Recuerdo alguna vez escuchar un refrán que decía, "los ricos cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres". Igual y salió en alguna novela. La verdad no recuerdo con certeza, pero en eso pensé el lunes cuando escuché algunos de los canjes que se hicieron antes de la fecha límite el martes a las 4 p.m., tiempo del Este.
El primero fue el cambio de Jimmy Garoppolo de Pats a 49ers. Esta decisión afecta a varios equipos y jugadores. Todo empezó con el despido de Brian Hoyer quien tuvo su enésima oportunidad de establecerse como titular y la desperdició. Si no destacó en el sistema de Kyle Shanahan, dudo que lo haga en algún otro sistema.
Los Pats recibieron una selección de segunda ronda para el próximo draft. Hay quien piensa que de haber esperado hasta el final de la temporada hubieran podido pedir una de primera, pero no estoy de acuerdo. Jimmy está en su último año. La directiva podría hacerlo jugador franquicia o darle la etiqueta de transición. Ambas opciones habrían sido muy caras y fuera del presupuesto de Pats. Firmarlo como agente libre habría sido carísimo y todavía sería suplente de Brady. Los Pats obtuvieron algo por él y una de segunda vuelta no es nada despreciable.
¿Cuándo debutará Jimmy G? El sistema de Shanahan tarda en asimilarse, pero una vez que lo domina un quarterback es muy efectivo y favorable. Lo vimos con Matt Ryan que batalló en 2015, pero que se convirtió en el Jugador Más Valioso de la NFL en el 2016. Estimo que serán tres o cuatro semanas antes de que Jimmy asimile lo indispensable para jugar, pero aun así, el repertorio estará limitado.
Lo interesante pasa del lado de San Francisco y otros equipos. De primera instancia, nos olvidamos de la posibilidad de que Kirk Cousins se reúna con Shanahan. Ya no tiene sentido considerarlo. Cousins pide mucho dinero, pero hasta el momento sus bonos han bajado de precio por su desempeño en partidos importantes. Dudo que San Francisco seleccione a un quarterback en el próximo draft, lo cual nos hace pensar que Cleveland, después de haber errado al ignorar a Carson Wentz y Deshaun Watson, seguro lo hará.
Candidatos podrían ser Sam Darnold de USC, Josh Rosen de UCLA, Josh Allen de Wyoming o Mason Rudolph de Oklahoma State. Rudolph es el único en su temporada senior. Otros equipos en la lista del draft serían los Gigantes e Indianapolis. Sería interesante ver qué decisión toman respecto a Eli Manning, ya entrado en años y Andrew Luck, con incertidumbre respecto a la lesión de su hombro. Otros con urgencia de quarterbacks son Jets, Miami, Jacksonville, Denver, y Arizona. Washington podría estar en la lista si se va Cousins y los Pats empezarían a buscar y desarrollar al substituto de Brady.
El otro canje del lunes fue Duane Brown por Jeremy Lane, una quinta en 2018 y una segunda en 2019. Lane no pasó su examen físico. Ahora será Brown y quinta ronda en el 2018, y Houston recibirá una tercera en 2018, y la segunda en 2019. A corto plazo y superficialmente, este se vería como un canje desfavorable para Houston.
Tackles izquierdos de Pro Bowl son casi tan difíciles de encontrar como quarterbacks. La realidad es que Brown no estaba contento en Houston. Para empezar, no se reportó por siete semanas por razones personales que incluyen no estar satisfecho con su contrato. Fue también de los jugadores que manifestó su molestia por los comentarios del dueño Bob McNair. De este tema profundizaré más adelante. Brown es un líder de vestidor, pero si está disconforme, podría ser contraproducente su presencia. Además, Houston tiene que crear espacio en la nómina para quizás extender el acuerdo de Jadeveon Clowney.
La línea ofensiva de los Texanos es de las peores de la NFL. Un Brown motivado y con actitud positiva habría ayudado, pero dudo que tenga una u otra. Seattle obtiene a un buen tackle izquierdo, que llega a la novena semana prácticamente totalmente fresco y listo para el cierre de temporada.
Otro equipo que se reforzó fue Philadelphia al obtener a Jay Ajayi de Miami por una selección de cuarta ronda. Esto es o un atraco en despoblado o una señal de que Adam Gase no quería a Ajayi. Jay es un corredor explosivo el cual esta temporada había decepcionado. No tuvo touchdown y promedió sólo 3.4 yardas por acarreo en siete partidos. Tiene el potencial para dominar partidos. Posiblemente en Philadelphia lo haga con un buen quarterback y con una línea ofensiva de buen nivel.
Más urgente para Philadelphia era conseguir un tackle izquierdo. Es alarmante la manera como defensiva rivales han castigado a Carson Wentz las últimas semanas. Ha sufrido tres capturas en cada uno de sus últimos tres partidos y esto no incluye los golpes que recibió antes de lanzar y en los acarreos que tuvo. Poco a poco estos golpes merman a un jugador. También hay que considerar el impacto de la llegada de Ajayi en el vestidor. LeGarrette Blount estaba jugando bien, pero su efectividad bajó en los últimos dos partidos contra Washington y San Francisco.
