Cada Super Bowl tiene un lugar especial en el corazón y memoria de quienes lo jugaron y de los aficionados, pero en el consenso general, lo naturales que unos destacan más que otros.
Después de 54 juegos por el título de la NFL, elegir los mejores Super Bowls de la historia es cada vez una tarea más complicada, pues el paso del tiempo ha hecho que varios partidos clave en la historia de la NFL comiencen a desvanecerse de la memoria colectiva.
Por otro lado, jugadas como la improbable recepción de David Tyree en el Super Bowl LII, el touchdown en jugada de engaño en la edición LII, la intercepción de Malcolm Butler (XLIX) o la recepción de touchdown en los últimos segundos de Santonio Holmes (XLIII) son escenas icónicas de encuentros que ofrecieron emociones hasta los momentos finales y que salen en automático cuando se habla de los mejores juegos por el título en la historia de la NFL.
Echemos un vistazo a aquellos Super Bowls que no reciben el crédito y lugar que merecen y que cada vez son más subestimados con el paso del tiempo.
SUPER BOWL XXV
New York Giants 20-19 Buffalo Bills
La imagen de este Super Bowl en la memoria colectiva es la de un Scott Norwood desconcertado tras fallar el intento de gol de campo en los últimos segundos del encuentro, error que le dio el título a los New York Giants.
Además de darles su entonces segundo Trofeo Vince Lombardi a los Giants, la falla de Norwood permitió que el plan defensivo de los neoyorquinos trascendiera como uno de los más famosos en la historia de la NFL, a tal grado, que el Salón de la Fama lo tiene en exhibición. ¿Su creador? Bill Belichick.
Los Bills llegaron al Super Bowl XXV de la mano de una poderosa ofensiva que fue la mejor en puntos anotados en la NFL (26.8) y desquició a sus rivales con el empleo frecuente de ofensivas sin serie y de un juego aéreo sincronizado con rutas de pase cruzadas.
En lo que puede considerarse la primera obra maestra de su carrera, Belichick creó un plan de juego que, en primera instancia, engañó a los Bills, a quienes les abrió carriles para animarlos a usar más el ataque terrestre y, de alguna forma, emplear menos su mejor cualidad: el juego aéreo.
Cuando los Bills se animaban a atacar por aire, el plan de juego de Belichick indicaba que había que golpear y sacar de ritmo a los receptores en la línea de scrimmage para romper su sincronía con el quarterback Jim Kelly.
Pese a todo, el poderío ofensivo de los Bills les permitió anotar 19 puntos, aunque fue una diferencia considerable de siete menos en comparación con su promedio de unidades anotadas por juego en temporada regular.
Cierto. De haber conectado Norwood aquél infame intento de gol de campo, la historia de los Bills y quizá hasta la de la NFL hubiera dado un giro radical y quizá Norwood hubiera sido el Adam Vinatieri que sí reconocerá la historia, pero es algo que nunca sabremos.
El hecho es que el ataque de los Bills, aunque produjo una buena cantidad de yardas, no fue tan contundente como en temporada regular y Playoffs (vencieron 51-3 a los Raiders en la Final de la AFC), Norwood falló en el momento clave y los Giants ganaron un juego que, estratégicamente, ha sido de los mejores ejecutados en la historia de la NFL.
SUPER BOWL XXIII
San Francisco 49ers 20-16 Cincinnati Bengals
Este juego es un claro ejemplo del olvido que provoca el paso del tiempo.
Los 49ers y Bengals ofrecieron uno de los encuentros más emocionantes, espectaculares y dramáticos en la historia de los Super Bowls.
El duelo tuvo de todo: un choque defensivo que hizo que el marcador estuviera empatado 6-6 hasta la mitad del tercer cuarto y en un juego de estas características, regularmente se necesita de una genialidad de los equipos especiales para romper la tensión y ésta llegó.
Después de que los 49ers empataron el marcador con un gol de campo, los Bengals recuperaron la ventaja de inmediato cuando Stanford Jennings regresó 93 yardas hasta la zona final la subsecuente patada de kickoff.
El gusto le duró poco a Cincinnati, pues sólo un minuto con 25 segundos después, con un pase de 31 yardas a Jerry Rice, otro de 40 a Roger Craig y uno más de touchdown, de 14 yardas a Rice, Joe Montana guió a los 49ers a empatar de nuevo la pizarra: 13-13 con 14:09 por jugar en el último cuarto.
El duelo volvió a tomar tintes defensivos y los Bengals lograron irse al frente con otro gol de campo con 3:44 minutos en el reloj. De acuerdo al momento que vivía la batalla, parecía que la defensiva de Cincinnati tenía todo a su favor, pero enfrente estaba Joe Montana, quien en ese momento comenzó a dar forma a su leyenda.
En una serie ofensiva dirigida magistralmente, Montana completó ocho de nueve pases, incluido uno de 27 yardas a Rice para sobreponerse de un castigo que puso a los 49ers en segunda y 20, y culminó la obra con el mítico envío de touchdown de 10 yardas a John Taylor que le dio a San Francisco el título y la distinción de dinastía.
