Jerry Jones está frente a la encrucijada de darle una oportunidad más a Mike McCarthy, o buscar un nuevo entrenador en jefe para los Cowboys
FRISCO -- Caminaron enfilados en silencio por un túnel en el interior del AT&T Stadium, en silencio o incredulidad. Cabisbajos. Con el espíritu destrozado.
En cuestión de 44 segundos, los Dallas Cowboys habían pasado de la euforia a la devastación.
Una patada de despeje desviada estaba a punto de situar a los Cowboys en territorio de Cincinnati con menos de dos minutos por jugar y la oportunidad de ganar. En lugar de eso, Amani Oruwariye equivocadamente intentó quedarse con el balón y devolvió la posesión de regreso a los Bengals, que terminaron por anotar el touchdown de la victoria.
"No se lo deseo a nadie", dijo el especialista en presionar a los pasadores, Micah Parsons, en un callado vestidor tras la derrota del 9 de diciembre que dejó a los Cowboys en 5-8, y prácticamente eliminó sus esperanzas de playoffs.
"Ni siquiera puedes ponerlo en palabras, hermano".
En última instancia, la temporada fallida de los Cowboys no fue determinada por ese juego, pero la derrota pinta un cuadro de cómo se desarrolló su año N° 29 consecutivo sin un Super Bowl.
Al tiempo que inicia el 2025, los Cowboys se encuentran en una encrucijada. El propietario y gerente general Jerry Jones debe decidir si quiere traer de vuelta al entrenador en jefe Mike McCarthy y su personal, ya que sus contratos expiran en cuestión de días, y si esta plantilla necesita algunos ajustes o una reconstrucción completa para realmente competir por un Super Bowl.
Para responder a esas preguntas, tendrá que mirar hacia atrás y ver qué salió mal en 2024.
Las lesiones jugaron un papel importante. Cinco jugadores de Pro Bowl --Dak Prescott, Zack Martin, DeMarcus Lawrence, Trevon Diggs y CeeDee Lamb, totalizando casi 90 millones de dólares en espacio bajo el tope salarial-- terminaron la temporada en la lista de reservas lesionados. Pero, esa no fue la única razón para un récord pobre. Hubo decisiones cuestionables de receso de temporada, un ataque que dio un paso en retroceso respecto al 2023, incluso estando sano, y un comienzo lento a la defensiva bajo el nuevo coordinador Mike Zimmer.
En la recta final, una plantilla diezmada dio el paso al frente, pero cómo eso afectará el pensamiento de Jones sobre el futuro de McCarthy y el plantel, aún está por verse.
"No hay duda de que estarías negando un hecho si no reconocieras que la pérdida de Parsons --y la pérdida de Prescott, la pérdida de Lawrence-- que ese tipo de cosas no marcaron diferencia", dijo Jones. "¿Fueron la única razón por la que no tuvimos éxito este año? No, para nada... Hay todo tipo de elementos ahí fuera".
EN ENERO, JONES, de 82 años de edad, utilizó el término "apostándolo todo" para describir el enfoque de los Cowboys para el 2024, sin embargo, la forma en que definió el enfoque y sus acciones parecieron no estar alineados.
Su "apostándolo todo" no incluyó entregar extensiones contractuales para McCarthy ni el resto de sus asistentes, quienes estaban en el último año de sus convenios actuales, a pesar de tres campañas consecutivas de 12-5 y tres apariciones en fila en playoffs por primera vez desde la década de los 1990s.
"Apostándolo todo" no significó añadir a una plantilla que tenía necesidades luego de perder al corredor Tony Pollard, al centro Tyler Biadasz, al ala defensiva Dorance Armstrong y al tackle izquierdo Tyron Smith en la agencia libre.
No significó incorporar al corredor de élite Derrick Henry, quien firmó con los Baltimore Ravens. En su lugar, trajeron de vuelta a Ezekiel Elliott, que pasó la temporada previa con los New England Patriots, mediante contrato de un año para que liderara un backfield por comité. Y no funcionó. Las yardas y yardas por acarreo de Elliott cayeron por noveno año consecutivo. No fue hasta que Rico Dowdle fue nombrado corredor primario en la segunda mitad de la temporada, que el juego terrestre de los Cowboys mostró vida.
