<
>

Acusan a Donald Trump de intervenir para tratar de detener investigación de Spygate

El hijo del senador Arlen Specter y uno de sus más cercanos seguidores, afirman que el ex mandatario habría ofrecido un soborno a nombre de Robert Kraft para enterrar la pesquisa a Patriots

EN LA PRIMAVERA DEL 2008, la NFL se encontraba en crisis. Un duro senador de los Estados Unidos, de Pennsylvania, llamado Arlen Specter había lanzado una investigación en torno al escándalo de Spygate. Intentó determinar cuántas veces la práctica de grabar ilegalmente las señales de los coaches de los rivales de los New England Patriots, había ayudado al equipo a ganar, y conocer por qué la NFL, bajo las órdenes del comisionado Roger Goodell, había destruido todas las pruebas de la trampa. Para mayo, Specter --un ex fiscal de distrito de Philadelphia y aficionado a los Philadelphia Eagles de toda la vida-- estaba tan molesto con los "muros" levantados contra su pesquisa por parte de la liga y los Patriots, que pidió un investigador independiente, similar a la investigación Mitchell por el uso de esteroides en el béisbol profesional. Ejecutivos de la liga y coaches podrían verse obligados a testificar bajo juramento. Esa posibilidad envió a la liga, y a su nuevo comisionado al pánico. "Si alguna vez llega hasta una investigación", dijo Goodell en algún punto, "sería terrible para la liga".

La NFL intentó combatir la pesquisa de Specter con comentarios públicos de equipos que fueron las víctimas principales del espionaje de New England, señalando que la liga había cumplido su tarea. No estaba funcionando.

Pero, hubo un hombre, un amigo mutuo de Specter y del propietario de los Patriots, Robert Kraft, que creyó que podía hacer desaparecer la investigación. Era un famoso hombre de negocios y estrella de televisión que rutinariamente lanzaba dinero a políticos para tratar de hacerse de favores, sea que funcionara o no. Había sido un mecenas político de Specter por dos décadas.

Un día, temprano en el 2008, Specter tuvo una cena con el hombre en Palm Beach en su club suntuoso, no lejos del hogar de Kraft en la Florida. Una llamada telefónica siguió. El amigo ofreció a Specter lo que el senador sintió se reducía a un soborno: "Si te alejas de los Patriots, habría mucho dinero en Palm Beach".

EN OCTUBRE DEL 2017, un reportero de ESPN visitó los Archivos y Colecciones especiales de la Universidad de Pittsburgh, contenidas en un edificio de ladrillos de cinco pisos, localizado en un barrio de bodegas y talleres automotrices. Por dos días, el reportero recorrió las cartas del senador Arlen Specter, sus discursos, memorandos, notas y calendarios, acumulados a lo largo de medio siglo de vida pública, en busca de evidencia que identificara al amigo que había ofrecido dinero si el senador cerraba su molesta pesquisa en el asunto del Spygate.

Dos otoños más tarde, el reportero había recibido una pista acerca del nombre del amigo mutuo. En ese momento, el hombre había lanzado una campaña externa e improbable para la presidencia. Pero, la pista era difícil de confirmar. Entre los papeles de Specter, el reportero halló algunos indicios, pero nada concluyente. Antes y después de la visita a Pittsburgh, el reportero realizó más de una docena de llamadas a confidentes de Specter, quien falleció en octubre del 2012 por complicaciones de linfoma no-Hodgkin, pero no logró encontrar nada definitivo. Otro reportero de ESPN visitó Washington, D.C., reuniéndose con ex empleados de Specter en los sitios de moda en el Beltway, BLT Steak y Off the Record. Nada concluyente surgió.

Pero, reciente e inesperadamente, ha habido movimiento en la búsqueda. Conversaciones de seguimiento con la gente más cercana a Arlen Specter --su hijo mayor, Shanin, un abogado de responsabilidad civil y médica, y Charles Robbins, el confiable asistente de comunicaciones para Specter, y escritor fantasma de dos de sus memorias-- revelaron lo siguiente: el hombre que ofreció dinero de campaña en caso de que Specter dejara la pesquisa de Spygate fue Donald J. Trump.

