El Atlético de Madrid cerró este fin de semana una de sus “peores” temporadas bajo el mandato de Diego Pablo Simeone. Sin embargo, las comillas en “peores”, tienen una mezcla de veracidad y de ironía.
Hay contextualizar cómo estaba el Atleti antes de la llegada del Cholo. Los colchoneros eran un barco sin rumbo que navegaba en aguas no muy claras que, en un año bueno, les alcanzaba para meterse en Champions League y gracias. Entre el caos de entrenadores y el baile de jugadores anuales era imposible mantener un proyecto sólido y constante.