FRISCO -- La última vez que los Dallas Cowboys perdieron tres partidos en fila, se encontraban a la mitad de una suspensión de seis partidos de su corredor estelar Ezekiel Elliott, hace dos años.
Una mala racha similar ha llegado más de un mes antes que aquella en el calendario. Por lo tanto, los Cowboys tienen mucho tiempo para salvar sus esperanzas de playoffs, algo que no pudieron hacer en 2017.
Pero la urgencia es inmediata: Dallas recibe el domingo a los Philadelphia Eagles, con quienes comparte la punta de la División Este de la Conferencia Nacional, con marca de 3-3.
Y la crisis es perceptible esta vez, tras una derrota por 24-22 ante los New York Jets, que llegaron a dicho duelo sin victorias. No es mucha consolación que Dallas careció de sus dos tackles ofensivos titulares y del receptor Randall Cobb desde el inicio. Además, perdió a su principal destinatario de pases, Amari Cooper, por una lesión en el muslo al inicio.
Una defensa con bajo rendimiento se quedó corta otra vez, incapaz de frenar a la peor ofensiva de la NFL estadísticamente en camino a una desventaja de 21-3 en la primera mitad, o cuando más importaba en el último cuarto. El quarterback de segundo año de Nueva York, Sam Darnold, tuvo uno de sus mejores partidos como profesional después de perderse un mes por una mononucleosis.
La conversación sobre los Cowboys y sus posibilidades de ir al Super Bowl tras un arranque de 3-0 ha sido reemplazada por cuál será el futuro de su entrenador en jefe, Jason Garrett, cuyo contrato expira después de la temporada. El propietario Jerry Jones desechó esos cuestionamientos, pero no pudo ocultar un pensamiento aleccionador.
"En última instancia, la pregunta es si somos verdaderamente uno de los mejores equipos. No lo somos", aceptó Jones, quien presenció una de sus derrotas más difíciles en su cumpleaños N° 77. °Espero que algún día en esta temporada podamos ser uno de los mejores equipos. Ciertamente no lo somos esta noche°.
QUÉ FUNCIONA
Elliott tuvo una gran segunda mitad pese a que los Cowboys enfrentaban una desventaja considerable por segunda semana consecutiva. Dallas estaba abajo 31-3 en la segunda mitad contra Green Bay, y Elliott casi desapareció.
Esta vez los Cowboys permanecieron cerca, y el bicampeón corredor tuvo 70 yardas por tierra y 31 yardas por recepción tras el descanso. Protagonizó un acarreo para touchdown y provocó un castigo de interferencia de pase en un pase profundo en la serie ofensiva de anotación que dio a los Cowboys una oportunidad de empatar en el último minuto. Elliott finalizó con 152 yardas totales: 105 por carrera y 47 por recepción.
QUÉ FALTA
La secundaria dejó a los receptores desmarcados por todo el terreno de juego en la primera mitad contra los Jets. El colmo fue cuando Chidobe Awuzie fue vencido por Robby Anderson en una recepción de 92 yardas para touchdown. Los esquineros Byron Jones y Anthony Brown salieron del partido con lesiones en la pantorrilla.