No solamente eso: Trump había dicho a Specter que actuaba a nombre de Robert Kraft.

Kraft y Trump, ambos respondiendo a ESPN mediante voceros, negaron cualquier involucramiento en algún esfuerzo para influenciar la investigación de Specter.

"Es completamente falso", dijo Jason Miller, un consejero senior de Trump. "No tenemos idea de lo que hablas". Miller declinó responder una serie de preguntas de seguimiento. Un vocero de los Patriots señaló que Kraft "jamás pidió a Donald Trump hablar con Arlen Specter de su parte".

"El Sr. Kraft no está al tanto de algún involucramiento de Trump en este tema y no tuvo ningún otro contacto con Specter o su equipo", dijo el portavoz, vía correo electrónico.

LAS SUPUESTAS CONEXIONES AL SPYGATE entre Arlen Specter, Donald Trump y Robert Kraft surgieron casi por accidente. El 1° de julio del 2010, Specter se sentó con Robbins para una de sus sesiones de discusión grabadas para preparar los escritos del tercer libro, el final, de Specter, uno llamado "Life Among the Cannibals". Apenas seis semanas antes, Specter, quien famosamente cambió de partido de Republicano a Demócrata, había perdido una reñida primaria ante el congresista Joe Sestak. La derrota efectivamente acabó con la quinta estadía de Specter en el Senado de los Estados Unidos.

Esa tarde, durante una conversación de tres horas dentro del oscuro despacho en el departamento de Specter en Georgetown, el senador estaba en un estado de ánimo expansivo, discutiendo lo que había considerado como una noble cruzada a favor de la justicia en los deportes profesionales. Por un par de décadas, Specter fue un crítico frecuente y sonoro de la NFL. Le irritaba que las franquicias extorsionaran a las ciudades en busca de estadios nuevos, financiados públicamente en su mayor parte. Más de una vez, Specter había amenazado con proponer legislación que revocara la invaluable exención anti-monopolio de la que goza la NFL. "Esta es parte de la tesis de Arlen Specter, de que la NFL es dueña de América", dijo Specter a Robbins aquella noche, de acuerdo a una transcripción de la conversación. "Son adictos al fútbol americano profesional de un modo en que nunca han sido adictos al béisbol. Ni a la heroína".

Specter luego elevó su pesquisa quijotesca al escándalo del Spygate, una fuente de gran frustración porque, para comenzar, se preguntaba si los Patriots habían hecho trampa para derrotar a sus amados Eagles por 24-21 en el Super Bowl XXXIX, en febrero del 2005. Y otra cosa, sentía que la NFL y los Patriots habían obstaculizado su búsqueda por la verdad.

El interés de Specter en Spygate comenzó a finales del 2007. Entonces, el senador republicano de mayor rango en el Comité Judiciario del Senado, Specter escribió dos cartas a Goodell elevando cuestionamientos acerca de la fugacidad de la investigación de la NFL. En septiembre del 2007, apenas cuatro días después de que sorprendieran a New England grabando las señales de los coaches de los New York Jets desde las laterales, la investigación de la liga concluyó cuando el comisionado multó a los Patriots con 250,000 dólares, y al head coach Bill Belichick con 500,000, además de confiscar la selección de primera ronda del equipo. Goodell luego reabrió brevemente la investigación de la liga días más tarde, y ordenó a su asistente más confiable, el abogado general de la liga, Jeff Pash, hacer pedazos las cintas de video a pisotones dentro de una sala de conferencias de Gillette Stadium. Los castigos habían sido anunciados antes de que se recolectara la evidencia, y fuera rápidamente destruida. Para Specter y otros, en el mejor de los casos, fue una investigación amateur, y en el peor, un encubrimiento. Y después, Goodell no respondió ninguna de las cartas de Specter pidiendo explicaciones.

Specter seguía irritado respecto a ello en enero del 2008, cuando Carl Hulse, un reportero del Congreso para The New York Times, pidió a Specter decir quién ganaría el Super Bowl de ese año, que presentaba un choque entre los invictos Patriots y los New York Giants.

