Lo mínimo que se puede decir de la unidad defensiva de Cowboys, es que es destacada, pero en 2023 pretender dar el salto y ser la mejor de la liga
OXNARD, Calif. – Jeyron Kearse no lo dejará ir.
Mientras el segundoequipo ofensivo de los Dallas Cowboys y la defensiva practicaban en sábado, el profundo discutía con Dak Prescott el pase de anotación a CeeDee Lamb contra el primer equipo defensivo. Cuando Prescott iba de un lado a otro, Kearse lo seguía
“Siempre estoy hablando duro”, señaló Kearse. “Los muchachos lo escuchan y los muchachos hablan de vuelta… solo es competitividad continua y que seguirá a lo largo de este campo de entrenamiento”.
Las ‘habladurías’ de Kearse se referían al deseo de la defensiva de no conceder ni un centímetro, ni se diga una anotación.
En 2023, muchas de las cuestiones sobre los Cowboys se centran en su ofensiva con el entrenador en jefe Mike McCarthy tomando las riendas de las jugadas, el equipo ya sin Ezekiel Elliott, la reducción de intercepciones a Prescott (empatado con la mayor cantidad en la liga en 2022 con 15), y la salud de la línea ofensiva.
La defensiva mantuvo a cada elemento clave que dejó el año pasado a la unidad como quinta en la NFL en puntos permitidos por partido (20.1), lideró la liga en robos (23) y empatada en tercer lugar en capturas (54). Y añadieron al esquinero Stephon Gilmore en un canje con los Indianapolis Colts y el tackle defensivo Mazi Smith en la primera ronda del draft.
“Tenemos una plantilla fuerte”, resaltó el ala defensiva DeMarcus Lawrence. “Nuestra unidad es tremenda en su trabajo. Definitivamente tendremos confianza con los halcones y cazadores de cabezas que tenemos en nuestra defensiva”.
Solo porque el año pasado fuese exitoso defensivamente –no permitieron más de 19 puntos en cada uno de los primeros cinco juegos y en seis de los primeros siete—no significa que este año serán igual de exitosos o mejores. Hay un reinicio, pese a la continuidad del personal.
“Volvemos a la página 1 del libro de jugadas”, enfatizó McCarthy.
A lo largo del invierno, el coordinador defensivo Dan Quinn miró el 30 for 30 de ESPN, ‘Bullies of Baltimore’ sobre los Ravens del 2000, una de las unidades más dominantes en la historia de la NFL. Cuando terminó, Quinn llamó al coordinador defensivo Marvin Lewis para preguntar qué cambió de un año al otro.
En 1999, los Ravens permitieron 20 pases de anotación. En 2000, lo limitaron a 11.
“Un número drástico”, señaló Quinn.
Quinn era el coordinador defensivo de la “Legion of Boom” de los Seattle Seahawks en 2013-14. En dos años, Seattle permitió la mejor cantidad de yardas (270.4), puntos (15.2) y yardas aéreas (178.8) por juego.
“No es que haya algo ‘único’, pero diría, ante todo, que los mejores defensivos, uno, son usualmente muy buenos tacleadores y chicos que realmente cazan muy bien el balón porque si tienes esas dos partes bien, limitarás las jugadas explosivas”, analizó Quinn, “y luego obviamente con los robos te llevar las oportunidades de anotar o anotarás tú mismo”.
Quinn tiene jugadores de Pro Bowl en todos los niveles con Lawrence, Micah Parsons y el esquinero Trevon Diggs. El apoyador Leighton Vander Esch y Gilmore han sido Pro Bowlers. En Kearse, Malik Hooker y Donovan Wilson, tiene tres profundos que pueden aportar versatilidad a la defensiva. La línea defensiva es tan profunda como cualquiera que hayan tenido los Cowboys desde sus días en el Super Bowl.
“Cada uno (de las grandes defensivas) probablemente tenían su propia identidad y diría que la nuestra es probablemente más flexible y ajustable que la mayoría de las defensivas de las que he sido parte”, dijo Quinn. “Podemos poner a algunos muchachos en diferentes roles en función de todas las habilidades que pueden hacer. Apenas estamos comenzando (pero) las características están ahí para jugar una defensa realmente excepcional”.
A inicios del campamento, Dak Prescott se dio cuenta. Si bien la presión ha sido una constante, aunque debe tenerse en cuenta que el guardia derecho All-Pro Zack Martin no ha practicado, la cobertura en ocasiones ha hecho que Prescott dude.
“Se comunican bien. Y creo que ahí es donde comienza. Conocen la jugada”, dijo Prescott. “Se sienten confiados con la decisión de DQ. Se sienten confiados con el hombre a su lado haciendo su trabajo y eso les permite jugar rápido. Eso hará que sea difícil para cualquier ofensiva. Pero es genial para nosotros poder ir contra ellos todos los días: es hierro que afila hierro".
Micah Parsons, quien terminó segundo en la votación del Jugador Defensivo del Año en cada una de sus dos primeras temporadas, cree que la defensiva de los Cowboys puede saltar a otro nivel.
“Una defensa de élite es desinteresada, desinteresada, (tiene una) magnitud de esfuerzo, implacabilidad, determinación, preparación de élite”, expresó Parsons. “Solo la determinación de cambiar el juego y comprender cualquier circunstancia, ya sea que se trate de equipos especiales que se están equivocando, podría ser la ofensiva que se está equivocando, es solo conocer tu papel en este equipo y dónde te alineas y saber todo lo que puede pasar”.
“Creo que esta defensiva puede estar a la altura de la gran defensa de los 49ers. Creo que podemos estar a la altura de la defensiva [del miembro del Salón de la Fama] Ray Lewis. Creo que podemos estar a la altura de ‘Legion of Boom’, solo con el talento que tenemos y los veteranos mezclados con los jóvenes, la experiencia que todos tenemos”.