En días recientes se suscitó un incidente entre el columnista del diario Houston Chronicle, Brian T. Smith, y el pelotero dominicano de los Astros de Houston Carlos Gómez en el cual el periodista -- quizás con todo el propósito del mundo o quizás no -- citó al pelotero literalmente, sabiendo que el inglés es su segundo idioma.
Según se publicó el viernes en ESPNdeportes.com, "en su columna en el Chronicle, publicada la semana pasada, Gómez fue citado diciendo en inglés, "For the last year and this year, I not really do much for this team. The fans be angry. They be disappointed (que en español, se traduciría como "Para el año pasado y este año, yo realmente no hice mucho para este equipo. Los fanáticos están enojados. Ellos están decepcionados".
Muchos, incluyendo a Gómez, creen que la cita se utilizó tal cual buscando hacerlo parecer tonto.
Más allá de la cita, el artículo de Smith estaba claramente inclinado a criticar al jugador por su pobre arranque, bateando para .196 hasta el 13 de mayo, y cuestionar la astucia de la gerencia por hacer un cambio con los Cerveceros de Milwaukee el año pasado para conseguirlo. La columna, en general y no solo la cita, es de "mala onda", especialmente cuando tomamos en cuenta que el resto de las citas estaban redactadas en inglés perfecto. En fin, es obvio que era algo "personal", una dura crítica a un jugador que está pasando por un mal trecho. Pero una cosa es criticar, parte crucial del ejercicio del periodismo, pero otra es insultar.
No conozco a Brian T. Smith, pero en los casi 27 años de trayectoria que tengo en el periodismo deportivo, esta no es la primera vez que me hago esta pregunta: ¿Por qué el periodismo deportivo está tan dominado por los hombres blancos?
En numerosas ocasiones he entrado a camerinos, tanto en la NBA como en MLB, para encontrarme con la escena de decenas de reporteros, todos blancos, haciendo preguntas a deportistas latinos o afro-americanos. A veces, las preguntas son tan condescendientes que ameritan que se analice si en realidad hemos superado las barreras racial y de género en el mundo de los deportes.
Y aparentemente no soy el único. El columnista Dexter Rogers, del portal Colorlines.com, una vez reclamó que el mundo deportivo "está en momentos difíciles porque sigue siendo un bastión de privilegio blanco en el periodismo".
Incidentes como el que Smith está protagonizando con Gómez ponen en relieve las vicisitudes que los deportistas de minoría, y las mujeres, tienen que vivir a diario. Dejemos a un lado los grandes salarios y su celebridad y concentrémonos en el hecho de que son seres humanos, muchos de los cuales vienen de orígenes humildes y han sudado demasiado esfuerzo para verse sometidos a tan increíble falta de respeto.
Al igual que las organizaciones deportivas ofrecen facilidades para los deportistas de minoría, como el caso de MLB que provee traductores, quizás los gremios como la Asociación de Escritores de Béisbol de EEUU (BBWAA, por sus siglas en inglés), podría comenzar a concientizar un poco a sus miembros sobre la necesidad de tener un poco de tacto en esta era en la cual todo tiene que ser "políticamente correcto".
¿Tiene razón Gómez al sentirse insultado? Claro. Vamos a ver si Smith puede contestar preguntas en español. De hecho, esa sería la mejor manera de manejar el asunto en público, pero publicista de Gómez yo no soy.
¿Debe convertirse este incidente en una tormenta mediática? No.
Lo que sí debería ocurrir es un diálogo profundo sobre el panorama cambiante en la etnicidad del deporte estadounidense y como la institución del periodismo deportivo debería estar evolucionando con ello.
Según MLB.com, las plantillas de los equipos de Grandes Ligas en el Día Inaugural este año sumaron 230 jugadores nacidos fuera de los Estados Unidos, la gran mayoría de ellos de América Latina, liderados por República Dominicana (83), Venezuela (65), Cuba (18) y Puerto Rico (13).
No hay razón para sentarse a buscar una justificación para lo que Smith le hizo a Gómez, ni tampoco hay que salir corriendo a linchar al periodista por su obvia ignorancia. Smith tendrá que vivir con lo que hizo y en algún momento se dará cuenta que cuando se le aplica calor al mundo de los malvaviscos, ellos tienden a derretirse.
Mientras tanto, todo los latinos debemos emular la respuesta de Gómez a todo esto, a través de Twitter: "I am confident and proud of who I am".
Eso no hay que traducirlo.