SANTA CLARA, Calif. -- Nick Bosa, ala defensivo de los San Francisco 49ers, se someterá a una resonancia magnética por una posible lesión en el tobillo derecho, la cual lo obligó a dejar la práctica del miércoles.
A 45 minutos de concluir la sesión, Bosa se enredó con varios jugadores en una jugada por tierra por el lado derecho y se mantuvo en el piso tras el final de la acción. Miembros del equipo médico del equipo lo asistieron rápidamente y examinaron la parte baja de la pierna derecha y el tobillo.
Luego de unos minutos, Bosa pudo ponerse de pie y salir del campo con la ayuda de dos preparadores físicos y ya sin asistencia, lentamente se dirigió al Levi’s Stadium para ser evaluado.
El coordinador defensivo Robert Saleh expresó optimismo sobre el estatus de Bosa, aunque dijo no tener una actualización definitiva.
“(Nick) está bien. Aún no tenemos noticias, pero no creo que haya nada de qué preocuparse”, señaló Saleh.
Bosa, segunda selección colegial global en el draft de la NFL de Ohio State, tiene un largo historial de lesiones. Perdió la mayor parte de la temporada pasada con los Buckeyes por una lesión muscular sufrida en el tercer juego de la temporada. Tras ser reclutado en abril, perdió la mayor parte del programa de trabajo de receso de temporada de los 49ers por un problema en el muslo y en su último año de preparatoria sufrió la rotura del ligamento anterior cruzado.
En su primer campamento de entrenamiento en la NFL, Bosa pudo participar en nueve prácticas y dio una grata impresión a sus compañeros y coaches al trabajar con la defensiva titular.
El miércoles entrenó con el primer equipo antes de dolencia.
“(Nick) ha progresado muy bien. Estamos contentos con él”, indicó Saleh. “Sabe cómo presionar y ha sido muy bueno en el juego terrestre. En ese punto, está progresando muy bien. En general, estamos emocionados con él”.