El guardia ofensivo de Miami, Solomon Kindley, se asoció con la Progressive Firefighters Association para enseñar a nadar y evitar la muerte por ahogamiento de los niños
MIAMI -- El guardia de los Miami Dolphins, Solomon Kindley, ha llevado el apodo de "Big Fish" desde que era un niño pequeño, pero verdaderamente se lo ganó durante el verano del 2016 cuando visitaba la casa en el lago del coach de los Georgia Bulldogs, Kirby Smart.
Smart recibió a un grupo de jugadores de primer año para divertirse en el agua, después de las sesiones de trabajo del verano. El corredor de los Bulldogs, Brian Herrien, quien no sabía nadar, su colocó un chaleco y se mantuvo en la parte menos profunda, pero una vez que Kindley y sus compañeros decidieron subirse a la lancha, él no quiso quedarse atrás y pidió acompañarlos.
Los jugadores comenzaron a lanzar el ovoide de un lado a otro, y tomándose turnos tratando de sostenerse del inflable atado a la lancha. Herrien accidentalmente se soltó, y quedó en medio del lago, mientras alejaba la lancha. Kindley, un salvavidas en sus años de preparatoria, rápidamente entró en acción.
"Estaba cayendo en pánico, salpicando y salpicando. Así que salté allí para salvarlo y me quedó con él hasta que la lancha llegó por nosotros", relató Kindley. "La parte loca es que su cabeza estaba por arriba del agua todo el tiempo, así que realmente no se estaba ahogando, pero estaba en pánico. Cuando llegué a él, ambos nos comenzamos a reír. Hablamos de eso cada vez que lo veo, y se convirtió en una broma con el equipo".
Kindley, un guardia de 6 pies con 4 pulgadas de 335 libras que está por comenzar su segunda temporada con los Dolphins, se dice el nadador más rápido de la NFL, y cree que la gente que lo lea no lo creerá cuando lo vea. Siempre ha sido un chico grande, y recuerda lo que sucedía en la escuela primaria cuando participaba en carreras de natación en su ciudad natal de Jacksonville, Florida. Cuando llegaba a la alberca, escuchaba las risas y los comentarios malintencionados de los otros padres.
"Han dudado de mí toda mi vida cuando llegaba a la alberca por mi tamaño", dijo Kindley. "Recuerdo a la gente susurrando sobre qué hacía allí. Preguntaban si era un salvavidas o un papá. Luego, me metía al agua y aplastaba a cualquiera en mi grupo de carrera".
Por ello, no es sorpresa que Kindley use la piscina como su modo de dar regreso a la juventud de Florida. En junio, Kindley comenzó una sociedad con la Progressive Firefighters Association para ayudar a aproximadamente 500 chicos del área de Miami a aprender a nadar y seguridad en el agua, y para ayudar a chicos más grandes a aprender a convertirse en salvavidas a través de donaciones con la Children's Trust. Se trata de un programa gratuito de siete semanas que se celebra en Charles Hadley Park en Miami. El programa está abierto para quien sea, pero existe un enfoque en particular para ayudar a chicos afroamericanos a borrar al estigma de que no pueden nadar.
Cuando Kindley comenzó a pensar en iniciar su propio campamento de natación, el equipo de relaciones públicas de los Dolphins sugirió que se asociara con Progressive Firefighters, un grupo de bomberos afroamericanos retirados y en activo que se ofrecen como voluntarios para dirigir un programa en el área de Miami. Kindley y su agente, Toney Scott, rápidamente saltaron a la idea.
Keith Bell, Jefe del Departamento de Bomberos de Miami y presidente de la Progressive Firefighters Association, describió la meta del programa como "el deseo de que nuestra comunidad sea a prueba de ahogados".
Kindley recuerda su primera "lección" de natación. Él y sus hermanos solían escaparse de la casa e ir a la albera comunitaria local mientras su madre estaba en el trabajo, y un día fueron lanzados a la parte de 12 pies de profundidad por un hombre mayor que sintió que los instintos de los chicos les forzaría a nadar. Bell, quien es afroamericano, dijo haber aprendido a nadar de modo similar.
"Un 80 por ciento de mis compañeros, ya sea en la preparatoria, colegial o profesional, no saben nadar", dijo Kindley. "Cuando fui salvavidas --trabajé con chicos más jóvenes-- les daba el consejo de aprender a una edad más temprana, cuando escuchas y obedeces a un padre o madre, o quien sea que te esté enseñando. Conforme creces, tienes más miedo y se hace más difícil.
"El agua puede ser muy divertida. El agua puede ser muy peligrosa. Esos chicos van a aprender resucitación cardiopulmonar, primeros auxilios, aprender a nadar si no lo saben, y certificación como guardaespaldas. Les dará una ventaja sobre el resto del mundo en algo tan simple como una lección de natación".
De acuerdo al Florida Department of Health, del 2017 al 2019, Florida sufrió la mayor tasa de muerte por ahogamiento accidental en el país entre niños de 0 a 9 años de edad, 3.28 por cada 100,000 habitantes. La tasa casi se duplicó, a 6.29 por 100,000 habitantes, entre niños de 1 a 4 años de edad, también la más alta en los Estados Unidos. El número de niños bajo la edad de 5 perdidos anualmente por ahogamiento en Florida (67 en 2017, 74 en 2018, 50 en 2019) llenaría uno o dos salones de preescolar.
"Nadar no es simplemente otro deporte. Nadar es una herramienta para salvar vidas", dijo Bell. "Nos ofrecemos como voluntarios porque queremos impedir que chicos se ahoguen. Eventualmente, queremos crear ligas de natación y que los chicos de escasos recursos en la ciudad compitan entre sí".
Kindley dice que amaría estar allí para esas carreras futuras. El ex estelar de Georgia dijo que necesita pensar en cómo crear un impacto en sus comunidades de Florida, incluyendo su ciudad natal de Jacksonville, donde celebró un campamento de fútbol americano juvenil el mes pasado.
Más tarde, en este mes, Kindley se dirigirá al campamento de entrenamiento de los Dolphins para comenzar una competencia sobre el campo con el veterano Jesse Davis por el puesto titular de guardia izquierdo. Pero, lo primero en su mente es una competencia de natación que perdió recientemente ante el hijo de Bell, quien lo superó durante una carrera en el primer día del programa de natación.
Kindley presume que ha acabado con varios compañeros de los Dolphins en carreras en la piscina, jugadores como quarterback Tua Tagovailoa, guardia Robert Hunt y tackles ofensivos Austin Jackson y Jonathan Hubbard, pero podría haber encontrado a un nuevo rival.
"Voy a salir allá a entrenar y luego vendré por él", dijo con una sonrisa, Kindley. "Nado muy rápido, como un pez, pero puedo admitir cuando me ganan".