrenamientos, Lindor se zambulló hacia la meta para ganar una carrera entre los jugadores de posición de Cleveland. En una victoria la semana pasada 4-2 sobre Cincinnati, conectó dos sencillos, se robó un imparable con un salto y manejó un rodado lento con aploo. Incluso demostró algo de poder inesperado al conectar un par de dobletes en la victoria 10-6 sobre los Cachorros a principios de esta semana.
Lindor le da crédito a sus padres por haberlo ayudado a entender la importancia de tener una fuerte ética de trabajo, y dice que sus experiencias en la vida han dado como resultado su imperturbabilidad ante situaciones de estrés. Se mudó de Puerto Rico a Estados Unidos a los 12 años y enfrentó fuerte competencia como adolescente en la Academia Montverde, una escuela privada de internado en Florida. Fue capitán de la escuadra de EEUU que ganó el Campeonato Mundial Juvenil del 2009 en Taiwan.
Lindor trabajó en Florida con el miembro del Salón de la Fama Barry Larkin durante la temporada baja, y los escuchas lo comparan constantemente con el propio Larkin y/o Jimmy Rollins por las herramientas multidimensionales que posee.
Si Lindor comienza la temporada en Columbus mientras José Ramirez se queda con la posición de torpedero en Cleveland - como se espera - pues que así sea. Él está más enfocado en tener un impacto a largo plazo que simplemente llegar a Grandes Ligas.
"Yo estaba más impaciente en Clase A baja que ahora", dijo Lindor. "Yo era joven e ingenuo. Ahora soy más maduro y sé como son las cosas. Esta no es la primera vez que digo, 'Me podrían subir pronto a Grandes Ligas'. Seguro, soy humano y hay cosas que me pasan por la cabeza, pero trato de sacarlas de ahí para seguir haciendo lo que tengo que hacer en el día".
La brújula interna de Lindor le indica que debe mantenerse humilde, que escuche a los veteranos, que absorba sus consejos y que deje que su talento haga el resto. Es una gran forma de que un chico se gane críticas muy favorable en los entrenamientos primaverales.