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¿Por qué se decidieron los Cowboys por Mike McCarthy como head coach?

Pese a que algunos esperaban una búsqueda comprehensiva y, quizás, prolongada por un nuevo head coach para los Dallas Cowboys --una que incluyera figuras de la esfera universitaria como Urban Meyer y Lincoln Riley--, la franquicia habría dado por terminado el proceso con la contratación de Mike McCarthy como el noveno entrenador en jefe de la franquicia.

Aunque la decisión de elegir a McCarthy no debe sorprender demasiado, el hecho de que solo se revelaron los nombres de dos entrevistados en el proceso, sí. Aparte de McCarthy, supimos que los Cowboys charlaron con el ex entrenador en jefe de los Cincinnati Bengals, Marvin Lewis.

La llegada de McCarthy es, hasta cierto punto, muy fácil de entender. No crean que pasó inadvertido por la cabeza de Jerry Jones que, el anillo que conquistó McCarthy al frente de los Green Bay Packers en el Super Bowl XLV frente a los Pittsburgh Steelers ocurrió en el AT&T Stadium, también conocido como "Jerryworld"; o que los Packers de McCarthy eliminaron en postemporada a los Cowboys dos veces en la Ronda Divisional, en el 2014 y 2016.

Pero esas no son, desde luego, las razones de peso por la contratación de McCarthy. Jones es mucho más inteligente que eso.

Los principales motivos que unieron a McCarthy con los Cowboys son otros:

1. La directiva mantiene el mando en cuanto a decisiones de personal. Hay muchos coaches que esperan tener control sobre decisiones de personal, ya sea en términos de contrataciones de veteranos en la agencia libre, canjes, y por supuesto el draft. En Green Bay, fue el gerente general Ted Thompson quien se encargaba de eso, escuchando desde luego a McCarthy, pero conservando la última palabra. McCarthy está acostumbrado a trabajar bajo este tipo de esquema, y sabemos que a Jones le gusta controlar este aspecto, junto con su hijo Stephen y el vicepresidente de personal, Will McClay. Los frecuentes aciertos de Dallas en recientes drafts indican que no hay mucho por mejorar en este rubro, y si no está roto, no hace falta arreglarlo.

2. El trabajo con Dak Prescott. La carta más fuerte de presentación de McCarthy como entrenador, después de su anillo de Super Bowl, es el trabajo que hizo en el desarrollo de la carrera de Aaron Rodgers. Bajo su tutela, Rodgers se convirtió en un pasador de élite y futuro miembro del Salón de la Fama. Dak Prescott ha avanzado como quarterback de NFL, y en el 2019 le vimos una temporada con calibre de Pro Bowl, más allá de que no fue invitado al partido de estelares en un principio. No obstante, aquí sí hay espacio para mejorar y McCarthy será juzgado en gran parte durante el tiempo que dure en el rancho por lo que logre hacer con Prescott.

3. El trabajo con el resto de la ofensiva. Aunque la posición de quarterback es la más importante para lo que viene en el trabajo de McCarthy, no hay que desestimar el resto de la ofensiva. Particularmente, las posiciones de juego aáreo. Bajo McCarthy, los Packers disfrutaron grandes campañas de Randall Cobb, Jordy Nelson, James, Jones, Greg Jennings, Donald Driver, Bubba Franks, y Jermichael Finley, por mencionar a los más importantes. Dallas requiere un rearmado de su arsenal aéreo, y McCarthy será clave en este proceso.

También, la línea ofensiva contó con elementos sólidos como Josh Sitton y David Bakhtiari, aunque nunca con el calibre de linieros ofensivos como los que tendrá a su disposición en Dallas.

Lo anterior no quiere decir que McCarthy va a tener éxito automáticamente. El coach tuvo años complicados hacia el final de su mandato en Green Bay, y el deterioro de su relación con Rodgers fue apenas una de las causas que llevaron a su despido eventual. En Dallas, ninguno de los jugadores de su vestidor tiene una personalidad tan dominante, todavía, como la del quarterback de los Packers, pero eso no quita que lidiar con el vestidor de uno de los equipos más mediáticos de la liga no sea todo un reto en sí mismo.

Hacia el final de su mandato en Green Bay, otra de las críticas fuertes en contra de McCarthy era que su ataque se había vuelto demasiado predecible. Esa filosofía, que tenía a Rodgers lanzando el balón constantemente, dejando en segundo plano al juego terrestres, no va a funcionar en Dallas, y no tiene por qué funcionar en Dallas. McCarthy nunca ha contado con un corredor de la calidad de Ezekiel Elliott, y parte de lo que McCarthy deberá aprender es usar de mejor manera su backfield --algo que Green Bay está haciendo a la perfección ahora, bajo el mando de Matt LaFlaeur--.

McCarthy se tomó el 2018 fuera de la liga. De acuerdo a sus propias declaraciones, la pasó estudiando nuevas tendencias ofensivas, actualizándose, y preparándose para cuando se presentase la siguiente oportunidad. Esa siguiente oportunidad llegó con uno de los "Dream Jobs" de la NFL. Solamente hay 32 head coaches en la liga, pero no todos son iguales, y por supuesto que dirigir las riendas del equipo de Dallas conlleva mayor escrutinio que otros.

Dallas se decidió por McCarthy después de un proceso muy breve de entrevistas, y quizás ello apunte a que la franquicia tiene confianza plena en lo que ofrece. Para una afición sedienta de Super Bowls, la paciencia será, también, corta para que McCarthy entregue resultados.