"Todo depende", ofreció Specter, "si hay trampas involucradas".

Mientras recitaba todo lo anterior a Robbins en el 2010, Specter bebió un martini en el sillón de su despacho y habló respecto a las frustraciones que le habían quedado del Spygate. Specter recordó que, durante una sesión de recaudación de fondos, había decidido llamar a un "candidato improbable" pero " ilustrativo de mi descaro, valentía y confianza en mí mismo". Llamó a Robert Kraft.

Sorpresivamente, todavía molesto por Spygate, Kraft accedió a reunirse con Specter a las 10:30 a.m. del lunes 15 de marzo del 2010, en una suite de un hotel en Boston. Aunque Kraft dice ahora mediante un vocero que la reunión no fue "memorable", dijo Specter a Robbins que los hombres "tuvieron una conversación encantadora", de acuerdo a transcripción. "Y dijo, 'Déjame quitarme del pecho algunas cosas que hiciste a los Patriots que fueron muy injustas. Simplemente muy injustas'. Decidí no alegar en su contra". Eventualmente, Specter y Kraft discutieron el propósito de la reunión, dinero de campaña, con la esperanza del senador de que Kraft y su empresa contribuirían a su campaña de reelección al Senado.

La discusión con Kraft llevó a Specter a ofrecer a Robbins un comentario al margen intrigante con respecto a su investigación de Spygate: "Respecto al robo de señales, un amigo mutuo me había dicho que 'Si me alejaba de los Patriots, habría mucho dinero en Palm Beach'. Y respondí, 'No me podría importar menos'". Aunque ese intercambio quedó publicado en el libro de Specter del 2012, el senador no identificó al amigo poderoso, ni reveló en la publicación que ese amigo le había confiado que actuaba como emisario de Kraft.

Se convirtió en un fascinante pie de página en la saga del Spygate, una de las múltiples preguntas sin respuesta: ¿quién era el amigo mutuo de Specter y Kraft que ofreció "mucho dinero" para que la investigación de un senador poderoso en el tema del Spygate fuera enterrada?

En una entrevista de octubre del 2017 con un reportero de ESPN, Robbins dijo que varias posibilidades para el amigo mutuo incluyeron al recién inaugurado presidente Trump. En una conversación subsecuente iniciada por el reportero, Robbins ofreció más detalles: "Pregunté a Specter, y él me dijo, 'No importa, sigamos adelante', y no insistí en ello". Robbins agregó que le había molestado que Specter no le confió el nombre. Pero, al final, realmente no importaba, dice ahora Robbins: "Estaba muy seguro de que la oferta la hizo Trump. Al momento, no parecía una cosa tan importante. Entonces, Trump era un estafador de bienes raíces y una personalidad de TV".

También era un prolífico donador político. La amistad de Trump y Specter comenzó al poco tiempo después de que, de acuerdo a los registros de la Federal Election Commission, Trump emitiera su primer cheque por 1,000 dólares a la campaña de Specter, el 9 de agosto de 1983.

A lo largo de tres décadas, Trump contribuyó un total de 11,300 dólares a los comités de campaña de Specter, a menudo brindando el máximo permitido en cada ciclo, de acuerdo a los registros de la FEC. Trump y Specter también intercambiaron una serie de notas escritas a mano, en términos amistoso, en que Trump, hizo referencia, en más de una ocasión, a Specter como su "amigo cercano". El 1° de septiembre del 2004, durante la Convención Nacional Republicana en New York City, Trump celebró un almuerzo para recaudar fondos para el senador Specter en Trump Tower. Trump y Specter posaron para fotografías con más de 100 que habían firmado cheques para la campaña de reelección de Specter. "Este tipo es un gran personaje", dijo Trump de Specter, de acuerdo a un reporte en The Morning Call of Allentown, Pennsylvania. "Arlen es, simplemente, un amigo mío. Es alguien que me gusta". Trump entonces volteó a mirar a Specter, añadiendo, "No sé si eso te ayuda o te perjudica".

