Con los campamentos de entrenamiento programados para arrancar a finales del mes, recorremos las ocho divisiones de la NFL para encontrar la interrogante más importante por lesión que deberá responder cada equipo en su plantilla. Continuamos con la NFC Este:
Dallas Cowboys
DeMarcus Lawrence, ala defensiva
Francamente, había dos candidatos importantes para ser elegido en este sitio para Dallas. El centro Travis Frederick perdió toda la campaña pasada al tiempo que libraba una batalla contra el síndrome Guillain-Barre, y encima de eso se sometió a un par de procedimientos quirúrgicos en el actual receso de temporada. No obstante, como unidad, los Cowboys pierden más a la defensiva sin Lawrence que a la ofensiva sin Frederick. Lawrence firmó en abril el mayor contrato en la historia de la franquicia, y unos días más tarde, se sometió a una cirugía en el hombro. Quedaría marginado de la actividad durante el campamento de entrenamiento si, como se espera, arranca en la lista de imposibilitados para participar por problemas físicos. Aunque el equipo mantiene optimismo de que estará listo para el inicio de la temporada regular, no hay ninguna garantía. Y si los Cowboys inician la campaña sin Lawrence, o con un Lawrence fuera de forma, es difícil apuntar con certeza a un candidato en la plantilla que pueda compensar esa producción.
New York Giants
Mike Remmers, tackle ofensivo
Uno de los puntos de énfasis en el receso de temporada para los Giants fue la reconstrucción de su línea ofensiva, y la contratación de Remmers es uno de los puntos clave. Quizás el mejor recuerdo que existe en la NFL de Remmers llegó en el Super Bowl 50, cuando los Denver Broncos abusaron de él cuando alineaba como tackle derecho de los Carolina Panthers. Para ser justos, Remmers ha elevado su nivel en las temporadas recientes, y el año pasado inició 16 partidos como guardia para los Minnesota Vikings. Con los Giants, se espera que regrese a su posición natural de tackle derecho y se haga del puesto titular sobre Chad Wheeler, un agente libre no reclutado del 2017 que terminó por quitarle su empleo al decepcionante Ereck Flowers. En New York, Remmers se ve reunido con el gerente general Dave Gettleman, el ejecutivo que lo firmó a la plantilla de Carolina cuando ocupaba el mismo puesto para los Panthers. Pero el liniero ofensivo de octavo año se sometió a una cirugía en la espalda durante la temporada baja, y no participó en las sesiones de temporada baja con el club. Los Giants enfrentan una interrogante mayor en la posición de quarterback, pero eso podría no importar demasiado si la línea ofensiva no juega significativamente mejor en el 2019 que el año pasado.
Philadelphia Eagles
Carson Wentz, quarterback
La parte financiera está resuelta. El recluta N° 2 global del draft del 2016 de la NFL firmó recientemente una extensión contractual de cuatro temporadas y 128 millones de dólares. El acuerdo con el quarterback incluye 107 millones de dólares garantizados, y aunado al hecho de que Philly permitió a su suplente de lujo y Jugador Más Valioso del Super Bowl LII, Nick Foles, emigrar en la agencia libre, está claro que los Eagles lo apuestan todo a Wentz. El problema es que, en los últimos dos años, Wentz ha aterrizado en la lista de reservas lesionados antes de concluir la campaña. En el 2017 fue una seria lesión de rodilla, y en el 2018 hubo un problema de espalda. Todavía en abril, Wentz dijo a reporteros que el hueso fracturado en la espalda no había sanado por completo, aunque sí señaló sentirse bien. Las señales apuntan a que Wentz estará completamente recuperado cuando arranque la próxima temporada. Pero, si por algún giro desafortunado del destino, volviera a aterrizar en la lista de reservas lesionados, la alternativa desde la banca, hoy, se llama Nate Sudfeld.
Washington Redskins
Derrius Guice, corredor
Para ser un plan de emergencia, la contratación de último minuto de Adrian Peterson funcionó muy bien para los Redskins en el 2018. El veterano firmó un contrato por una temporada en Washington inmediatamente después de que el recluta de segunda ronda del año pasado se rompiera el ligamento anterior cruzado en su debut de pretemporada, y luego de superar las 1,000 yardas terrestres --junto con siete touchdowns--, se ganó un nuevo contrato en la presente temporada baja, esta vez uno de dos años. No obstante, el futuro del backfield en Washington en Guice, y la recontratación de Peterson --quien sabe muy bien de rehabilitación por rotura de ligamento anterior cruzado-- sirve como póliza de garantía en el proceso de recuperación del producto de LSU. No todos los jugadores que regresan de lesiones como la de Guice muestran un nivel alto de confianza en sus rodillas, y eso es especialmente importante en la posición de corredor. Será interesante conocer la repartición de acarreos en Washington cuando comience la temporada y, sobre todo, ver cómo se pueda ir modificando conforme avance la campaña y Guice adquiera algo de ritmo ofensivo.