Aaron Glenn, entrenador en jefe, defendió a su mariscal de campo pese a terrible juego en Londres
Fue la peor actuación aérea en la historia de los New York Jets, y aun así, el centro de la debacle, el mariscal de campo Justin Fields, recibió un fuerte voto de confianza del entrenador Aaron Glenn, quien reprendió a un periodista por preguntarle si consideraría un cambio de mariscal de campo.
"¿Qué clase de pregunta es esa?", preguntó Glenn después de que los Jets cayeran a 0-6 con una derrota de 13-11 ante los Denver Broncos el domingo en el Tottenham Hotspur Stadium.
"Hay jugadores que tienen malos partidos", añadió el entrenador. "Eso no significa que simplemente los dejen en la banca. Vamos, tú sabes más que eso".
No fue solo un mal partido; fue uno de los peores de todos los tiempos.
Además, el receptor estrella Garrett Wilson, quien solo realizó tres recepciones para 13 yardas, cuestionó la decisión de las jugadas. Para colmo, Wilson, posiblemente su mejor jugador, sufrió una lesión en uno de los ligamentos de la rodilla, según informó una fuente a ESPN. Se le realizará una resonancia magnética a su regreso a New Jersey.
El único equipo sin victorias de la NFL terminó con -10 yardas netas aéreas, la cifra más baja de la franquicia, la peor para cualquier equipo en casi tres décadas. Los San Diego Chargers registraron -19 yardas el 20 de septiembre de 1998 contra los Kansas City Chiefs.
Justin Fields completó 9 de 17 pases para 45 yardas y perdió 55 yardas en nueve capturas, lo que resultó en un total neto negativo. Varios factores contribuyeron a la inutilidad, incluyendo la selección conservadora de jugadas del coordinador ofensivo Tanner Engstrand y ocasionales fallos en la protección de pase.
"El juego aéreo fue inexistente", aceptó Glenn.
Fields fue presionado en 14 de 29 retrocesos (48%), según NFL Next Gen Stats, pero gran parte de ello se debió a que mantuvo el balón demasiado tiempo en la bolsa de protección. En ocasiones, no vio receptores desmarcados.
Esta no era una tendencia nueva. La semana pasada, fue capturado cinco veces en la derrota contra los Dallas Cowboys. "Entiendo adónde quieren llegar, pero escuchen", explicó Glenn al ser preguntado sobre la situación laboral de Fields. "Hay otros jugadores que también tienen que mejorar su juego, así que no quiero culpar a Justin de todo esto”.
"No pueden simplemente decir: 'Vaya, lo vamos a dejar en la banca', porque pensé que en otros partidos ha jugado bien. Así que no lo veo simplemente como: 'Jugó mal, lo vamos a dejar en la banca'". No lo veo así”,
La peor secuencia llegó al final de la primera mitad, cuando los Jets tenían cuarta y 1 en su yarda 47 y no realizaron otra jugada a pesar de que quedaban 32 segundos en el reloj. La ofensiva no mostró urgencia en la serie ofensiva, que consistió en 10 jugadas, incluyendo una conversión exitosa en un engaño de despeje.
Fue desconcertante. Un Wilson furioso reclamó a Glenn mientras salían del campo al medio tiempo. Glenn disculpó el arrebato de Wilson, atribuyéndolo a la competencia.
Después, Wilson seguía hirviendo de frustración.
"Simplemente no sabía exactamente cuál era el plan", dijo, sobre su intercambio con Glenn. "Una vez que lo descubrí, me decepcioné. Solo lo diré".
Wilson también señaló: "Creo que debemos tener una mentalidad de 'No tenemos nada que perder'”.
"Incluso en la televisión, creo que todos deberían verlo. Como aficionados que ven al equipo y a los medios, deberían darse cuenta de que jugamos como si no tuviéramos nada que perder. No creo que eso haya sido evidente hoy. Creo que ahí es donde tenemos que... vamos 0-6. A dejarlo pasar. Lo digo."
La explicación de Glenn sobre la fallida serie ofensiva de dos minutos fue cuestionable. En esencia, dijo que no quería devolver el balón a los Broncos antes del medio tiempo, sabiendo que los Jets recibirían la patada inicial de la segunda mitad. Glenn quería las posesiones consecutivas, contento de llegar al descanso con una desventaja de 10-6.
"Creo que lo más importante es que nuestra idea era no dejar que terminaran la primera mitad con el balón", reiteró Fields. "Queríamos terminar la primera mitad con el balón. Intentamos jugar así".
Fue una de las muchas decisiones curiosas de los Jets, que cayeron a 0-6 por tercera vez en la historia de la franquicia. Su pase más largo fue de 11 yardas, y terminaron con 82 yardas netas totales, la tercera cifra más baja en un solo partido en la historia de la franquicia.
"No fue suficiente, y empieza por mí", aceptó Fields. "Tengo que sacar el balón. Tienen una buena línea defensiva. Llegaron rápido al backfield. Una vez que coges ese ritmo, tienes que ir uno, dos y salir disparado".
El guardia John Simpson añadió: "No superar las 100 yardas totales es una locura".