Con diez años de retraso, Yulieski Gurriel está a punto de firmar con un equipo de Grandes Ligas.
Este lunes recibió la aprobación de MLB que lo convierte en agente libre, cuatro meses después de su dudosa ''deserción'' tras la Serie del Caribe disputada en Santo Domingo y ahora las preguntas que muchos se hacen son:
1.- ¿Por cuánto dinero firmará? y 2.- ¿Con qué equipo?
Gurriel es, por mucho, el mejor pelotero que ha salido de la isla en los últimos diez años, jugador completísimo y versátil, defensor de la intermedia y la antesala, bateador de promedio y fuerza, corredor veloz.
Al momento de partir, bateaba para un absurdo average de .500, con promedio de embasamiento de .589, 15 jonrones y 51 carreras impulsadas en 224 comparecencias al plato en la muy disminuida liga cubana.
Es cierto que la calidad del torneo en la isla ha caído en picada, pero sólo él y nadie más consiguió tan exagerados guarismos, prueba de que el certamen doméstico le había quedado muy chiquito.
Ya se probó con éxito además en la exigente liga japonesa y tiene un historial sano, sin lesiones graves en más de diez campañas, a pesar de haber sido sometido a un abusivo trabajo en sus últimos años, en los que casi no tuvo descanso, entre la Serie Nacional cubana, los certámenes internacionales y el propio Japón.
De todos modos, Gurriel es una apuesta no exenta de riesgos, tratándose de un jugador de 32 años, a quien le quedarían a lo sumo, cinco campañas útiles.
Además, por muy probado que esté Gurriel en Cuba, en Japón y en las Series del Caribe, el nivel que enfrentará en las Mayores es infinitamente superior al que haya visto alguna vez en su vida.
Y no me refiero a los pitchers de Grandes Ligas que eventualmente haya confrontado en los Clásicos Mundiales, sino a que cada día, durante 162 juegos, tendrá tiradores de élite, tanto abridores, como relevistas.
Fuentes de Wasserman Media Group, la agencia que representa los intereses de Yulieski Gurriel, confirmaron a ESPNDeportes digital que la empresa ha preparado un expediente completísimo, que incluye tres revisiones médicas para descartar cualquier padecimiento que pueda afectar su futuro rendimiento.
Esas mismas fuentes aseguran que Gurriel firmará con el equipo que más dinero le ofrezca y la compañía está preparada para buscar un contrato no menor de 60 millones de dólares o incluso mayor que el de 72.5 millones que los Medias Rojas de Boston le dieron a Rusney Castillo.
Pero no llegaría a los 100 millones como se especuló alguna vez, sobre todo después de que Dodgers de Los Ángeles le dieran 62.5 millones a Héctor Olivera a sus 30 años de edad.
En los últimos días, Gurriel ha publicado fotos en las redes sociales en las que se le ve en el Yankee Stadium, lo cual ha desatado de inmediato especulaciones sobre la posibilidad de pactar con los Mulos de Manhattan.
Particularmente no lo creo. Los Yankees de Nueva York están en modo limpieza y antes de volver a gastar dinero a manos llenas deben salir de malos contratos, como los de Alex Rodríguez y Mark Teixeira, que pesan más que un piano.
¿Los Dodgers? Hmmmm. El equipo de Los Ángeles ha hecho últimamente muchos negocios con peloteros cubanos y casi todos les han salido mal, desde Erisbel Arruebarruena y Olivera, hasta Pablo Millán Fernández y Alexander Guerrero, aunque esa gerencia parece una aspiradora que chupa todo lo que le pase por el lado, sin mirar gastos.
Los Astros de Houston y los Bravos de Atlanta no son malas opciones, por tratarse de equipos en renovación, que necesitan figuras de experiencia que se combinen con sus nuevos talentos.
Pero sea con el que sea, buena suerte y salud en su verdadera prueba de fuego. El talento lo tiene.