En la NFL suele haber un tipo de maldición en la que los designados como Jugador Ofensivo del Año o Jugador Defensivo del Año no suelen levantar el Trofeo Vince Lombardi en la misma temporada. Uno de los casos más recientes fue el de Matt Ryan, quien estuvo cerca de coronarse campeón precisamente ante los New England Patriots, pero el destino fue caprichoso y le cerró la puerta en la cara.
Hoy, a sólo unos cuantos días de un nuevo Super Bowl, el tackle defensivo Aaron Donald busca romper con esta 'tendencia' pese a que será hasta el sábado cuando se haga de forma oficial su nombramiento consecutivo como Jugador Defensivo del Año después de una temporada con 20.5 capturas y convirtiéndose, una vez más, en pieza indispensable para los esquemas que plantea Wade Phillips.
El egresado de Pittsburgh demostró su valía desde la primer campaña con los Rams --aún en St. Louis-- (2014) cuando fue reconocido como Novato Defensivo del Año y desde entonces se ha constituido, para algunos, como el jugador más completo de toda la liga, algo que Sean McVay secundó en su intervención con los medios de comunicación.
"Cuando ves la producción que tiene es simplemente increíble. No hay nada que no pueda hacer en términos de deshacer un plan de juego de la ofensiva en cuanto a los acarreos, los pases. Es rápido, explosivo, pero lo que lo hace realmente especial es que es uno de los pocos jugadores en los que encuentras un talento especial que va de la mano con una ética de trabajo aún más impactante. Lo dice todo el tiempo y realmente lo lleva a cabo. El trabajar duro tiene sus recompensas.
"Es un gran líder y no precisamente por lo que dice sino por lo que hace. Eso tiene un mayor impacto. Es una persona especial, un jugador especial. Vaya que somos afortunados de tenerlo", comentó McVay.
Pero el entrenador en jefe de Los Angeles Rams consideró que la principal virtud se refleja de otra manera.
"Recuerdo que en mi primer año en el equipo, antes del viaje a Jacksonville, era un jueves por la noche, cuando estamos con los detalles finales y algunos de los muchachos se van un poco antes, pero eran alrededor de las 10 de la noche y llego a la sala de la línea defensiva porque la luz estaba encendida y ahí estaba Aaron estudiando específicamente a los guardias en jugadas que no eran de pase y en verdad que él ama esto. Puedes verlo con la forma en que entrena", recordó.
Pero Aaron Donald, fiel a su estilo, desvió los reflectores hacia otro lado. Las últimas dos temporadas, en búsqueda de un nuevo contrato, fue pieza central de las conversaciones hasta que finalmente estampó su firma en un acuerdo por seis años y 134 millones de dólares.
Hoy, después de cinco campañas en la liga, va por su primer Super Bowl y reconoce a quién se debió ese paso que le faltaba en su carrera.
"Se lo dije a McVay hoy. Le agradecí y él quiso agradecerle a los jugadores pero le dije 'cuando llegaste cambiaron las cosas y empezamos a tener éxito cuando te convertiste en el hombre principal'. Ese es el tipo de líder que tenemos, la forma en que maneja sus negocios, la forma en que trabaja.
"Tenemos un gran entrenador, un gran líder que nos ayudó a llegar a este punto y a mantenernos en el camino correcto", comentó el vigente Defensivo del Año.
Pero sabe que la principal meta individual y grupal está al alcance y tienen una gran oportunidad de conseguirla con el entrenador en jefe más joven en la historia de la NFL en llegar a un Super Bowl, uno con el que el tackle defensivo sólo tiene seis años de diferencia.
"Este es el baile final. Es el escenario más grande en el que puedes jugar. Debemos mantener el nivel que hemos mostrado y el que nos trajo aquí. Debes dejarlo todo una vez más, sólo una vez más para tener la oportunidad de ser campeones del mundo", finalizó.