<
>

Diego de la Cruz, el liniero regiomontano que llegó a UTEP

play
Tino Villareal ve en Diego de la Cruz el pontecial de Roberto Garza, ex-NFL (1:22)

El coach de preparatoria del joven mexicano, enfrentó al ex liniero de los Bears. (1:22)

El mexicano dejó su zona de confort con los Borregos de Monterrey para buscar suerte en la Saint Joseph Academy antes de llegar con los Miners


CIUDAD DE MÉXICO -- El talento de Diego de La Cruz lo llevó a la Saint Joseph Academy, en Brownsville, Texas, sin embargo, recibió un gran impulso gracias a otro regiomontano, Tino Villareal, entrenador en jefe de Saint Joseph y motivación con Jason Starkey, un ex centro de la NFL con los Arizona Cardinals quien --junto con su familia-- recibió a Diego en Brownsville.

Con apenas un año en el equipo de la preparatoria de los Borregos de Monterrey, Diego recibió la invitación a formar parte del equipo de fútbol americano de los Bloodhounds, a través de una prueba. A sus 16 años, el joven liniero de Monterrey tuvo que tomar la decisión de dejar a su familia y amigos para perseguir su sueño en los emparrillados.

"Yo acababa de ser campeón nacional con Borregos, invicto, y dije, 'no, no me voy, o sea, no ¿por qué me iría? tienes 16 años, no quieres salir de tu zona de confort, estás muy bien con tus papás, en la fiesta, con Borregos'. Después de analizarlo, pues dices, '¿Sabes qué? es mi sueño y la manera de cumplirlo es por aquí'. Dije, no sé si esta oportunidad se me vuelve a presentar".

En Brownsville, Diego fue recibido por la familia Starkey en aras de apoyar al equipo de fútbol americano de Saint Joseph. Diego, quien confiesa que en Monterrey hacía "solo lo necesario" en cuestión de su preparación para el deporte, se encontró con la motivación de Jason, que en sus palabras "tiene otro chip" tras haber jugado en la NFL.

"Acá el señor me decía, 'Vienes de entrenar, vamos al gimnasio, y el domingo vámonos al gimnasio y los sábados después de tu entrenamiento, al gimnasio y vamos a estirar, y vamos a hacer recuperación'. Todo para alcanzar el sueño, entonces me mentalicé, me empezó a ganar esa actitud y dije, '¿sabes qué? Pues vamos con todo y vamos con todo'".

Además de la disciplina en casa, tampoco había concesiones en su preparación con el coach Tino Villarreal.

"Desde que lo conocí vi que era una persona muy dura, que no te dejaba tomar atajos, yo me fui mucho por el interés de que quería tener una persona así en mi vida", sentenció Diego, quien pronto se dio cuenta que su entrenador se tomaba muy en serio su trabajo.

"Yo tuve un partido que llegué un minuto tarde, no jugué, en mi primer año", dijo. "No me metió a pesar de que sí era el mejor, no me metió y pues sí aprendí cosas que te cambian porque te dicen, 'No me importa quién seas, no me importa nada, el equipo va primero'".

En una anécdota curiosa después de que Diego había llegado a Saint Joseph, su abuela paterna reconoció que Tino era hijo de una prima de ella, pero el parentesco no hizo el camino más sencillo.

"Al principio Diego les decía a sus papás, 'Tino, me odia, no me quiere, es muy duro conmigo'", refirió Villarreal. "Yo nunca he creído en apapachar a alguien, es siempre tener la meta. Le dije, 'Diego, ¿quieres llegar a colegial? Ponte a hacer pesas, ponte a correr, haz esto bien'".

Tino reconoce que después de que Diego recibió su beca las cosas cambiaron y hoy se siente muy orgulloso del que fue su jugador.

El trabajo duro de Diego se reflejó en el campo y antes de empezar su último año de preparatoria recibió la primera oferta para jugar en los UTEP Miners.

"Me llamaron, 'Soy Buddy O'Dell y el coach Ryan Stanchek ¿cómo estás? queremos ofrecerte una beca completa'. Era mi primera oferta y empecé a llorar, estaba con mis papás, fue un momento muy bonito, nos abrazamos y empezamos a llorar", recordó.

Diego confiesa que ha cumplido su sueño de pequeño, jugar en División I de la NCAA, sin embargo, ahora que está ahí, su mentalidad le exige llegar a lo más alto.

"Yo siempre he dicho que, si vas a hacer algo, hay que hacerlo al máximo, ser el mejor en lo que vayas a hacer y para mí es un por qué no, puedo ser yo el siguiente mexicano en jugar en la NFL, quiero que la gente piense en mí cuándo diga 'un mexicano en la NFL'".