Trump y Specter también estaban vinculados por un amigo mutuo: Roger Stone. Stone había servido como consejero en la campaña presidencial de Specter en 1996, y Trump más tarde contrató a Stone para ayudarle nuevamente con actividades políticas, un rol que llevaría a su convicción por cargos de mentir ante el Congreso en conexión a la investigación de Robert Mueller a la campaña presidencial de Trump en el 2016. Stone, cuya sentencia fue conmutada por Trump en julio del 2020, declinó solicitudes reiteradas para comentar respecto a esta historia. Ha dicho a menudo que cabildeó a favor de Specter en una variedad de temas.

Con Robbins ahora hablando para el registro respecto a su creencia de que el "amigo mutuo" de Specter que le había ofrecido dinero en Palm Beach fue Trump, un reportero de ESPN contactó nuevamente a Shanin Specter, hijo de Arlen. En octubre del 2017, Shanin Specter y el reportero habían discutido algunas personas que posiblemente podrían haber hecho la llamada a su padre. Dijo que había dejado la conversación bajo la impresión de que había apuntado hacia Trump como esa persona, pero ahora, fue mucho más definitivo: "Fue Trump".

"Mi padre me dijo que Trump estaba actuando como mensajero para Kraft", dijo Shanin Specter. "Pero, estoy igualmente seguro que la referencia al dinero en Palm Beach eran contribuciones de campaña, no efectivo. La oferta era asistencia de Kraft con contribuciones de campaña ... Mi padre dijo que era la oferta de Kraft, no de alguien más".

"Estaba iracundo", dijo Shanin Specter respecto a su padre. "Me habló de la llamada a la luz de la conversación, y su ira por ella ... Mi padre estaba molesto cuando [esas ofertas] ocurrían, porque sentía que eran prácticamente un ofrecimiento de soborno, aunque legalmente se diga que no lo es ... Me decía de estas cosas cuando ocurrían. Éramos muy cercanos".

Insiste en que sus declaraciones el día de hoy no tienen motivos políticos, aunque apoyó la campaña del ex vicepresidente Joe Biden para la presidencia en otoño pasado. Y, para ser justos, no fue una pieza de información que él ofreció revelar; respondió a unas preguntas de seguimiento de un reportero después de que Robbins fuera más definitivo respecto a que el amigo que hizo la oferta de dinero a Specter solamente podría haber sido Trump. Arlen Specter no reportó la oferta a las autoridades o a los oficales de ética del Senado, después de concluir que legalment no se consideraba un ofrecimiento de soborno, dijo Shanin Specter.

Expertos en elecciones manifiestan que es apretado decidir si tal oferta sería un soborno en el sentido de que fuera una ofensa denunciable.

El estatuto federal 18 U.S.C. 201 cubre sobornos a oficiales públicos: El gobierno debe identificar "una cuestión, tema, causa, demanda, proceso o contoversia" que "podría estar pendiente en cualquier momento" o "por ley deba ser presentada ante un oficial público". La ley también cubre ofertas realizadas a nombre de otra persona respecto a decisiones oficiales. El estatuto de limitaciones es de cinco años.

Matthew T. Sanderson, un abogado electoral republicano y socio en Caplin & Drysdale, en Washington, señala que, "Es intrascendente que Specter haya o no considerado la oferta formal de Trump. No se puede llegar con un senador de los Estados Unidos y decir, mi amigo, aquí hay una enorme bolsa de dinero para ti, si dejas a un lado tu investigación. Eso es un soborno".

Pero, la verdad es que este tipo de cosas suceden y no se persiguen, dijeron otros dos expertos. Hay sobornos, y luego hay sobornos. "Uno pensaría que contribuciones de campaña serían consideradas sobornos, y es difícil comprender que no lo sean", dijo uno de los expertos a ESPN. "Simplemente, hemos decidido que no lo son, y senadores y congresistas ciertamente no creen que lo sean".

