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Brandon Copeland, un león suelto en Wall Street

Brandon Copeland estaba despierto ya tarde en Baltimore, observando las pantallas en la oficina improvisada del sótano de la casa de su madre. Leía todo lo que podía, anotando comentarios para las presentaciones que necesitaba realizar. Las horas se alargaban hasta la madrugada, en ocasiones hasta las 2 a.m. Su equipo, sin embargo, contaba con él.

El trabajo, que fue completado a distancia en Maryland, Michigan y en su casa permanente de New Jersey, no es una labor intensa, aunque puede cansar la vista. El trabajo tiene un propósito. La información tiene valor.

Copeland necesita formular una opinión fuerte, una combinación de evidencia y sentimientos personales de empresas públicas. Esos resultados serán presentados a su colega, Ron Darnowski, durante las juntas en Weiss Multi-Strategy Advisers cuando se trate de discutir las más recientes valoraciones de IPO que ambos han estado investigando. Si su equipo está en lo correcto, la firma --y sus clientes-- ganarán dinero.

El graduado de Wharton de 25 años de edad se unió al mundo de las finanzas con un empleo de temporada baja en Weiss en marzo pasado como analista en la primavera, balanceando los entrenamientos para quedarse con los Detroit Lions por tercera campaña consecutiva mientras se prepara para una vida después del fútbol americano. La oportunidad dura oficialmente hasta junio, pero podría alargarse perpetuamente su si Copeland lo desea.

Copeland está asistiendo a Darnowski, un corredor en la empresa, a desarrollar estrategias que ayuden al modo en que consiguen inversionistas y deciden a qué precios invertir. Información privilegiada les impide que discutan detalles específicos sobre lo que trabaja Copeland.

"Es parte del proceso y él trabaja para nuestra firma y conmigo porque contribuye al proceso y hace mejor al equipo", explicó Darnowski. "No es, 'Oh, vamos a ayudar a Brandon y enseñarle algo y vamos a encargarle algo de trabajo'.

"Está haciendo el trabajo y sumando al proceso que se hace aquí. Pero la otra cara de eso es que es como cualquier que es nuevo y está verde y está aprendiendo el proceso, su contribución va a ser relativamente pequeña, pero es material. Es parte del equipo".

Es un equipo que Copeland ha tenido en la mira por un tiempo.


George Weiss, fundador de la firma que lleva su nombre, es un benefactor al programa de fútbol americano de la Universidad de Pennsylvania. Nick Morris, un ex back defensivo de Penn, es un socio que está a cargo de la mesa de correduría en Weiss y es cofundador de Health Warrior. Ambos charlan en ocasiones sobre los jugadores que Penn estaba reclutando. Copeland sobresalió. Morris pensó que Copeland era demasiado talentoso para Penn. Así que cuando Copeland eligió a Penn, ambos alumnos Quaker empezaron a investigar más sobre el nuevo estelar de su equipo.

Inicialmente se conocieron a través del programa de fútbol americano, uno a menudo vinculado a empleos posgrado en finanzas. Después de la primera reunión, una cosa fue evidente. Copeland hacía seguimiento. Investigaba. Hacía preguntas. Deseaba aprender, hallar mentores. Weiss, Morris y Darnowski dijeron que uno estaría sorprendido al darse cuenta de cuántos estudiantes universitarios no lo hacen. Así que cuando uno lo hace --y es tan afable e inteligente como Copeland-- deja una impresión positiva.

"Algunos chicos, llegan con cierta ingenuidad y creen que les irá bien académicamente y su futuro estará hecho", dijo Weiss. "Aprender a conocer a la gente correcta para asistirte, conocer el término rabino, en negocios, pero es alguien realmente en negocios que te puede dar un consejo.

"Así que aquí hay un chico que tiene 19 años de edad que está haciendo preguntas y entendiendo lo que una educación de Wharton, de Penn puede hacer por ti. Así que eso es probablemente lo que más me impresionó. Y lo hizo por sí sólo. Nos buscó para llegar aquí y hablar con nosotros".

