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Estrellas que pasaron del diamante al emparrillado de la NFL

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No todos los jugadores logran el éxito en el deporte que practicaron en la infancia y en algunos pudieron practicar dos disciplinas de manera simultánea


En el deporte no siempre se logra el éxito jugando en la primera disciplina que se practica en la infancia o adolescencia, en algunos casos hay que seguir un camino más largo para convertirse en estrella.

El pionero de todos fue Jim Thorpe, probablemente el atleta más completo de la historia.

Antes de Bo Jackson, Deion Sanders o Patrick Mahomes, el deporte profesional de los Estados Unidos ya había conocido a un superhumano en Jim Thorpe, nacido en 1887, y quien fue una leyenda incluso en los Juegos Olímpicos de Estocolmo 1912, donde ganó la medalla de oro en pentatlón y decatlón, además fue declarado por el rey de Suecia como "el atleta más grande del mundo".

Pero su historia no quedó ahí, Thorpe jugó seis temporadas en la MLB, vistiendo los uniformes de los New York Giants, Cincinnati Reds y Boston Braves, al tiempo que construía su legado paralelamente en el fútbol americano. Fue uno de los fundadores de la NFL y su primer presidente en 1920, además de estrella con los Canton Bulldogs, donde dejó su nombre inmortalizado en el Salón de la Fama. Thorpe no eligió un deporte sobre otro: los conquistó todos.

Años más tarde, en la década de 1980, aparecieron dos de los fenómenos mediáticos más emblemáticos del deporte, con Bo Jackson, quien ganó el Trofeo Heisman con Auburn y fue reclutado con la primera selección global por los Tampa Bay Buccaneers, pero decidió jugar en la MLB con los Kansas City Royals, donde fue All-Star en 1989.

Posteriormente, firmó con Los Angeles Raiders donde mostró un poder y velocidad inigualables. A pesar de su carrera recortada por una lesión, Bo Jackson es el único All-Star de la historia en ambos deportes.

En ese mismo período apareció Deion Sanders, quien jugó en una Serie Mundial y un Super Bowl.

Deion Sanders saltó a la escena tras ser reclutado por los New York Yankees en la MLB y por los Atlanta Falcons en la NFL. Como jardinero jugó nueve temporadas en las Grandes Ligas, incluyendo una Serie Mundial con los Atlanta Braves en 1992. En el fútbol americano es considerado como uno de los mejores esquineros de la historia, ganó dos Super Bowls y fue inmortalizado en el Salón de la Fama.

De hecho, Deion Sanders es el único atleta que jugó un partido de NFL y MLB el mismo día, el 11 de octubre de 1992, cuando enfrentó por la mañana con los Braves a los Pittsburgh Pirates y por la noche --después de tomar un vuelo privado-- jugó con los Falcons ante los Miami Dolphins.

Otro jugador que cambió el bate por un ovoide fue John Elway, quien antes de ser leyenda con los Denver Broncos fue jardinero derecho en el sistema de ligas menores de los New York Yankees, bateando .318 en clase A. Elway fue seleccionado en la segunda ronda del draft de la MLB en 1981, pero eventualmente decidió jugar fútbol americano, donde brilló llevando a los Broncos a cinco Super Bowls, de los que ganó dos, además ingresó al Salón de la Fama en el 2004.

Tom Brady, probablemente el mejor jugador en la historia de la NFL, fue seleccionado en 1995 por los Montreal Expos de la MLB como cátcher, sus habilidades eran tan notables que los cazatalentos lo veían como futuro All-Star. Aún así, Brady eligió a los Michigan Wolverines para jugar a nivel colegial y lo demás es historia, fue reclutado por los New England Patriots, donde ganó siete anillos de Super Bowl, fue elegido tres veces Jugador Más Valioso de la NFL y es el quarterback más exitoso de todos los tiempos.

Otro quarterback, Russell Wilson, fue elegido por los Colorado Rockies y jugó dos años en ligas menores como segunda base. Sin embargo, su futuro estaba en los Seattle Seattle, donde se convirtió en campeón del Super Bowl XLVIII. Durante ese tiempo los New York Yankees lo adquirieron, pero no llegó a debutar en las Grandes Ligas.

En el 2018 los Oakland Athletics invirtieron la novena selección global del draft en Kyler Murray, quien dejó pasar la oportunidad de convertirse en beisbolista profesional para continuar en el fútbol americano colegial con Oklahoma. Murray ganó el Trofeo Heisman ese año y se convirtió en la primera selección global del draft del 2019 con los Arizona Cardinals. Es el único atleta de la historia en ser elegido en la primera ronda de ambos deportes.

Hay jugadores como Jameis Winston (Yankees) y Colin Kaepernick (Chicago Cubs) que también tuvieron la oportunidad de brillar en el diamante, pero prefirieron el emparrillado.

En el caso de Patrick Mahomes, el ahora quarterback de los Kansas City Chiefs fue elegido por los Detroit Tigers en el 2014 como pitcher, pero decidió irse a jugar fútbol americano en Texas Tech en lugar de seguir los pasos de su padre Pat Mahomes Sr., quien fue lanzador en las Grandes Ligas durante más de una década con los Minnesota Twins, Boston Red Sox, New York Mets, Texas Rangers, Chicago Cubs y Pittsburgh Pirates.

Pero también hay casos inversos, como el de D.J. Dozier, quien jugó en la NFL con los Minnesota Vikings y Detroit Lions, pero más tarde debutó con los Mets en la MLB; por su parte Jeff Samardzija, después de jugar en Notre Dame como receptor abierto firmó con los Cubs y tuvo una sólida carrera como lanzador en las Grandes Ligas.