Los Azulejos de Toronto del 2019 serán uno de los equipos más intrigantes y divertidos de ver.
Quizás no consigan competir en una división que cuenta con los campeones Medias Rojas de Boston, los siempre poderosos Yankees de Nueva York y los increíbles Rays de Tampa Bay.
Pero una novena que contará con varios de los mejores prospectos de todo el béisbol tendrá sobre sí los focos de atención de medio mundo, para ver cómo se van desarrollando esos muchachos de cara a convertirse en una fuerza competitiva en un futuro bastante inmediato.
Toronto también estará estrenando manager, el puertorriqueño Charlie Montoyo, quien nunca ha dirigido en Grandes Ligas, como ocurrió este año con su compatriota Alex Cora, quien ganó la Serie Mundial con los Medias Rojas.
Los Azulejos tienen una pieza que ya no encaja en el proyecto, pero que deberán cargar por dos años más: el veterano torpedero Troy Tulowitzki, de 34 años, quien apenas jugó en 66 partidos en el 2017 y se perdió la temporada completa del 2018 después de la cirugía para extirparle espolones óseos en ambos talones.
Tulowitzki ganará 20 millones de dólares en el 2019 y 14 millones en el 2020. En 12 años de carrera, solamente en seis ha podido participar en más de 100 juegos.
Su edad, alto salario y fragilidad hacen imposible cualquier posibilidad de cambio a otro equipo y de estar saludable, el único hueco posible sería como bateador designado.
Entonces, si yo fuera el gerente general de los Azulejos...
1.- Buscaría un as para encabezar la rotación abridora
En el papel, la rotación de Toronto no es de las peores del béisbol.
Aaron Sánchez y Marcus Stroman, si están saludables, son dos lanzadores confiables, mientras que el zurdo Thomas Pannone mostró credenciales en su año de novato y ocuparía un lugar entre los abridores.
El prometedor derecho Julian Merryweather, adquirido por los Azulejos en el canje con los Indios de Cleveland, podría finalmente hacer su debut en la Gran Carpa, tras perderse el 2018 por una cirugía Tommy John, pero sigue faltando ese líder, ese número uno que habría que buscarlo, ya en el mercado de agentes libres (Dallas Keuchel o el propio J.A. Happ), o por la vía de canjes.
2.- Canjearía a Kendrys Morales y a Brandon Drury
Si Tulowitzki está saludable, debería ocupar el papel de bateador designado que tiene el cubano Kendrys Morales.
Uno de los mejores bateadores ambidextros del béisbol, Morales, de 36 años, sigue siendo un hombre que puede mantener una producción sólida sobre los 25 cuadrangulares y las 80 carreras remolcadas.
Tuvo un lento inicio de campaña en el 2018 por problemas visuales, pero una vez que los resolvió, regresó a su ritmo habitual.
Su bate sería bienvenido en más de un equipo de la Liga Americana, necesitado de poder ofensivo y por un precio relativamente bajo.
Y Brandon Drury, un antesalista de 26 años, es un pelotero que aún no llegó a su pico de rendimiento y puede resultar atractivo a partir de la segunda mitad de abril, cuando finalmente sea llamado a filas Vladimir Guerrero Jr, quien se unirá a una constelación de figuras en ascenso como el cubano Lourdes Gurriel, Billy McKinney y el dominicano Teoscar Hernández.
3.- Buscaría un cerrador
Ken Giles terminó el 2018 como el cerrador de Toronto, a donde llegó procedente de Houston en canje por el mexicano Roberto Osuna.
Pero aunque Giles salvó 26 partidos el año pasado entre los Astros y los Azulejos, sin desperdiciar ninguna oportunidad, es un hombre que recibe muchos batazos y permite demasiadas carreras, al punto de trabajar para una efectividad de 4.65, con récord de 0-3.
Los Yankees quieren firmar de regreso a Dave Robertson, pero este ha dicho que hará lo que sea mejor para su familia.
En Toronto podría ser cerrador, plaza que ocupó en Nueva York en el 2014, cuando se lesionó el gran Mariano Rivera, lo cual le abrió las puertas a jugar un rol similar con los Medias Blancas en los tres años siguientes, mientras que con los Yankees sería un relevista intermedio.