FRISCO -- Imaginen a la gerencia de los Dallas Cowboys armando las piezas de un rompecabezas. Las cuatro esquinas están fijas, pero todavía hay mucho trabajo en el medio y la pieza que de alguna manera le dará forma a todo está desaparecida, perdida sin querer por debajo de la mesa. Ahí es donde se encuentran los Cowboys ahora en sus intentos por retener al quarterback Dak Prescott, receptor abierto Amari Cooper, esquinero Byron Jones, ala defensiva Robert Quinn y cualquiera otro de sus 25 jugadores que están por convertirse en agentes libres sin restricciones.
Parte de la dificultad de armar el rompecabezas es que no solamente se trata de acordar los términos de un contrato. También tiene que ver con las reglas que tienen que ver con el acuerdo laboral. Mientras la liga y la NFL Players Association han aceptado un nuevo contrato colectivo de trabajo, falta que se someta a voto por parte de la totalidad de los jugadores antes de ser finalizado. Para que ello suceda, los abogados necesitan encontrar el lenguaje apropiado.
Desde la perspectiva de un agente o un equipo, es difícil cerrar un contrato sin saber cuáles son las reglas que estarán rigiéndolo. El equipo necesita descifrar la estructura del contrato para hacer que funcione con el tope salarial. El agente no quiere dejar dinero sobre la mesa.
Entonces, esperamos.
"El modo en que veo estos contratos, los dos de los que hablamos", explicó el vicepresidente ejecutivo de los Cowboys, Stephen Jones, aludiendo a Prescott y Cooper, "cuando las cosas ganan momento pueden suceder en 24 horas. Es simplemente cuestión de obtener algo de tracción y dirigirse al camino correcto. Así que a veces, el tiempo no es bueno y tener una mecha corta sí lo es".
Pero parece que se agota el tiempo.
"Veo convenios que cierran una vez que se deciden. Como DeMarcus Lawrence, pasaron meses y semanas, y luego le llamamos por teléfono y se finalizó en 36 horas", recordó Jones. "Lo mismo con [Ezekiel Elliott]. Hay mucho de sentarse y esperar y sentarse y esperar. Luego ganas momento y suceden las cosas. No, no estoy preocupado. Un mes es mucho tiempo en una negociación".
Un vistazo a los números
Así que echemos un vistazo a algunos de los números más importantes dado lo que creemos saber sobre la fecha límite para etiquetas de jugador franquicia del 12 de marzo, el inicio del periodo legal para contactar a jugadores bajo contrato, el 16 de marzo, y la apertura del mercado abierto a partir del 18, con respecto a Prescott y Cooper.
200 millones de dólares, más 19.4 millones de dólares. Es el tope salarial esperado para la siguiente temporada, además de que cifras de la NFLPA muestran que los Cowboys contarán con aproximadamente 19.4 millones de dólares de espacio bajo el tope salarial sin usar en el 2019, así que tendrán alrededor de 220.5 millones de dólares de espacio total bajo el límite con qué trabajar en el 2020, según el Roster Management System de ESPN. La cifra final de la NFL para el tope salarial no ha sido fijada, pero podría elevarse hasta unos 2 millones de dólares más, dependiendo del status del acuerdo laboral.
79.8 millones de dólares: El espacio libre proyectado para los Cowboys, de acuerdo al Roster Management System de ESPN. Solamente los Tampa Bay Buccaneers, Buffalo Bills, Indianapolis Colts y Miami Dolphins tienen más espacio, pero este número nunca es estático y no toma en cuenta dinero destinado en ofertas calificadas a agentes libres restringidos, dinero apartado a reclutas de draft, convenios por lesiones, salarios de escuadra de prácticas, el dinero requerido para pagar incentivos, y un fondo para emergencias generales. Aunque sigue siendo una cantidad mayor a la que han tenido a su disposición los Cowboys a lo largo de los años, Jones no lo considera como espacio de sobra.