Antes de ser elegido presidente, Trump se consideraba una firma de relaciones públicas de un solo hombre. Reiteradamente durante la campaña del 2016, dijo que utilizó dinero de campaña, dado frecuentemente a demócratas y republicanos, como modo efectivo de que se hicieran las cosas "por negocio".

"Apoyo a políticos", dijo Trump en el debate republicano del 4 de marzo del 2016, en Detroit. "En el 2008, apoyé a Hillary Clinton. Apoyé a muchas otras personas, por cierto, Y eso es debido a que estoy en los negocios".

Pese a los alegatos de Shanin Specter de la oferta de Trump a nombre de Kraft en el 2008 y al senador Specter pidiendo a Kraft contribuciones de campaña en su reunión de marzo del 2010, registros de la FEC no muestran que Kraft o su empresa, Kraft Group, donaron un sólo dólar a los comités de campaña de Arlen Specter. Kraft confirmó que él y ninguna de sus entidades jamás ha donado dinero a Specter. Pero, sorpresivamente, la oferta de Trump --y la furia de Specter por ella-- no fue suficiente para prevenir a Specter, dos años después de que cerrara su pesquisa en el tema Spygate, de visitar a Kraft en Boston buscando un cheque para su campaña. Con su investigación de Spygate muerta por algún tiempo, Specter pensó, una oportunidad para apoyar su campaña de reelección podría haber convencido a Kraft.

PARA ENTENDER POR QUÉ Trump podría haber intervenido en una pesquisa de Spygate con un senador al que consideraba viejo amigo, uno debe comprender los orígenes de la amistad de casi 30 años entre Donald Trump y Robert Kraft, y cómo Trump a menudo intentaba congraciarse con los líderes del equipo de Kraft. La relación entre Trump y Kraft fue simbiótica mucho antes de que fuera controversial. Comenzó en los 1990s, cuando Kraft y su esposa, Myra, compraron un lugar en Palm Beach cerca de Mar-a-Lago. Kraft y Trump jugaron juntos al golf, y Trump se unió a Jon Bon Jovi como celebridades regulares en los partidos de los Patriots durante la primera mitad de la dinastía del equipo. Luego de que New England sorprendiera a los St. Louis Rams en el Super Bowl XXXVI --el partido que lanzó a la dinastía de los Patriots y que, años más tarde, era el que más interesaba a Specter investigar-- un Tom Brady de 24 años de edad se encontraba en el Boeing 727 personalizado del empresario, comiendo sandwiches, sentado en un sofá de piel italiana, en la mística etapa embriónica de la fama, en ruta de New York a Gary, Indiana, donde Brady serviría como juez para el concurso de Trump, Miss USA. "Déjenme decirles", diría más tarde Trump a Sports Illustrated, "si algo resalta de Tom Brady, es que ama a esas mujeres. Y, ¿qué creen? Ellaslo aman también".

La relación se fortaleció conforme se acumularon los anillos de Super Bowl de New England. Trump se consideraba un ganador, y le gustaba estar rodeado de ganadores. Para Brady, Trump era "Sr. Trump", lo que avergonzaba al empresario. Para Kraft y Belichick, era "Donald", un buen amigo cuya marca registrada no eran sus auto-proclamaciones explosivas y sonoro narcisimo, sino su gentileza y falta de egoísmo. Kraft asistió a la boda de Trump con Melania Knauss en enero del 2005 en Mar-a-Lago, y Donald y Melania asistieron al funeral de Myra Kraft en julio del 2011. Kraft estuvo devastado cuando Myra murió, y Trump llamó a Kraft cada semana por un año, para estar al pendiente de él. Kraft ha hablado frecuentemente acerca de cuánto le significó el gesto de Trump. "La lealtad y amistad superan a la política, para mí", señaló Kraft. "Siempre recuerdo a las personas que fueron buenas conmigo en ese tiempo vulnerable, y él está en esa categoría".