SUPER BOWL XXXVIII
New England Patriots 32-29 Carolina Panthers
Este encuentro fue una montaña rusa de emociones.
Fue otro choque de elevado nivel defensivo entre dos unidades que terminaron entre las 10 mejores de la liga y que así lo demostraron hasta que, gracias a la defensiva de los Patriots con 5:15 por jugar en el segundo cuarto, el marcador comenzó a dar señales de vida.
Mike Vrabel capturó a Jake Delhomme y provocó un balón suelto que los Patriots recuperaron en la yarda 20 de Carolina y que Tom Brady capitalizó cuatro jugadas más tarde con el pase de touchdown que puso 7-0 al frente a New England.
A partir de ese momento, cayó una cascada de intercambio de anotaciones que dejó el marcador 14-10 al medio tiempo.
El tercer cuarto volvió a ser una lucha defensiva sin cuartel sin puntos y los fuegos artificiales volvieron a explotar repentinamente al inicio del cuarto periodo, cuando los Patriots sacaron ventaja de 10 puntos, la cual borraron los Panthers cuando, con 6:53 por jugar, Delhomme se conectó con Muhsin Muhammad en pase de touchdown de 85 yardas para poner 22-21 arriba a Carolina.
New England respondió con un pase de touchdown de 1 yarda a de Brady a Vrabel y una conversión de dos puntos. Carolina empató con una anotación en carrera de 12 yardas de Ricky Prohel.
Con el marcador 29-29 con 1:08 por jugar, este duelo tenía el potencial de ser el primer Super Bowl con tiempo extra en la historia, pero en el kickoff de los Panthers, el pateador John Kasay mandó la pelota hacia afuera de las bandas laterales, castigo que le permitió a los Patriots iniciar su último ataque en excelente posición de campo (propia yarda 40) para buscar el gol de campo con el que, eventualmente, Vinatieri volvió a vestirse de héroe.
El duelo entre Panthers y Patriots fue estratégicamente de alto nivel, con jugadas explosivas y touchdowns de engaño, pero, gracias a Janet Jackson y Justin Timberlake, quedó en la memoria colectiva por aquél infame “error de vestuario” (wardrobe malfunction).
SUPER BOWL XLIV
New Orleans Saints 31-17 Indianapolis Colts
En un deporte en el que los momentos psicológicos son clave, Sean Payton reservó un lugar importante en la historia de la NFL con una de las decisiones más arriesgadas y que ha tomado cualquier entrenador en jefe.
Cada año, varios coaches pasan al banquillo de los acusados por las decisiones que toman y que no dan resultados (“Te hablan, Bill O’Brien”). En el máximo escenario de la NFL, Payton fue frío y calculador.
Abajo 10-6 al medio tiempo, los Indianapolis Colts y Peyton Manning recibirían el balón para iniciar el tercer cuarto. Los Saints se habían acercado en el marcador con un gol de campo en la última jugada de la primera mitad.
Arriesgarse a irse abajo por dos anotaciones no era opción para New Orleans, por lo que Payton decidió prácticamente jugar al “todo o nada” con una patada corta que, de no recuperar, dejaría a los Colts en muy buena posición para aumentar la ventaja en la pizarra y así manejar el ritmo del encuentro.
Thomas Morstead pateó corto y varios jugadores de Saints y Colts se lanzaron sobre el ovoide. Tras varios segundos de una lucha sin cuartel por el ovoide debajo de esa pila de jugadores, los oficiales decretaron que New Orleans había recuperado el balón.
Drew Brees guió a su ofensiva a anotar y a poner el marcador 13-10 a favor de los Saints. Gracias al potencial y versatilidad de su ofensiva, Manning y los Colts respondieron con otro touchdown para recuperar la ventaja, pero el momento psicológico del partido estaba totalmente a favor de New Orleans.
Tras la anotación de Indianapolis, los Saints anotaron 18 puntos sin respuesta, incluida la intercepción a Manning que Tracy Porter regresó a las diagonales con 3:14 por jugar y que selló la primera victoria de New Orleans en el Super Bowl.
SUPER BOWL XXX
Dallas Cowboys 27-17 Pittsburgh Steelers
Las intercepciones que sufrió Neil O’Donnell, en especial la segunda a manos de Larry Brown, quedaron como el recuerdo permanente en la memoria de un juego protagonizado por dos franquicias que ya habían creado una intensa y clásica rivalidad por sus choques en dos Super Bowls en los años 70.
Pocos recuerdan que, tras ir abajo 20-3 a la mitad del tercer cuarto, los Steelers comenzaron a remontar y buscaban, al menos, empatar la pizarra con menos de cinco minutos por jugar en el cuarto periodo de un duelo que había recuperado su dramatismo antes del fatídico error que marcó la carrera de O’Donnell.
