Con el ejemplo de Tom Brady, otros estelares de los Bucs han aceptado menos dinero por otra posibilidad de ganarlo todo
TAMPA -- Al tiempo que el head coach Bruce Arians y el gerente general Jason Licht tomaron turnos al micrófono, llamando a jugadores al estrado en una celebración privada después del desfile de campeonato de Super Bowl de los Tampa Bay Buccaneers el mes pasado --con el calor de Florida y el alcohol, sin duda, surtiendo su efecto-- se hicieron varias promesas. En su momento, uno sólo podía rezar para que ellos encontraran el modo de honrar esas promesas pese a lo que se asomaba como una complicada situación de tope salarial, con un estimado de 13 millones para gastar bajo el tope proyectado.
El linebacker externo Shaquil Barrett, portando un jersey retro con el N° 12 de Doug Williams y a punto de convertirse en uno de los agentes libres más codiciados para cualquier posición, dijo a ESPN después del desfile, "Vamos a regresar, títulos consecutivos. Ese es el plan. Vamos a regresar el año que viene". Lo reiteró en el estrado, señalando, "Voy a regresar, los amo a todos".
Arians dijo entonces al linebacker interno Lavonte David, quien nunca ha jugado en otro uniforme y que también estaba por convertirse en agente libre, "Tú no te irás a ninguna parte". Dijo lo mismo al receptor abierto Chris Godwin, quien llegaba al final de su contrato de novato de cuatro temporadas: "Tú no te irás a ninguna parte, tampoco".
Pero no era el alcohol hablando. Cada una de esas promesas, hasta ahora, han sido cumplidas. A Godwin se le asignó la designación de jugador franquicia por 15.808 millones de dólares. David fue retenido gracias a un acuerdo de dos años por 25 millones de dólares. Incluso Barrett, por mucho el más caro para traer de vuelta, lo hizo este lunes, apenas momentos después de que abriera la ventana de negociación de agentes libres de la NFL, acordando un convenio por cuatro años y hasta 72 millones de dólares.
Incluso la parte en la que Licht dijo a los jugadores que la familia Glazer, propietarios de los Bucs desde 1995, estaba haciendo todo lo posible financieramente para mantener al equipo junto. Eso significó pedir prestado dinero del futuro para crear una situación más favorable contra el tope salarial de hoy, algo que el equipo no ha hecho en más de una década, antes de que el director administrativo de los Bucs, Mike Greenberg, se uniera al club.
Y ninguna de esas cosas pudieron haber sucedido sin el quarterback Tom Brady, quien firmara una extensión de contrato de una temporada con tres años rescindibles para crear 19.3 millones de dólares en espacio bajo el tope salarial para el 2021. Y como el contrato de David incluye tres años rescindibles y el de Barrett tiene un quinto año rescindible, todavía hay espacio para traer de regreso a más del grupo.
In pursuit of 8...LFG @Buccaneers we're keeping the band together pic.twitter.com/49zUwS5l3D
— Tom Brady (@TomBrady) March 12, 2021
La mayoría de los estimados tenían a Barrett consiguiendo entre 18 millones y 20 millones de dólares en el mercado de la agencia libre. En lugar de eso, Barrett aceptó un acuerdo por 17 millones de dólares que escala a 18 millones solamente si llega a las 15.0 capturas y los Bucs se meten en la postemporada --un acuerdo justo, pero ciertamente un caso de no ir con el mayor postor-- al tiempo que David probablemente podría haber conseguido unos 13 millones o 13.5 millones de dólares anuales en otro lado, de acuerdo a fuentes.
Con el modo en que el contrato de Brady está reestructurado (se embolsará 40 millones de dólares en el 2021), sigue promediando 25 millones de dólares anuales, N° 15 entre quarterbacks en activo para el 2021, y significativamente menos de lo que un siete veces ganador del Super Bowl podría comandar. Patrick Mahomes está cobrando un promedio de 45 millones de dólares por año. Dak Prescott estará ganando 40 millones de dólares por año en su nuevo acuerdo, y se embolsará 75 millones de dólares en el 2021. Deshaun Watson estará cobrando 39 millones de dólares por año según su acuerdo actual, y Russell Wilson 35 millones de dólares por año.
"Tom es uno de esos tipos que entiende que se requiere de toda la aldea para ganar", dijo David. "Se requiere de un equipo, un grupo de personas, para ganar partidos de fútbol americano. Yo, lo mismo. Todo se trata del equipo. Y haré todo lo que pueda, todo lo que se necesite para que todos regresen y hagamos esto de nuevo".
David dijo esperar que creara un "efecto dominó", y que más personas seguirían el ejemplo. Hasta ahora, ha sucedido con Barrett y el ala cerrada Rob Gronkowski, quien acordó por un año y 10 millones de dólares el lunes por la noche. Pero, todavía siguen sin firmar el liniero defensivo Ndamukong Suh, receptor abierto Antonio Brown, pateador de lugar Ryan Succop y corredor Leonard Fournette.
Ambos quarterbacks suplentes --Blaine Gabbert y Ryan Griffin-- son agentes libres, también, lo mismo que los linieros ofensivos reserva Joe Haeg y Josh Wells, y los linieros defensivos Rakeem Nunez-Roches y Steve McLendon. Retener a cualquiera de esos jugadores no va a romper el banco, pero todo se va acumulando.
Será imposible que vuelvan todos con una disminución al tope salarial del 8 por ciento en el 2021. Pero hasta el momento, suficientes piezas están acomodándose detrás de Godwin, David, Brady, Gronkowski y Barrett. Aunado a un sólido historial en el draft, el retiro de Drew Brees, la disposición de Brady de cobrar menos (y quedarse hasta el 2022, por lo menos), y la disposición de los Bucs de sacrificar dinero en años futuros, tendrán la posibilidad de cumplir esa cuarta promesa de aquel día, cuando Licht declaró, "Vamos a ganar esto de nuevo".