Los organizadores aquí en Viena obviamente aprenden rápido.
Tras el fiasco del subte el primer día de juego --el partido entre Austria y Croacia-- realmente encendieron la llama tan maravillosamente que el segundo partido, Austria vs. Polonia, fue un encanto. Las líneas del subte se llenaron eficientemente, la gente se manejó bien. Todo salió de maravillas.
Bravissimi a los organizadores a cargo de las mejoras en tan poco tiempo.
También estoy impresionado por como los anuncios realizados antes, durante y después de los partidos se hacen en inglés y en el idioma de los equipos que juegan: con lo que en griego y ruso en el partido de ayer por la noche en Salzburgo, en español y suizo ayer por la noche en Innsbruck, y en polaco y alemán en Viena.
La atmósfera del partido de Austria vs. Polonia fue increíble: La mitad del estadio lleno de polacos, la otra mitad de Austríacos.
Queda claro que el torneo es completamente dominado por las nacionalidades de los equipos que están en acción: En Salzburgo eran todos griegos y rusos, en Innsbruck todos españoles y suizos. Se ve que hay pocos neutrales interesados en asistir a los partidos. Las llamadas 'zonas de fans' en las ciudades suizas de Zurich, Basel y Bern están desiertas porque los suizos están fuera del torneo. Su partido de hoy por la noche contra Portugal es insignificante. Si alguien asistiera a estas ciudades y eventos se preguntarían: ¿Dónde queda Europa? ¿Qué es Europa? Especialmente tras la debacle de la votación Pro-Europa este jueves pasado en Irlanda, es totalmente evidente que mientras Europa y la Unión Europea con construcciones burocráticas, económicas y hasta políticas, ciertamente no se las encuentra en los corazones y mentes de las almas de los europeos que andan por la calle. No hay un solo europeo en este torneo.
Banderas nacionales por todas partes, se gritan los himnos naciones en los estadios. Esta obligación de cantar el himno nacional es algo muy nuevo en el mundo internacional del fútbol. Se que Franz Beckenbauer demandó que en la Copa del Mundo de 1990 su equipo cante el himno. ¿Pero desde cuando esto se convirtió en una tendencia? ¿Y porque una obligación?
Austria recibió un empate del árbitro inglés Webb quien ahora debería ser un ciudadano honorario de Austria.
Austria estaba muerta en tiempo suplementario cuando un defensor polaco estaba tironeando de un delantero austríaco en la penalty box. Este tipo de comportamiento se ha vuelto mandatario en el fútbol los últimos cinco años. Que sea buena o malo es otra cosa totalmente distinta, pero se ha vuelto una norma en el juego.
Y entonces marcar una falta en los últimos dos minutos de un partido crucial y darle al equipo local una penalidad, y entonces un empate y al menos la esperanza de permanecer en el torneo es algo realmente preocupante a mi forma de ver.
En todo caso esto destaca cuan aleatorio y cuan arbitrario es el arbitraje en los deportes. Ahora claramente, en parte esto siempre seguirá siendo asi porque –gracias a Dios—estos partidos siguen siendo manejados por seres humano y no por máquinas. Pero de todas maneras, la FIFA y la UEFA podrían invertir tiempo para reducir los errores más burdos.
Pero simplemente no entiendo porque hoy algunas llamadas offside que definen un partido --como el sábado por la noche en el partido entre Rusia y Grecia en donde un sólido y perfecto gol de los griegos fue anulado a causa de una supuesta violación offside-- no puedan estar sujetas a revisión. Este procedimiento no anularía la autoridad de los árbitros, sólo aportaría la claridad que no existe. Ni siquiera se podría argumentar contra el tiempo que se necesitaría para analizarlas. Entonces debería haber algún tipo de sistema que analice las faltas para aumentar la veracidad de las mismas. Los árbitros y sus asistentes deberían trabajar conjuntamente para mejorar el sistema.
¿Y si son ellos mismos los que lo hacen, porque perderían autoridad y respeto a los ojos de los jugadores y espectadores? En este caso sería todo lo contrario. El mundo del arbitraje sería legitimado y validado.
Una reforma más merecedora de discusión: Estos jugadores son tan buenos, tan atléticos, tan rápidos y la cancha es tan grande que un solo árbitro con dos asistentes no es suficiente para abarcar lo que sucede en todo el campo. ¿Por qué no introducir un segundo árbitro y que cada uno se ocupe de una mitad de la cancha?
Sólo unos puntos para meditar ya que creo que hay muchos problemas en el sistema de arbitraje actual.
Último punto: Escuchando en la televisión a los comentadores alemanes, austríacos y suizos ayer por la noche, quedó tan claro cuan deleitados estaban de que los griegos hubieran sido eliminados del torneo. Básicamente quedó en claro que estos expertos nunca tomaron en serio el campeonato de los griegos del 2004, que nunca tomaron en serio a los jugadores griegos y que tomaron la situación como una farsa y se sintieron deleitados de que finalmente los griegos llegaran a donde realmente pertenecían: al fondo del fútbol europeo en lugar de a la cima.