El quarterback de los Cowboys reconoce que poder estudiar desde lejos cuando estuvo marginado por lesiones le ha ayudado en su desarrollo como pasador
ARLINGTON -- Dak Prescott confiaba en que mejoraría, incluso sin jugar, después de que sufrió una lesión de tobillo que lo dejó fuera casi toda la temporada pasada. Su secreto sería aprovechar la oportunidad de observar desde otra perspectiva.
El estelar quarterback de los Dallas Cowboys, que se perdió después casi todo el campamento de entrenamiento con una lesión de hombro, cree que estaba en lo correcto.
“En retrospectiva, la experiencia obviamente ayudó, simplemente para estudiar y prepararme, y después con todo el trabajo que dediqué para recuperarme, no solo de la pierna sino del hombro y para conocer mejor el libro de jugadas”, dijo Prescott. “Siento que estoy jugando mejor que nunca”.
Prescott tuvo el mejor porcentaje de pases en sus seis años de carrera el lunes, en su primer partido en casa desde que se fracturó y dislocó el tobillo derecho en octubre pasado en el AT&T Stadium.
Los Cowboys (2-1) lideran la división y se aprestan para disputar el segundo de tres compromisos en casa, el próximo domingo ante los Carolina Panthers (3-0). Han comprobado la teoría de Prescott, acerca de que el equipo es mejor cuando su quarterback no tiene que lanzar más de 50 veces para superar las 400 yardas.
Prescott tuvo esas cifras en el encuentro inaugural de la campaña, una derrota por 31-29 ante Tampa Bay, campeón defensor del Super Bowl. Las logró también en los tres partidos anteriores a la lesión.
Los Cowboys estaban 1-3 en esos encuentros.
En los triunfos ante Los Angeles Chargers y los Philadelphia Eagles, Prescott ha lanzado un total de 475 yardas, mientras que los Cowboys promedian 179 yardas por tierra tras tener apenas 60 ante los Buccaneers.
¿QUÉ FUNCIONA?
Tras pasar casi toda la pasada temporada como el peor equipo en margen de balones perdidos, los Cowboys se encuentran ahora empatados con los New Orleans Saints en la cima con +5.
¿QUÉ FALTA?
El manejo del partido al final de la primera mitad ha sido un problema para el entrenador Mike McCarthy en dos ocasiones. La última fue en los dos minutos finales sin utilizar uno o ambos de sus tiempos fuera.
“La decisión fue tomar la delantera antes del descanso”, reconoció McCarthy. “Estaba cómodo con dónde se encontraba el balón”.