Elliott fue desactivado para el partido del 3 de noviembre contra los Atlanta Falcons por faltar a varias reuniones. Múltiples fuentes dijeron que los Cowboys discutieron liberar a Elliott entonces, pero optaron por darle una oportunidad más. En la Semana 18, el equipo accedió a la solicitud de Elliott de ser liberado.
Henry, quien terminó segundo en la NFL en yardas terrestres, dijo que estaba interesado en venir a los Cowboys. Jones dijo en numerosas ocasiones que los Cowboys no podían costearlo. Henry tenía garantizados 9 millones de dólares y contó por 5.1 millones de dólares contra el tope salarial de los Ravens esta temporada. Los Cowboys podrían haber igualado cualquiera de esas dos cifras o estructurado el contrato de manera diferente para reducir su número contra el tope del 2024.
La pregunta más importante era si Henry hubiera entregado las mismas cifras que consiguió con Baltimore, donde fue nombrado al Pro Bowl y totalizó 2,114 yardas desde la línea de golpeo junto con 18 touchdowns. Jones insinuó en numerosas entrevistas después de los partidos, que habría sido poco probable debido al estado de la línea ofensiva de los Cowboys.
Los Cowboys utilizaron a dos novatos, el tackle izquierdo Tyler Guyton y el centro Cooper Beebe, durante la mayor parte de la temporada. Martin, el guardia derecho futuro miembro del Salón de la Fama, no estuvo en su mejor forma debido a una lesión en el tobillo derecho que finalmente requirió de una cirugía que puso fin a su temporada. El tackle derecho Terence Steele también tuvo sus dificultades. Martin cedió cinco capturas en 10 partidos, la tercera mayor cantidad que ha permitido en una temporada completa. A Steele se le atribuyen 14 capturas, la peor marca de su carrera.
"Probablemente me pasé un poco de mis esquís, pensando que podíamos solo enchufar a esos chicos", reconoció Jones en 105.3 The Fan, aunque admitió creer que ambos jugadores tienen futuros brillantes.
Incluso antes de que Prescott sufriera una lesión en los isquiotibiales que puso fin a su temporada, la ofensiva mostraba problemas. En el 2023, terminó empatado con Brock Purdy de los San Francisco 49ers por el mejor QBR de la liga, con 73.4. Esta temporada, Prescott terminó N° 29, con un QBR de 46.1.
En el 2023, los Cowboys anotaron 30 o más puntos 10 veces. Lo hicieron tres veces esta temporada y necesitaron de tres touchdowns de equipos especiales para lograrlo en las victorias sobre los Cleveland Browns y los Washington Commanders.
Todas las estadísticas ofensivas importantes cayeron en el segundo año de McCarthy en el mando de jugadas, pero eso no fue lo que más le molestó. Fueron las pérdidas de balón. Los Cowboys sufrieron 28 pérdidas de balón, incluyendo un máximo en la liga de 14 balones perdidos. Para McCarthy, eso se ha correlacionado con menos oportunidades de tercer intento y zona roja.
"Cuando miro hacia atrás en la primera evaluación rápida de nuestra temporada, ofensivamente, no hemos cuidado el balón lo suficientemente bien", compartió McCarthy.
LA ADAPTACIÓN AL esquema de Zimmer también llevó más tiempo del previsto. Durante tres años, los Cowboys gozaron de una de las mejores defensivas en puntos permitidos de la NFL, y robaban el balón mejor que nadie, con la presión como su carta de presentación bajo el coordinador Dan Quinn.
Quinn jugó cobertura personal el 60.1 por ciento del tiempo de 2021 a 2023. Zimmer mezcla más sus alineaciones, especialmente enviando más cargas. De cara al último partido de la campaña regular de este domingo, los Cowboys jugaron cobertura personal el 50.9 ciento del tiempo, en contraste a un 48.9 por ciento en cobertura de zona.