Mucho se ha debatido si las dos intercepciones de Brown, quien las atrapó sin receptores a su alrededor, fueron errores del quarterback de Pittsburgh o de sus receptores al correr mal sus rutas de pase. El hecho es que Brown estuvo dos veces en el lugar y momento correctos y por ello, además de las siete tacleadas que sumó y dos envíos más que defendió, ganó el premio como Jugador Más Valioso del Super Bowl XXX.
Tras cada intercepción de Brown, Dallas anotó dos jugadas más tarde, primero para irse arriba 20-7 y en la segunda ocasión, para aumentar su ventaja a 27-17 con 3:47 por jugar.
De no estar Brown en el lugar y momento correctos en dos ocasiones, quizá ahora hablaríamos de que los Cowboys nunca pudieron vencer a los Steelers en el Super Bowl.
MENCIONES HONORÍFICAS
Super Bowl IV
Aunque la fusión entre la AFL y NFL era oficial, este fue el juego que realmente terminó de amalgamar la NFL moderna.
Pese a que un año antes, los New York Jets habían sorprendido tras vencer a los entonces Baltimore Colts en la edición III, aún se subestimaba a los equipos de la AFL, lo que se reflejó en los 13 puntos que daban a los Minnesota Vikings como favoritos sobre los Kansas City Chiefs.
Al final, los Chiefs dominaron de principio a fin y su victoria terminó por darle la credibilidad que merecía a la AFL.
Super Bowl VII
La posibilidad de poner fin a una temporada perfecta en un Super Bowl ofrece suficiente drama y suspenso para considerar este juego entre los mejores en la historia del duelo por el título de la NFL. Si no lo creen, pregúntenle a los Giants y Patriots de 2007.
Arriba 14-0 con 2:38 por jugar en el cuarto periodo, los Miami Dolphins buscaban asegurar el título de la NFL con un gol de campo, sin embargo, la acción se convirtió en una de las jugadas más famosas en la historia de la NFL por su desarrollo y por poner en riesgo la hazaña del equipo de Don Shula.
Los Washington Redskins bloquearon la patada de Garo Yepremian, quien recuperó el balón y en su desesperación, intentó lanzar un pase, pero perdió el control del ovoide, el cual fue recuperado por Mike Bass, quien lo regresó 49 yardas para anotación y así acercar 14-7 a los Redskins en el marcador.
La defensiva de Washington frenó el siguiente ataque de Miami, pero la defensiva de los Dolphins acabó, como lo hizo durante todo el encuentro, con cualquier amenaza de Washington y cerró la única temporada invicta en la historia de la NFL.
Super Bowl XIII
En un lapso de 50 segundos a la mitad del cuarto periodo, los Steelers se fueron arriba 28-17 con una carrera de 22 yardas de Franco Harris, recuperaron un balón suelto de Randy White en la patada de kickoff y una jugada más tarde, Terry Bradshaw lanzó un pase de touchdown de 18 yardas a Lynn Swann que aumentó su ventaja a 35-17.
En el marco de un Super Bowl, en el que cualquier error es determinante, muchos equipos hubieran bajado los brazos en señal de derrota tras esa fatídica serie de sucesos. No los Cowboys de 1978.
Pese a la clara ventaja que tomaron los Steelers, los Cowboys rápidamente volvieron a hacer interesante un duelo que parecía decidido al anotar un par de ocasiones con una patada corta recuperada entre ellas.
El problema de los Cowboys es que enfrente tenían a la Cortina de Acero, que no les hizo fácil la remontada e hizo que tardaran casi cuatro minutos para acercarse 35-24 y dos minutos más para anotar el touchdown que los dejó 35-31. A Dallas no le quedó más tiempo y los Steelers sólo dejaron pasar los últimos 26 segundos que restaban para ganar su tercer anillo de campeones del Super Bowl.
Super Bowl XLVII
Duelo de hermanos, el primero y hasta ahora el único en la historia de la NFL y que presentó un suceso que nadie anticipó ni en sus sueños más salvajes.
Luego de que Jacoby Jones regresó 108 yardas la patada de kickoff del tercer cuarto, los Baltimore Ravens se fueron arriba 28-6 sobre los San Francisco 49ers. John Harbaugh vencía claramente a su hermano Jim en el duelo fraternal.
De repente, con 13:22 en el reloj del tercer periodo, la mitad de las luces dentro del Superdome de New Orleans se apagaron. Un problema con el sistema eléctrico provocó el apagón que duró 34 minutos, tiempo suficiente para romper el ritmo de cualquier equipo.
Tras el incidente, los 49ers anotaron 17 puntos sin respuesta y 23 en total tras fallar una conversión de dos puntos en su último touchdown. En ese lapso, los Ravens sólo anotaron dos goles de campo para aumentar su ventaja a 34-29 con 4:19 por jugar.
Baltimore necesitó de una sólida actuación defensiva en situación de gol para detener a los 49ers, que llegaron hasta la yarda en siete jugadas, tres de ellas pases incompletos de Colin Kaepernick, y así asegurar su segundo título de Super Bowl.