En un punto, Trump deseaba que su hija Ivanka saliera con Brady. "¡Debes conocerlo!", le dijo Trump, de acuerdo al libro "Raising Trump". Ivanka no estaba interesada, y se casó con Jared Kushner en el 2009, mismo año en que Brady se casó con Gisele Bundchen. Trump más tarde confesó a Kraft, supuestamente, que podría haber tenido a Brady como yerno, pero que en lugar de eso terminó con Kushner, quien es "aproximadamente la mitad de tamaño del antebrazo de Tom Brady", de acuerdo al libro "Kushner, Inc". Antes de un partido, Trump presumió que Belichick lo abrazó y besó. Todos los hombres --Kraft, Belichick, Brady y Trump-- compartían una ira por el modo en que Roger Goodell lidió con los dos escándalos de trampas de New England. Trump se burló de Goodell durante el Deflategate, llamándolo un "tonto", de acuerdo a The New York Times, y públicamente urgió a Brady a demandar a la liga para limpiar su nombre.

Para cuando Trump buscó la Casa Blanca, la alianza Trump/Patriots comenzó a erosionarse, en buena medida gracias a la retórica divisiva y racista de Trump. Cuando una gorra roja de Make America Great Again fue divisada en el casillero de Brady en septiembre del 2015, el quarterback estelar esquivó preguntas al respecto, señalando que meramente apoyaba a un compañero de golf. En el verano del 2016, Trump pidió a Brady hablar en la Convención Nacional Republicana, pero el quarterback declinó. Más tarde en la campaña del 2016, después de que Trump leyera una carta de apoyo de Belichick --en la que el coach tocó el tema de su animadversión compartida por la prensa-- generó una reacción tan negativa que obligó a Belichick a tocar el tema en una conferencia de prensa de miércoles, normalmente su día de la semana más reservado. El coach se describió a sí mismo como apolítico, y desvió preguntas de seguimiento al estilo "Estamos con Cincinnati", diciendo simplemente, "Seattle. Seattle. Seattle". En Instagram, a Bundchen se le preguntó si ella y su esposo apoyaban a Trump. "¡NO!", respondió ella. Pero en medio de todo, Kraft se mantuvo como un amigo leal. "Para mí", dijo Kraft en mayo del 2017, "es como tener a un amigo de la preparatoria o fraternidad que se hizo presidente. Es extraño, pero genial". Kraft abrió su chequera por su amigo; fue uno de siete propietarios de la NFL que contribuyó, cada uno, con un millón de dólares para el comité de inauguración de Trump.

Después de que New England conquistara el Super Bowl sobre los Atlanta Falcons un par de semanas después dela inauguración de Trump, el equipo tenía programado visitar la Casa Blanca. Muchos jugadores lo descartaron, incluyendo a Brady. Esperando evitar una asistencia mínima, Kraft mostró una foto de sí mismo en la recámara Lincoln, sugiriendo que el equipo recibiría un tour especial en la residencia. Y así fue, durante la visita del 19 de abril del 2017, con Trump proclamando frente a un grupo pequeño de jugadores y coaches, "¡Vamos a la recámara Lincoln Bedroom!".

Un asistente dijo al presidente que las visitas no suben allí.

"¡Llevamos a los Patriots!", respondió Trump said.

Pero la relación siguió en medio de dificultades. Después de que Trump iniciara una guerra en contra de la NFL en el otoño del 2017 por los jugadores que se hincaron durante el himno nacional, fue el propietario de los Dallas Cowboys, Jerry Jones, no Kraft, quien presumió en la reunión de dueños tener una línea directa con el presidente. Kraft continuó viendo al presidente socialmente, incluyendo la cena ocasional en Mar-a-Lago. Pero, cuando los Patriots ganaron el Super Bowl por segunda ocasión durante la presidencia de Trump, sobre Los Angeles Rams en el 2019, el equipo nunca llegó a la Casa Blanca. En dos ocasiones, los Patriots tenían una fecha fijada. Una vez, el equipo debió reprogramar; otra vez, fue la Casa Blanca. Ninguna de las partes parecía tener prisa por reprogramar. En uno de los actos finales de Trump en la presidencia, en enero del 2021, ofreció entregar a Belichick la Medalla Presidencial de la Libertad. Era el tipo de honor que un estudiante de la milicia, cuyo padre fue veterano de la Segunda Guerra Mundial que pasó tres décadas en na Academia Naval de los Estados Unidos, hubiera atesorado. Pero, el coach declinó el premio, citando el ataque del 6 de enero al Capitolio.

