MÉXICO -- Pareciera ser que en los últimos años, el éxito ha estado a un paso de distancia de Los Angeles Chargers, sin embargo, siempre ocurre una lesión, una jugada desafortunada que los regresa a la realidad y su reciente mudanza a Los Angeles no ha sido tan exitosa, ya que incluso han sufrido para llenar los asientos del Stub Hub Center.
Los recientes logros del otro equipo de la ciudad, los Rams, tampoco ayuda a la ecuación. Es precisamente por esto que los Chargers necesitan tener éxito la próxima temporada, y es por esa necesidad que van por la División de la Oeste en la Conferencia Americana.
A continuación, les presento las razones por las que los Chargers ganarán su división:
DEFENSIVA ELÉCTRICA: La secundaria de los Chargers está cargada de talento. Su esquinero titular Casey Hayward es de los mejores de la liga. Evidencia de ello es que en su joven carrera ya ha sido seleccionado a dos Pro Bowls seguidos. Junto a él tiene una gran compañía con nombres como Trevor Williams, Jason Verrett, Jahleel Addae, Desmond King, y el profundo reclutado en la primera ronda del último draft Derwin James, quien tiene gran potencial. Y es que no solo es la secundaria, en la línea defensiva tienen dos amenazas llamadas Joey Bosa y Melvin Ingram. Estos dos aterrorizaron a los mariscales de campo rivales al sumar 23 capturas, al tiempo que provocaron cinco balones sueltos el año pasado. Los Angeles tiene armas para provocar pesadillas en las ofensivas de su división.
RESTRUCTURACIÓN EN KANSAS CITY: Los campeones vigentes de la AFC Oeste están en una autentica etapa de restructuración interna. Se deshicieron de su mariscal de campo titular Alex Smith al igual que de su esquinero más importante Marcus Peters. Esto deja a Patrick Mahomes II como el encargado de ser el líder de los Chiefs. Sin embargo, su falta de experiencia puede ser muy costosa para Kansas City, al menos esta temporada.
INCERTIDUMBRE EN DENVER: Los Broncos se hicieron de los servicios de Case Keenum esta primavera. El mariscal de campo tuvo una temporada aceptable con los Minnesota Vikings en el 2017, lanzando para 3,547 yardas y 22 touchdowns, pero en un equipo que no le pedía ganar partidos, sólo manejarlos. Está por verse cómo se va a desempeñar en Denver donde no está rodeado de mucho talento por el momento.
PRESIÓN EN OAKLAND: La expectativa general era que los Raiders iban a regresar a la postemporada en busca de venganza después de la lesión que sufrió Derek Carr contra los Indianapolis Colts en la Semana 16 de la temporada del 2016, pero no fue así. Los Raiders terminaron con una marca 6-10 y se desprendieron de su entrenador en jefe Jack Del Rio. No hay ninguna duda que su reemplazo Jon Gruden es un gran entrenador, pero lo que es una realidad es que los Raiders están obligados a entregar una campaña exitosa en uno de sus últimos años en Oakland antes de mudarse a Las Vegas. La pregunta es si podrán soportar la presión o colapsaran como la temporada pasada.
DOMINIO DEL LIDERAZGO: La posición más importante --quizás-- de todos los deportes es la de mariscal de campo. A su favor, los Chargers tienen en su arsenal al mejor pasador de la división en Philip Rivers. Los Raiders tienen al que sería su competencia más cercana en la AFC Oeste con Carr, sin embargo, al comparar sus números en la temporada pasada es claro quién tiene la ventaja.
Rivers: 4,515 yardas aéreas, 28 pases de touchdown, 10 intercepciones y un índice de pasador de 96.
Carr: 3,496 yardas aéreas, 22 pases de touchdown, 13 intercepciones y un índice de pasador de 86.4.
Además, Rivers no está solo, en su ofensiva lo rodea un elenco digno de envidia. A los extremos tiene a los receptores abiertos Keenan Allen y Travis Benjamin, quienes fueron responsables de recibir para 1,960 yardas y 10 touchdowns en conjunto el año pasado. Detrás tiene al corredor Melvin Gordon, que en la campaña previa rebasó la barrera de las 1,000 yardas y anotó unos muy respetables ocho touchdowns. Por si fuera poco, los Chargers añadieron al centro Mike Pouncey en la agencia libre con un contrato por dos años para por fin brindarle protección a Rivers.
El próximo enero --si no es que antes-- debemos estar viendo a los Chargers campeones divisionales y quién sabe, también podrían tener una gran posibilidad de jugar el 3 de febrero en Atlanta.