El partido de este sábado entre los Gators de la Universidad de Florida y los Tigers de LSU fue suspendido “por tiempo indefinido” este jueves ante la inminente llegada del Huracán Matthew y la presión política que rodeaba al evento. El juego se iba a disputar el sábado al mediodía en la ciudad de Gainesville, ubicada al norte de Florida
El huracán era un Categoría 4 el jueves por la tarde y estaba por llegar al Sur de la Florida antes de proseguir hacia el norte el viernes y sábado, según los pronósticos.
“El desarrollo del huracán durante las últimas 24 horas, la magnitud que se proyecta que tendrá y las consecuencias desconocidas de esta tormenta han resultado en la decisión de buscar otra fecha para el partido”, Greg Sankey, comisionado de la Conferencia Sudeste a la que pertenecen ambos equipos, declaró este jueves.
Dicha fecha alterna aún no ha sido dada a conocer.
“Debemos ser sensibles con la posible alteración inminente del estado de la Florida, y en particular la zona de Gainesville y las que lo rodean”, opinó Sankey.
La decisión de Sankey llegó horas después de que David Vitter, senador de Louisiana, le haya escrito una carta al gobernador de la Florida Rick Scott pidiendo que se mude o suspenda el partido citando el gran daño que el Huracán Katrina hizo en Nueva Orleans hace 11 años.
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— Ross Dellenger (@RossDellenger) October 6, 2016
Los Gators pasan por un buen momento con una marca de 4-1 y el decimoctavo lugar en los rankings nacionales, mientras que LSU ganó por 42-7 ante Missouri en su primer partido sin Les Miles como entrenador.
La Universidad de Central Florida también canceló su choque con Tulsa en Orlando. Por otro lado, el clásico entre Florida State y Miami sigue en pie por el momento y la Universidad de Carolina del Norte no tiene pensado aplazar su choque de conferencia contra Virginia Tech. Florida Atlantic, ubicada en Boca Ratón, optó por pasar su encuentro con Charlotte del sábado al domingo.
En la NFL, el juego entre los Miami Dolphins y los Tennessee Titans sigue en pie para jugarse en la cancha de los Dolphins.
Mike Mularkey, entrenador en jefe de los Titans, había dicho el martes en su show de radio que había “una pequeña chance” de que el compromiso se mude a Nashville.