Alex Smith, quarterback del Washington Football Team, dijo que su regreso “alteró” los planes del equipo y que no se sintió querido por la organización el verano pasado.
Smith, quien ganó el reconocimiento como Regreso del Año, dijo a GQ Magazine que sorprendió al equipo al poder jugar.
“No me querían allí, no querían que fuera parte (del equipo), del roster, no querían darme una oportunidad”, dijo Smith a la revista. “Eso sí, era un nuevo régimen, llegaron y como que yo era parte de las sobras, estaba lesionado y era una debilidad.
“No me querían allí. En ese punto, con todo lo que había pasado, no podía importarme menos todo eso. Les guste o no, en algún momento voy a intentarlo”, agregó.
Las palabras de Smith crean dudas sobre su deseo de permanecer en la organización y dejan ver cuánta frustración tiene aún. Washington está abierto a retener a Smith y a reforzar su ofensiva, pero el equipo también explora otras opciones en la posición de quarterback ante la duda de que Smith pueda mantenerse sano por una temporada completa.
Smith impacta el tope salarial de Washington con $24.4 millones y el equipo ahorraría $13.8 millones si lo corta.
“Aún estamos en una situación en la que analizamos todas nuestras opciones”, dijo el coach Ron Rivera a inicios de febrero.
Smith aún no ha indicado con certeza si regresará, pero fuentes dijeron a Jeremy Fowler de ESPN que deseaba continuar con su carrera y las declaraciones de Smith en varias entrevistas sugieren que ese es el caso. El pasador y Rivera han platicado varias veces en febrero, aunque ninguno ha hablado mucho al respecto.
“Aún tengo mucho que ofrecer. Realmente quiero meterme de lleno en el receso de temporada y esforzarme. Quiero exigirle más a mi cuerpo, quiero exigirle más a mi pierna”, dijo Smith en la entrevista con GQ. “Mientras más exija, responde. En algún punto, obviamente voy a sentarme con mi esposa y a tener una conversación muy real y (preguntarnos) ¿realmente queremos esto? Ella merece opinar mucho sobre esto. Ya veremos”.
El equipo declinó responder a los comentarios de Smith.
En el campamento de entrenamiento, Rivera dijo que iría conforme lo que le dijeran los doctores sobre la recuperación de Smith. También, Washington entraba en lo que iba a ser un año de reconstrucción y un quarterback en la situación de Smith, de 35 años, que venía de recuperarse de una fractura en la tibia y peroné derechos, no encajaba en sus planes a futuro. Rivera heredó a un equipo con marca de 3-13 en 2019 y esperaba ver si el pasador de segundo año Dwayne Haskins podía desarrollarse como el titular del equipo a largo plazo.
Washington quería poner a Smith en la lista de reservas lesionados antes de los últimos cortes, lo que hubiera puesto fin a su temporada. Esa semana, Smith y Rivera tuvieron una larga junta y luego, Smith se reunió con Rivera y el coordinador ofensivo Scott Turner al día siguiente para convencerlos de que debía estar en el roster.
Las dudas se esparcieron. Smith dijo que había un “muy pequeño grupo” que pensaba que podía jugar. Varias fuentes en la organización dijeron tras ver el documental en ESPN que no creían que un doctor le diera luz verde para jugar y tener contacto.
Smith abrió el campamento de entrenamiento en la lista de físicamente no aptos para jugar (PUP), aunque sus doctores personales ya lo habían dado de alta. Uno de esos doctores, Robin West, trabaja como el jefe de ortopedistas de Washington.
Lentamente, las opiniones cambiaron. Smith se mantuvo en la lista PUP hasta el 16 de agosto mientras mostraba a los coaches que ya no estaba lesionado y que simplemente necesitaba probarse a sí mismo en el campo. De cualquier forma, hubo fuentes cercanas a él en ese momento que se preguntaban si Smith podría jugar o a qué nivel. La lesión lo dejó con una condición conocida como “pie caído”, que causa que el pie se arrastre en ocasiones. Esto requiere también plantillas ortopédicas en sus tachones.
Gradualmente, Washington lo hizo participar en más prácticas, pero lo puso en sesiones de 11 contra 11 hasta finales del campamento de entrenamiento, luego de que presionó a los coaches de darle una oportunidad.
“Sentía que no había tenido una oportunidad justa hasta ese punto. Quería ver si podía jugar como quarterback y siento que me habían dado la oportunidad de averiguarlo”, dijo Smith a GQ. “Es como llegar cerca del final del maratón y te dicen que no puedes terminarlo. Y dije, ‘Al diablo. Voy a terminar. Al menos voy a ver si puedo’, así que estoy agradecido de que hayamos solucionado todo eso, pero no, no fue como si me dieran la bienvenida con los brazos abiertos, tras volver luego de dos años”.
Smith fue el quarterback de tercer equipo en los primeros cuatro juegos de la temporada, pero fue elevado al segundo cuando Rivera mandó a Haskins a la banca. Smith regresó al campo luego de que Kyle Allen sufrió una conmoción ante Los Angeles Rams y fue capturado en seis ocasiones. Tres semanas más tarde, ante los New York Giants, Allen sufrió una lesión en el tobillo que puso fin a su temporada, lo que forzó a Smith a llegar al equipo titular la siguiente semana ante los Detroit Lions.
Washington terminó con marca de 5-1 con Smith como titular. Sus estadísticas fueron modestas con cinco touchdowns y cinco intercepciones. En general fueron seis por ocho, pero su impacto fue evidente en un equipo joven necesitado de guía en el campo. Smith fue casi una elección unánime para el reconocimiento como Regreso del Año.
Smith sufrió un golpe en el hueso el 13 de diciembre y jugó sólo un partido más, el duelo en el que Washington aseguró el título de la NFC este sobre Philadelphia en el último duelo de la temporada regular. Insistió en jugar en la Ronda de Comodines ante Tampa Bay, pero Rivera se decidió por Taylor Heinicke como titular al temer que la falta de movilidad de Smith con su problema en la pierna provocara problemas ante la defensiva de los Buccaneers.
Lo que los coaches sintieron sobre Smith en agosto, evolucionó conforme avanzó la temporada.
“Cuando ves lo que Alex ha hecho y su deseo y motivación para volver y su alegría por jugar es algo muy inspirador”, dijo Rivera en diciembre.
El coach también elogió el liderazgo de Smith.
“Hay un intangible que algunos jugadores poseen. Alex lo tiene. ¿Es algo que se pueda remplazar? Uno vsa va a tener que encontrar a un jugador que tiene esos mismos intangibles. Esos tipos son especiales. Sólo aparecen de vez en cuando”, concluyó Rivera.