Las conexiones influenciaron el futuro de Copeland. Fue pasante para UBS por dos veranos durante la universidad. No reclutado en el 2013, se quedó en el campamento de entrenamiento de los Baltimore Ravens, fue cortado, y aterrizó con los Tennessee Titans. Estuvo en la escuadra de prácticas de los Titans por ese año. Fue a New York por dos semanas en la temporada baja del 2014 para seguir a Morris y Weiss. De no haber funcionado el fútbol americano, es posible que estuviera trabajando en UBS o Weiss de tiempo completo ahora.

Sus pasantías y educación dejaron a Copeland emocionado. Sus jefes en Weiss sabían que podían tener algo más en él luego de que Morris lo enviara a una firma de corredores y no le avisó que tendría que dar una presentación de cinco minutos extemporánea. Lo hizo. Morris recibió después mensajes de texto describiendo lo bien que había hecho Copeland.

"Ese fue el momento para mí. Entendí que la verdadera venta y traspaso y compra de acciones era algo que me intrigaba mucho", admitió Copeland. "Puedes cambiar tus finanzas de la noche a la mañana, no es que tratamos de realizar apuestas, pero para un chico de Baltimore observando una pantalla de computadora, 'OK, puedes cambiar tus finanzas, tu cuenta de banco de la noche a la mañana y la espalda no te duele; no estás haciendo pesas'.

"ES simplemente, empleas tu cerebro para hacer dinero. Eso me intrigó".

El ritmo de las finanzas recordó a Copeland del fútbol americano y se convirtió en su interés principal, lo que hizo que empezara a negociar títulos durante su estancia en Tennessee.


Copeland se presentaba a las reuniones, nervioso. En la escuadra de prácticas de Tennessee, trató de absorber tanta información como fuera posible sobre su nueva carrera. Necesitaba saber lo que hacían los Titans esa semana, aparte de sus roles en la escuadra de prácticas.

Su teléfono le tentaba. Tratar de negociar, donde el mínimo cambio en el mercado puede hacer la diferencia entre ganar y perder, era estresante. Si compraba acciones antes de una reunión de las 8:15 tiempo del centro, se pasaba al baño una hora más tarde a revisar su teléfono pasa saber si vender o no vender.

Los martes consistían en levantarse temprano, prender CNBC, leer los cables de noticias, investigación de consultar información preparada en la semana para tratar de generar tanto dinero como fuera posible. Creía que no estaba afectando su enfoque de fútbol americano, pero si deseaba hacerla en la NFL, sabía que tendría que concentrarse solamente en el fútbol americano mientras estuviera dentro.

"Entre las repeticiones con mi preparador, recuerdo estar sentado con el teléfono en la mano, esperando para jalar del gatillo", dijo Copeland. "Estaba muy metido en las opciones, y se pueden mover bastante rápido, lo que es bueno. Entre repeticiones, estaba metido en mi teléfono.

"Ahora he aprendido que, 'Ey, necesito enfocarme al 100 por ciento en lo que estoy haciendo'. Así que así funcionó todo".

Copeland dejó la correduría a las semanas de haber concluido la campaña del 2013. Dijo que al final terminó arriba, lo que "dificulta parar". No culpa haber estado fuera de la liga durante el 2014 a sus operaciones, pero cuando se volvió a enfocar en un último intento en la liga, sabía que no podía volver.

Dijo que no ha regresado desde que se unió a los Lions.


Al tiempo que Copeland creó una carrera de NFL tras firmar con los Lions luego del Combinado para veteranos del 2015 --con un cheque de pago de la NFL-- no olvidó sus primeros empleos: en las bodegas de Walmart; administrando reportes de gastos para la Social Security Administration; portero en un Smokey Joe de Philadelphia. Así que mientras planea su siempre cambiante estrategia de inversión, se ha convertido en un ahorrador.

"Literalmente he acaparado dinero", dijo Copeland. "Literalmente estoy juntando, juntando, juntando. Cualquier cosa que puedo lo meto en una cuenta y lo dejo allí, he llegado al punto en que tengo lo suficiente, si el fútbol americano, tengo más que suficiente para sobrevivir por un tiempo.