Al principio, los Cowboys no lograron frenar la carrera y cedieron puntos en racimos. Los New Orleans Saints anotaron touchdowns en sus primeras seis posesiones durante una victoria por 44-19 en la Semana 2. Los Ravens, con Henry corriendo para 151 yardas y dos anotaciones, saltaron a una ventaja de 28-6 luego de tres periodos antes de oficializar una victoria engañosamente cerrada de 28-25.
En un momento dado, los Cowboys se quedaron sin sus cuatro mejores especialistas en presionar a los pasadores: Parsons, Lawrence, Marshawn Kneeland y Sam Williams, quien sufrió rotura del ligamento cruzado anterior durante el campamento de entrenamiento. Sus tres mejores esquineros --Diggs, DaRon Bland y Jourdan Lewis-- jugaron apenas un partido juntos en toda la temporada.
"Desearía que, al llegar, hubiera hecho todo de la manera que quería y no tratar de combinar las cosas", explicó Zimmer. "Estaba haciendo cosas con las que no me sentía cómodo, así que tuve que hacer lo que tenía que hacer.
"Llegas, y esta era la situación: eran buenos el año pasado, ¿verdad? Así que no quiero agitar el barco. Probablemente, no fui tan duro como suelo ser. Probablemente, no fui tan testarudo sobre cómo quiero hacer las cosas, es la mejor manera de decirlo. Eso es lo que más lamento".
EL PUNTO MÁS BAJO DE LA TEMPORADA llegó contra los Detroit Lions, cuando los Cowboys sufrieron su peor derrota (47-9) en el AT&T Stadium desde que se inauguró el inmueble en el 2009. Vengándose de una polémica derrota ante Dallas la temporada pasada, los Lions utilizaron jugadas con tackles elegibles en nueve oportunidades, e intentaron un gancho y escalera para el tackle ofensivo Penei Sewell cuando iban 28 puntos arriba.
"Intentaban ser sarcásticos con ello", dijo el esquinero Jourdan Lewis después del partido. "Intentaban avergonzarnos, pero al fin y al cabo, pueden hacer lo que quieran. ...Nuestro trabajo es impedirlo".
Al día siguiente de ese partido, el consejo de líderes de jugadores celebró su reunión quincenal, pero ésta fue la más larga de la temporada, pues duró unos 90 minutos, en contraste con los 20-30 minutos habituales.
"Hubo muchos gritos, pero salieron cosas buenas", dijo el as de equipos especiales, C.J. Goodwin. "Puedes tener esas discusiones con tus hermanos porque ese es nuestro hermano y le vas a querer a pesar de todo. ...Fue un examen de conciencia.
"Te vapulea un equipo, especialmente cuando creo que aún estábamos bastante sanos, y eso no es propio de nosotros. No es característico".
La de los Lions fue la primera de cinco derrotas consecutivas, la racha perdedora más larga de los Cowboys desde el 2015. En el 2020, el primer año de McCarthy, los Cowboys perdieron cuatro en fila en su camino a un final de 6-10.
El 3 de noviembre, frente a los Falcons, se perdió a Prescott para el resto de la temporada debido a una avulsión del tendón de la corva derecho que requirió cirugía. Lamb sufrió un esguince en la articulación acromioclavicular del hombro derecho en ese partido, pero siguió jugando hasta la Semana 16, cuando fue desactivado.
Y, Prescott y Lamb no fueron los únicos jugadores clave perdidos en una temporada en la que las lesiones desempeñaron un papel fundamental.
Lawrence sufrió una lesión de Lisfranc en el pie derecho durante la victoria del 26 de septiembre contra los New York Giants y no volvió a jugar. Parsons sufrió un esguince en la parte alta del tobillo izquierdo un cuarto después de la lesión de Lawrence, y se perdió cuatro partidos.
El linebacker de segundo año, DeMarvion Overshown, fue el punto brillante de la defensiva de los Cowboys, pero entonces se rompió el ligamento cruzado anterior, ligamento medial colateral y ligamento cruzado posterior de la rodilla derecha el 9 de diciembre contra los Cincinnati Bengals. Una semana más tarde, la temporada terminó para Diggs, un esquinero de Pro Bowl, cuando se determinó que necesitaría cirugía para reparar el cartílago en su rodilla derecha que podría mantenerlo fuera hasta el campamento de entrenamiento.
