La batalla por el puesto de quarterback titular de los New England Patriots ha comenzado.
Uno de los aspectos de mayor intriga de la semana pasada, fue tener a Cam Newton en Los Angeles, lanzando pases a recién firmado receptor abierto de los Patriots, Damiere Byrd (entre otros), al mismo tiempo que Jarrett Stidham y Brian Hoyer estaban en la costa opuesta, en Massachusetts, trabajando con el centro titular, David Andrews, lanzando a los receptores Mohamed Sanu Sr. y Gunner Olszewski, al corredor Damien Harris, y al ala cerrada novato, Dalton Keene, entre otros.
El duelo de sesiones atrae los reflectores a la trama más importante para los Patriots en el 2020: la competencia por convertirse en el reemplazo de Tom Brady, y la dinámica única que viene con ello.
Es difícil superar a Newton cuando se trata de currículo de por vida, pero tiene mucho terreno por recuperar en comparación a Stidham y Hoyer con la construcción de relaciones respecto a la mayoría de compañeros y el conocimiento del sistema del coordinador Josh McDaniels. Newton comenzó el proceso lanzando a Sanu y al recluta de primera ronda del 2019, N'Keal Harry, la semana pasada (y jugó con Byrd para los Carolina Panthers).
Mientras tanto, una de las líneas de pensamiento es que los Patriots aprenderán mucho acerca de Stidham con base en cómo responde a la llegada de Newton. El hecho de que Stidham sigue ayudando a liderar las sesiones informales con jugadores en Massachusetts, al tiempo que observa normas de distanciamiento social, refleja el hecho de que no está cediendo nada.
Al final, todos los quarterbacks terminarán sobre el mismo campo de juego, en Gillette Stadium, con una división de repeticiones observada minuciosamente, Pero por ahora, están separados a lados opuestos del país, preparando el escenario para lo que viene.