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Se aproxima un carrusel de mariscales sin precedentes en el receso de temporada de la NFL, afirma el Gurú de las Diagonales

MIAMI -- Llegamos a la sensación agridulce de todos los años, cuando escribimos la última columna de la temporada, pero, a la vez, estamos cada vez más cerca de vivir un nuevo Super Bowl.

Sin embargo, si hay una temporada baja que promete, la de este año tiene todos los boletos para "brillar".

Hace tiempo que venimos hablando de un potencial carrusel de mariscales sin precedentes y el primer dominó ya cayó en Los Angeles.

Matthew Stafford es nuevo jugador de Los Angeles Rams, que dieron dos selecciones de primera ronda, otra de tercera y al mariscal Jared Goff a los Detroit Lions.

Antes de analizar quién sale ganando, tenemos que decir que los Lions y Stafford trabajaron juntos para que esto sucediera. Ocho equipos ofrecieron como piso una selección de primera ronda por Stafford, pero el ahora ex mariscal de Detroit tenía a los Rams como su primera opción.

Acto seguido, el conjunto angelino decidió elevar su oferta a un punto tal, que ninguno de los otros equipos pudo seguir en la competencia y el cambio a los Rams terminó por una realidad.

¿Pagaron demasiado los Rams por Stafford?

Es muy posible, aunque, al mismo tiempo, considero que se transforman en candidatos inmediatos. Hay un sector importante de los fanáticos que no se da cuenta de lo bueno que puede ser Stafford y que simplemente apunta a su carencia de éxito en Playoffs (0-3) para restarle importancia a su talento.

La gente tiene que darse cuenta que la organización en la que juegas, desde la gerencia hasta los entrenadores y el talento en el roster es crucial para el éxito de un mariscal, sin importar si su nombre es Joe Montana o John Elway.

Entiendo que la posición de mariscal es la que mayor influencia tiene, pero jugadores como el corredor Barry Sanders o el receptor Calvin Johnson tampoco pudieron ganar en Detroit, porque la ecuación no es tan simple como muchos piensan.

Para que se den una idea, en sus 12 años con los Lions, Stafford sólo una vez tuvo una defensiva en el Top 10 y ese año terminaron con récord de 11-5. En las últimas seis temporadas, el ataque terrestre promedió apenas 89 yardas por partido, el peor promedio de la NFL en ese periodo.

Por cierto, en las tres derrotas de Playoffs, la defensiva permitió 32 puntos en promedio por juego.

Con este contexto, no eximo de responsabilidad a Stafford en la carencia de éxitos, porque ciertamente la tiene, pero la NFL es un deporte de equipo y no hay un sólo culpable.

Reitero que el mundo se va a dar cuenta sobre lo bueno que es Stafford ahora que estará bien rodeado, pero eso no quita que habrá mucha presión en Los Angeles.

El entrenador Sean McVay ascendió al estrellato, entre otras cosas, por "resucitar" la carrera de Jared Goff, quien pasó de ser un potencial "bust" a ser un mariscal con el cual McVay pensó que podía ganar.

No lo culpo, dado que llegaron al Super Bowl, pero eso te pone aún más presión para llegar a instancias decisivas con Stafford pronto, porque hace 18 meses le diste el contrato más caro a Goff con $100 millones garantizados y poco tiempo después, decides mirar en otra dirección.

Eso también es responsabilidad de McVay, quien está en una franquicia que estará siete años consecutivos sin selecciones de primera ronda en el draft cuando llegue el reclutamiento de 2023. Llegar al Super Bowl no es sencillo para nadie, pero si no lo hacen pronto, las críticas empezarán a apuntar al entrenador en jefe de los Rams.

Por el lado de los Lions, me encanta la cantidad de picks que recibieron y tendrán a un mariscal competente en los controles de inmediato. Detalle no menor a tener en cuenta es que el nuevo gerente general Brad Holmes viene de los Rams y obviamente conoce a Goff a la perfección.

Dicho lo anterior, igual escogería un mariscal en el draft si fuese los Lions, dado que puedes salirte del contrato de Goff "sin penalidades" después de la temporada 2022.

Al ver el alto precio que costó Stafford, muchos se preguntán cuánto costará Deshaun Watson con apenas 25 años, en caso de salir de los Houston Texans.

La respuesta es clara: mucho y como piso, pondría tres selecciones de primera ronda y uno o dos jugadores titulares.

Por lo pronto, en Houston, el gerente general Nick Caserio y el nuevo entrenador en jefe David Culley insisten en que no tienen ninguna intención de cambiar a Watson.

Mientras tanto, Watson quitó todas sus referencias a los Texans de sus redes sociales y no atiende el teléfono a nadie en la organización. Es lo mismo que hizo en su momento Khalil Mack, con quien Jon Gruden nunca tuvo la posibilidad de hablar porque no lo atendió hasta que los Raiders eventualmente se dieron cuenta de que no tenían más opción que cambiarlo.

Los Texans tienen un par de "fechas límite" para negociar a Watson, el comienzo del año calendario el 17 de marzo y el draft de la NFL el 24 de abril. Siempre existe la posibilidad de no cambiarlo y luego empezarían las multas cuando comiencen los campamentos de entrenamiento si Watson no se presenta.

El problema para los Texans es que Watson insiste enfáticamente en que no tiene problemas en perder dinero y los Texans tienen que darse cuenta de que pierden poder de negociación con cada día que pasa.

Por ejemplo, ya perdiste a los Rams como equipo interesado y seguirás perdiendo a más clubes a medida que avance el tiempo. Si yo fuese Houston, trato de sacar el precio más alto posible al enfrentar a equipos interesados.

Entiendo que Watson tiene cláusula de no cambio y esencialmente puede limitar la lista de equipos que ofrezcan, pero si pones a dos rivales divisionales como los Dolphins y los Jets a ver quién da más, vas a obtener el mejor precio posible.

Por ahora, ambas partes están muy lejos, pero Watson no va a cambiar de opinión y cuanto antes los Texans se den cuenta de que tienen que cambiarlo, mayor valor van a obtener.

No es una situación ideal y la muestra está en que no es habitual que mariscales de elite de 25 años estén disponibles, pero los Texans deben intentar sacarle el mayor provecho posible a una situación imperfecta.

Cuando todo esté dicho, me sorprendería si al menos ocho quarterbacks no cambian de equipo este año.

Por eso, más allá de la tristeza por el final de otra temporada, podemos todos estar expectantes por una temporada baja --ya comenzó con el cambio de Stafford y Goff-- sin precedentes.

Como siempre digo, muchas gracias por el seguimiento a lo largo de estos 18 años y antes de que nos demos cuenta, ya llegará el año 19.


*Los equipos locales están en segundo término

POWER 2

1.- KANSAS CITY CHIEFS

2.- UNDER CHIEFS-BUCCANEERS

Con Línea de Apuesta: 169-98 (1-1)

Sin Línea de Apuesta: 168-99 (1-1)

Power 2 (con línea): 62-44 (1-1)

Altas y Bajas: 21-21 (1-1)

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