"No tengo que volver de inmediato al mundo del trabajo. Ahora es momento de meterle algo de dinero al trabajo".

Se trata de menos estrés y menos riesgo. Sus inversiones ahora, dijo, son seguras y jugadas a largo plazo. Está abierto al riesgo, pero evita la volatilidad que solía tener con las opciones.

Aunque sigue armando su estrategia para sus ahorros e inversiones de este año, estima que invertirá cerca del 60 por ciento de su salario, después de impuestos. Ahorrará cerca del 30 por ciento de ese salario. Y tendrá que vivir del 10 al 15 por ciento restante. Es rápido en sugerir --ha estado trabajando en el mundo de las finanzas, después de todo-- que se trata de su estrategia personal y no es para todos.

"Cada cheque es dividido, no necesariamente de ese modo, pero siempre le pongo un límite al año, tan pronto como regresa abril. Ahora cualquier cosa que tengo en mi cuenta de años previos, no lo toco", señaló Copeland. "Lo guardo para inversiones o lo que sea, pero para vivir no lo toco. Vivo de lo que gano en la primavera con los cheques de las actividades organizadas del equipo y ese tipo de cosas, y vivo de la temporada en activo.

"Todavía me puedo ceñir a normas estrictas en términos de lo que toco en cuanto al dinero. Está garantizado que el fútbol americano se acabará un día. Le digo eso a los chicos todo el tiempo".

Así es como terminamos de vuelta en Weiss.


Cuando preguntó en Weis por una potencial posición a principios de año, no sabía si le pagarían. Dijo a Weiss no preocuparse por el dinero. Lo hizo por la educación. Cuando Weiss insistió, Copeland le dijo que utilizaría al menos una parte de su ingreso en Weiss (miles de dólares) para fundar su campamento de fútbol americano para chicos de las áreas pobres de Baltimore, para proveerlos con útiles escolares y otras donaciones comunitarias.

La filantropía no es nueva para jugadores de la NFL, pero en Weiss, Copeland tuvo un mentor ahí, también. Eso, dijo Weiss, es primordialmente lo que discuten ambos, ahora.

"Brandon es un chico increíblemente talentoso, no solamente como atleta, sino como humano y lo que hace por la sociedad y los programas que ha generado en Baltimore para chicos pobres", dijo Weiss. "Tiene talento, y lo sé porque lo contrataríamos en un segundo cuando acabe su carrera de NFL.

"Así que realmente se trata de alinear su futuro para cuando deje de jugar al fútbol americano".

Copeland piensa a menudo en su futuro, desde la planeación financiera hasta el fútbol americano hasta lo que hará cuando acabe. Copeland intenta aprender lo suficiente para eventualmente trabajar solo. Weiss es una opción. Morris y Darnowski, comprendiendo sus tiempos y su deseo de hacer que el fútbol americano dure tanto como sea posible, le extendieron asignaciones con flexibilidad a propósito, para acomodarse con sus entrenamientos para que pudiera hacer todo bien.

Le han encargado tareas que amplían su educación financiera. Luego de evaluar sus intereses y personalidades, fue la razón por la que Morris emparejó a Copeland con Darnowski. Parecido al modo en que los coaches desarrollaron a Copeland sobre el emparrillado, Morris y Darnowski intentan desarrollar a un elemento que piensan puede convertirse en un futuro estelar de Wall Street.

"Esperamos que seamos capaces de desarrollar las habilidades financieras que tienen que ver con evaluar empresas, evaluar industrias", dijo Morris. "Vinculas eso con su personalidad y existe gran oportunidad para él en Wall Street. Esas características, existe gran oportunidad.

"Lo envié a esas casas de corredores simplemente para que conociera personas y se integrara. Mientras viene de regreso, la gente me llama y me dice 'Este chico es una estrella'. Así es que no es que yo tenga un talento especial para elegir a la gente. Él simplemente tiene ese factor del 'eso', y existen muchas oportunidades para alguien en Wall Street que lo tiene".