"Vamos a tener nuestros retos con el tope. Así será", dijo. "Ciertamente, es Dak y Amari los que lo reducirán rápidamente. Vamos a tener nuestros retos, pero no son retos que no podamos superar. Será algo sobre lo que realmente debemos mantener las manos encima".
35 millones de dólares: El salario promedio anual del quarterback de los Seattle Seahawks, Russell Wilson, como el mejor pagado en la NFL en su posición. Wilson ha ganado un Super Bowl con los Seahawks y los ha llevado a una segunda aparición de Super Bowl.
34 millones de dólares: El costo esperado de la designación de jugador franquicia exclusivo para Prescott, lo que le impediría negociar con otro equipo. Eso incrementaría cualquier charla sobre un contrato de aproximadamente 75 millones de dólares en los dos primeros años. Si el equipo utiliza la etiqueta de jugador franquicia sobre un alguien en años consecutivos, llega con un aumento en el precio de 120 por ciento.
34 millones de dólares: El quarterback de los Pittsburgh Steelers, Ben Roethlisberger, es segundo en la liga en términos de salario promedio anual. Ha ganado dos Super Bowls y ha llegado a un tercero con los Steelers.
33.5 millones de dólares: El quarterback Aaron Rodgers, quien tiene un triunfo de Super Bowl en su currículo con los Green Bay Packers, y el quarterback Jared Goff, quien llevó a Los Angeles Rams al Super Bowl en el 2018, empatan por el tercer salario promedio anual más alto.
33 millones de dólares: El salario promedio anual ofertado por los Cowboys a Prescott el año pasado, de acuerdo a fuentes, que el quarterback habría declinado. El candente inicio de Prescott a la temporada del 2019 --nueve touchdowns, dos intercepciones en sus primeros tres encuentros-- pareció ponerle fin a las negociaciones durante la temporada. Jones dijo que el equipo dejó de tener contacto con el representante del quarterback después de septiembre, y no se retomó hasta la semana pasada durante el Combinado de Talento en Indianapolis.
32 millones de dólares: El salario promedio anual del quarterback Carson Wentz con los Philadelphia Eagles.
27 millones de dólares: El costo esperado de la etiqueta de jugador franquicia no exclusivo para un quarterback. Si los Cowboys tuvieran que emplear la designación con Prescott nuevamente en el 2021, entonces llegaría a un costo de 33 millones de dólares, lo que deja la discusión sobre un contrato a largo plazo para el día de hoy en alrededor de 60 millones de dólares para los dos primeros años. Si los Cowboys usan la etiqueta de jugador franquicia no exclusivo, entonces los demás equipos pueden firmarlo, pero Dallas podría ser capaz de igualar dicha oferta o recibir dos selecciones de primera ronda como recompensa.
22 millones de dólares: El salario promedio anual de Julio Jones de los Atlanta Falcons como el receptor abierto mejor pagado de la liga.
19.25 millones de dólares: Mike Thomas de los New Orleans Saints es el segundo entre receptores abiertos con el contrato que firmó en el 2019. Thomas impuso marca con 149 pases atrapados para 1,725 yardas y nueve touchdowns en el 2019. Ningún jugador en la historia de la NFL tiene más recepciones (470) en sus primeras cuatro campañas que Thomas.
18.4 millones de dólares: El costo estimado de la etiqueta de jugador franquicia para Cooper. La etiqueta de jugador de transición costaría aproximadamente 15.9 millones de dólares. Si los jugadores aprueban el nuevo acuerdo laboral, los Cowboys no podrán utilizar las dos etiquetas, así que solamente sería aplicable en caso de que Prescott sea firmado a un contrato a largo plazo. Cooper cobró 13.9 millones de dólares en el quinto año de su contrato de novato bajo la opción a la quinta temporada.
18 millones de dólares: Tyreek Hill de los Kansas City Chiefs y Odell Beckham Jr., de los Cleveland Browns, tienen el tercer salario promedio anual más alto, pero en modos ligeramente distintos. Hill firmó un acuerdo por tres campañas la temporada pasada, mientras que Beckham firmó por cinco campañas en el 2018 con los New York Giants antes de ser negociado a Cleveland.