La directiva que en mi opinión se está llevando el primer lugar este año es la de Buffalo. El gerente general es Brandon Beane quien tomó el lugar de Doug Whaley quien fue despedido el 30 de abril. Beane viene de Carolina al igual que Sean McDermott, el entrenador en jefe. Tomó decisiones difíciles y que fueron controversiales. Optó por no renovar a Stephon Gilmore y a Zach Brown, a pesar de que ambos fueron productivos. Hizo canjes para deshacerse de Sammy Watkins, Ronald Darby y Marcell Dareus, y no igualó la oferta de Pats a Mike Gillislee. En el transcurso de terminar esta nota me enteré que obtuvieron a Kelvin Benjamin de Carolina por una selección de tercera y una de séptima ronda del draft de 2018.
Resumiendo: Buffalo está en primer lugar de su división empatado con Pats. Tienen la defensiva N° 25 de la NFL en yardas permitidas, pero la N°3 en puntos. Ahora reciben a un receptor que Beane conoce bien y que será una opción más para un juego aéreo que busca complementar a un excelente ataque terrestre. ¿Y para 2018? Después del canje de Benjamin tendrán dos de primera ronda, dos de segunda, una de tercera, cuarta, quinta y sexta. Como dice McDermott, su objetivo este año era cambiar una cultura perdedora, lo han logrado, y establecer los cimientos para tener éxito a largo plazo en el futuro. En este momento serían el N° 5 sembrado en la AFC para los playoffs. McDermott y Beane eran amigos en Carolina y por lo visto, la relación de trabajo es excelente y está siendo productiva.
Después de ver el "Monday Night Football" entre Denver y Kansas City reafirmé mi opinión de que John Elway erró en la contratación de Vance Joseph como su entrenador en jefe. Joseph fue buen asistente con varias franquicias: San Francisco, Houston, Cincinnati y Miami. Fue coordinador defensivo sólo un año con los Delfines y tuvo resultados mixtos. Entrevistó por el puesto de entrenador en jefe con Denver en 2015 y causó buena impresión al grado que buscaron contratarlo como coordinador defensivo, movimiento que bloqueó Cincinnati. No tiene experiencia con entrenadores en jefe trascendentales. Estuvo con Mike Nolan y Mike Singletary en SF, Gary Kubiak en Houston, Marvin Lewis en Cincy y Adam Gase en Miami. Todos ellos buenos entrenadores, pero no del nivel de Bill Walsh, Bill Parcells, Tony Dungy y Mike Holmgren quienes dejaron árboles genealógicos impresionantes.
Siempre he pensado que para seleccionar a un head coach, hay que ver quiénes fueron sus influencias y el éxito que estas tuvieron. Anoche Joseph quedó a deber con sus decisiones. La primera fue dejar a Trevor Siemian en el partido. Era claro que no estaba en su noche. Igual y Brock Osweiler se ha visto mal durante las prácticas, pero si está peor que Simien, ¿por qué lo tienen en el plantel todavía? Aunque Joseph delega a sus coordinadores, fue claro que el plan ofensivo fue deficiente. Denver pudo correr cuando quiso contra KC, pero con el marcador a 10 puntos y tiempo suficiente en el partido, optaron por pasar. Joseph puede delegar, pero hay momentos que tiene que influir en la toma de decisiones de un coordinador si ve algo que no está dando resultados. La peor decisión fue jugársela en cuarta oportunidad en su propio territorio faltando poco más de 10 minutos y perdiendo por 10 puntos. Entendería la decisión si la defensiva de Denver estuviera jugando mal, pero estaban dando un gran partido. Elway tendrá que tomar decisiones difíciles respecto a Joseph próximamente.
Finalmente, mencioné el tema de Bob McNair. Hace unos días se hicieron públicos sus comentarios en la última junta de dueños cuando dijo que "No podían dejar que los reclusos manejaran la prisión". El dicho en inglés al que hizo alusión es "no dejar que los pacientes administren el manicomio", el cual se usa para criticar a supervisores que no ejercen su autoridad. Conozco a Bob McNair. No es mala persona. Su hijo Cal, quien se hará cargo del equipo, fue compañero mío en la Universidad de Texas. En varias ocasiones le ayudé con su tarea de cálculo. Tampoco es mala persona. Ambos reflejan la actitud de los dueños de la NFL de que son ellos, no los jugadores, los que son la NFL. En la manera de pensar de los dueños, jugadores van y vienen, pero que los ellos permanecen y son los responsables del éxito de la liga.
¿Alguien va al Salón de la Fama a ver lo que hicieron los dueños? No estoy de acuerdo con las demostraciones de los jugadores. Tengo mucho respeto y cariño para los Estados Unidos para no escuchar en atención y con respeto a su himno nacional enfrente de su bandera. Lo mismo va para otros países del mundo cuyos himnos he escuchado en partidos internacionales. También respeto el derecho de los jugadores de protestar que les da la Constitución de los Estados Unidos. Hasta el momento, no veo que dichas protestas estén dando resultado. Al contrario, están creando más divisiones. La injusticia social y la discriminación son abominables. La solución para la NFL y los jugadores es crear un movimiento en cada ciudad en la que cada dueño y sus jugadores colaboren con las autoridades locales para establecer un diálogo y crear programas de ayuda y concientización civil.
Sin más, ¡rumbo a Minnesota!