El futuro para Teófimo López es brillante, se mantiene invicto, es campeón unificado de los pesos ligeros un sueño para cualquiera y lo consiguió a los 23 años
LAS ESTADÍSTICAS EN EL BOXEO…
Antes de hablar del gran triunfo de Teófimo López el pasado sábado en Las Vegas, sería prudente establecer dos puntos de conversación y análisis que nos ayudarán a entender que ocurre con las estadísticas en el boxeo y el tema jueceo, tarjetas y parámetros que tantos dolores de cabeza causan a todo el mundo.
Tristemente, las estadísticas actuales en el boxeo, solo ayudan para entender quién tuvo más actividad, porque para nada demuestran o plasman en una gráfica numérica quien tuvo más éxito en su respectivo plan, sea conservador o propositivo.
Ejemplo, el peleador “A” tira cien golpes de poder (todos aquellos que no sean jabs) en un round, pero falla la mitad y 48 de los 50 que restaban terminan siendo bloqueados por la guardia del rival, es decir, no llegaron de manera limpia a la humanidad del contrario y por lo tanto no hubo daño. Compubox y demás empresas que proveen el servicio de estadísticas no aclaran esta situación.
Solo dicen, golpes tirados, golpes conectados. Y eso no es del todo cierto; el bloquear un golpe quiere decir que el que termina haciendo buen trabajo es el que está a la defensiva en ese momento, sin embargo la estadística termina premiando al que tiró el golpe.
De acuerdo al ejemplo anterior, el peleador “A” a la ofensiva logró meter dos impactos limpios y claros al cuerpo del rival, sea cabeza o abdomen; y el peleador “B” quizás responda con 50 golpes tirados, fallando 20, 10 bloqueados y 20 aterrizados en la humanidad del contrario de manera limpia; es decir, “A” no fue efectivo, “B” conectó más al final, a pesar de tirar menos o de tener una menor actividad combativa en comparación al rival.
Por ello es tan difícil ponerse de acuerdo en el boxeo, no se entienden los parámetros de calificación. Los jueces pueden tener predilección por ciertos estilos y las estadísticas tampoco revelan verdad en los números.
Hay jueces que para determinar el rumbo de un round apretado, van con la imposición de estilo como diferenciador; hay quienes van con la combatividad, y otros prefieren defensa o efectividad (tirar poco, conectar más) algunos otros prefieren el golpe más sólido del episodio, pero eso es completa potestad de quienes llevan la tarjeta oficial.
Hablamos de esto porque el sábado, otra vez se presentó un fallo polémico en Las Vegas, mientras unos piensan que el combate fue cerrado, otros creen que fue de un solo lado. Los jueces dieron tarjetas abiertas, algunas extremadamente abiertas como la de Julie Lederman quien vio ganar a Teófimo López 119-109, es decir, 11 rounds vs 1, a todas luces, ridículo y fuera de lugar.
En mi particular punto de vista, Lomachenko ganó los rounds 2, 7, 8, 9, 10 y 11. Ganaba el 12 y lo perdió en el último minuto. El veterano ucraniano ganó esos rounds con autoridad, vapuleando feo a López del 8 al 10. Teófimo ganaba sus rounds en la primera mitad del combate, por ir hacia al frente, conectar uno que otro golpe abajo, por comandar el ritmo de la pelea, pero en realidad se le daban los rounds por la inactividad de Lomachenko.
Si usted pone atención y revisa cuidadosamente el combate, se dará cuenta que, ¡el primer golpe claro al rostro de Lomachenko, llega hasta el 8º round! No se le resta ningún mérito al hondureño, al contrario, Teófimo no tiene la culpa del pésimo desempeño de Lomachenko en la primera mitad del combate donde corrió y huyó de los intercambios. López sacó provecho de su mayor talla, peso y alcance, hizo una buena pelea y terminó quedándose con una decisión que le permitió unificar la división de peso ligero.
Los pronósticos favorecían a Lomachenko (incluido el mío), pero pocos hubieran podido anticipar que regalaría la primera mitad. Eso no estaba en el script. Lomachenko quizás sintió la fortaleza de Teófimo y decidió correr hasta que fuera disminuyendo la peligrosidad de López con el paso de los rounds.
Me sigue dando la impresión de que a pesar del pobre desempeño del veterano en la primera mitad de la pelea, le alcanzaba para disputar un empate o decisión cerrada a favor o en contra; Lomachenko probó que cuando cambió el ritmo, atacó y soltó sus manos, ganó esos rounds con holgura y hasta lastimando a su rival, lamentablemente se decidió muy tarde y ya había sido castigado por los jueces.
En las últimas horas se ha confirmado por parte de Steve Kim de ESPN, que Lomachenko fue operado del hombro derecho, que había estado lastimado en el campamento, que había recibido dos inyecciones para sobrellevar el dolor y que su situación se agravó en el segundo round. Entiendo todo ello, pero, ¿si estás lastimado para que peleas? Más vale posponerla y estar al cien, que hacer un ridículo internacional o hacer que mucha gente pierda su dinero.
Todo lo que pasó es culpa de Lomachenko y su equipo, de nadie más. Teófimo hizo lo suyo, aprovechó sus condiciones y terminó ganando todos los títulos.
Enhorabuena para Teófimo, quien representa la nueva sangre del boxeo, ¡felicidades para él, para su Sr. padre que hizo buen trabajo arriba y abajo del ring y felicidades para Honduras!
Teófimo rompió los pronósticos, sabíamos que podía ganar por KO, pero estaba más difícil por puntos y de cualquier manera lo logró. No estaría mal una revancha en plenitud de ambos, pero, al no existir la cláusula, Teófimo se puede mover a súper ligero y Lomachenko regresar a súper pluma.
El futuro para Teófimo López es brillante, se mantiene invicto, es campeón unificado de los pesos ligeros un sueño para cualquiera y lo consiguió a los 23 años, además ingresó para muchos al top ten libra por libra; parece iniciar una carrera que pudiera terminar con varios títulos en diferentes divisiones pero, paso a paso y poco a poco. El muchacho es especial y va a seguir creciendo, no hay duda.