Cuando se anunció que la temporada de Lamb había terminado, Parsons publicó el famoso meme de "Fresh Prince of Bel-Air", de Will Smith completamente solo en la escena final de la serie.
PERO EN LOS momentos más oscuros, McCarthy tuvo sus mejores momentos. Los mermados Cowboys ganaron cuatro de cinco partidos y se mantuvieron vivos en los playoffs hasta la Semana 16.
"Es realmente la cultura que ha inculcado desde que llegó aquí", dijo Brock Hoffman, quien reemplazó a Martin en la posición de guardia. "Es como si yo supiera que no había forma de que los chicos salieran ahí y se quedaran tirados. Este equipo iba a seguir luchando, tanto si nos eliminaban de los playoffs como si no".
Pero, ¿será suficiente para que McCarthy se gane un segundo contrato?
Jones fue efusivo en sus elogios hacia McCarthy en la recta final de la temporada. Le impresionó que McCarthy mantuviera competitivo a un equipo escaso de efectivos, ganando cuatro de sus últimos siete partidos. Sin embargo, siempre se abstuvo de garantizar que el entrenador en jefe volvería para el 2025.
La decisión de Jones podría reducirse a los cinco años de McCarthy en el timón, en lugar de los últimos dos meses. Jones dijo la semana pasada en 105.3 The Fan que no tiene un plazo fijo para tomar una decisión sobre entrenadores.
Sin embargo, McCarthy fue contratado en el 2020 para hacer lo que Jason Garrett no pudo hacer en nueve temporadas completas: llevar a los Cowboys al menos a un Juego por el Campeonato de la NFC, si no a un Super Bowl.
En 13 años con los Green Bay Packers, McCarthy tuvo al equipo en el duelo por el título de la NFC cuatro veces, y ganó el Super Bowl XLV. Los Packers llegaron a los playoffs en nueve ocasiones.
Con los Cowboys, ha ganado un partido de playoffs y sufrió dos decepcionantes derrotas en casa en la postemporada, ante los 49ers (2021) y Packers (2023).
En el 2019, Garrett estaba igualmente en el último año de su contrato y Dallas quedó fuera de playoffs con un registro de 8-8. Después de que la temporada terminara con victoria 47-15 contra los Commanders en el AT&T Stadium, el futuro de Garrett estaba en el limbo.
Jones no dijo nada de sus planes. Garrett siguió apareciéndose en The Star. No fue hasta una semana más tarde, que el club emitió un comunicado de que Garrett no volvería, lo que se produjo después de que la organización había entrevistado a McCarthy y Marvin Lewis para el puesto de entrenador en jefe.
Si Jones opta por hacer un noveno cambio de entrenador en jefe bajo su propiedad, ¿cuáles serán los criterios para el nuevo entrenador?
Ha contratado de las filas colegiales (Jimmy Johnson, Barry Switzer). Ha contratado al coordinador ofensivo de moda (Chan Gailey). Ha contratado al coordinador defensivo con experiencia como entrenador jefe (Wade Phillips). Ha promovido desde el interior de la organización (Dave Campo, Garrett). Ha contratado a entrenadores ganadores del Super Bowl (Bill Parcells y McCarthy). McCarthy fue anunciado como entrenador en jefe 10 días después de que terminara la temporada 2019. Cuando Parcells se marchó al término de la campaña del 2006, los Cowboys tardaron tres semanas y entrevistaron a 11 candidatos antes de que Phillips fuera nombrado head coach.
McCarthy restó importancia a su situación contractual durante toda la temporada --nunca quiso que fuera una distracción-- pero señaló el efecto que tiene en la familia.
"Tenemos que terminar esta carrera", dijo al comenzar la Semana 18.
Ahora, esa carrera ha terminado.
¿Tendrá McCarthy la oportunidad de correr una más con los Cowboys?