SPECTER DIJO QUE él decidió embarcarse en la investigación personal del Spygate por un motivo muy simple. "La NFL ha tenido un status muy preferencial en nuestro país con su exención anti-monopolio". dijo a The New York Times en febrero del 2008. "El pueblo americano tiene derecho a cerciorarse sobre la integridad del juego"

Dos semanas después de realizar esta declaración, Specter y su grupo se reunieron con Roger Goodell y Jeff Pash por una hora y 40 minutos en su oficina del Senado, en el Capitolio. El comisionado defendió los castigos y ofreció poca información nueva en respuesta a las muchas preguntas del ex fiscal. Danny Fisher, un abogado en el Comité Judicial de Specter y el líder investigador de la pesquisa sobre Spygate, recopiló una lista de 13 actuales y ex empleados de los Patriots a entrevistar, incluyendo a Robert y Jonathan Kraft, Tom Brady, Bill Belichick, Ernie Adams, Charlie Weis y una serie de camarógrafos. Ninguno de los actuales Patriots acedió a hablar, refiriendo a Fisher a un consultor externo.

Aunque esta pesquisa careció de poder para indiciar, las críticas públicas de Specter a la investigación de la NFL en el Spygate asustaron a la liga y a Kraft, quien menos de dos años antes había apoyado a Goodell para suceder a Paul Tagliabue como comisionado. Goodell persuadió a los Eagles y Steelers a emitir comunicados insistiendo en que la liga había hecho su trabajo, a pesar de que ejecutivos de la liga estaban convencidos de que la investigación de la NFL era defectuosa y deliberadamente blanda. Goodell también llamó a Mike Martz, quien había sido head coach de los Rams durante el Super Bowl XXXVI. A inicios del 2008, el Boston Herald había reportado que los Patriots grabaron la simulación previa de los Rams un día antes del partido, un reporte que los Patriots negaron y del que el Herald más tarde se retractó. Los camarógrafos delos Patriots atestiguaron el simulacro, pero no lo grabaron. Cayeron en el pánico, Goodell pidió a Martz emitir un comunicado. "Me dijo, 'La liga no necesita esto. Estamos pidiendo que salgas con un apr de líneas exonerándonos y diciendo que hicimos nuestro trabajo'", dijo Martz a ESPN en el 2015. Martz estaba convencido de que New England había hecho trampa contra su equipo en el Super Bowl, pero también creía que una investigación más amplia con poderes, "podría matar a la liga". Martz escribió el comunicado, que más tarde dijo fue alterado significativamente por la liga antes de ser publicado.

Specter estaba furioso de que su investigación había sido obstaculizada, En sus notas durante la sesión con Goodell y Pash, anotó, "Encubrimiento".

"En cada giro, nos negaron hablar con empleados y personal de los Patriots, así como otros con conocimiento directo respecto a las grabaciones en video y los alegatos de trampa", dijo Fisher, abogado del grupo de Specter. "Fue extremadamente frustrante para Specter, especialmente a la luz de la NFL diciéndonos que no hubo ventaja competitiva o beneficio por las grabaciones. Si no hay nada por esconder, ¿por qué no abrir y ser transparente?".

Antes de que Specter había anunciado oficialmente su pesquisa, Donald y Melania Trump invitaron a Specter y su esposa, Joan, a una cena privada a Mar-a-Lago el domingo, 20 de enero, del 2008, día de los Juegos de Campeonato de la AFC y NFC. Cuatro días más tarde, Specter escribió una nota a mano para los Trumps: "Queridos Donald & Melania, Joan y yo apreciamos mucho nuestra cena ustedes. La comida fue excelente y la compañía fue mejor. Donald, debes darle una pensada seria a ser secretario de gabinete. Mientras tanto, ansió el 18 de marzo. Lo mejor, Arlen".

El 18 de marzo del 2008 fue la fecha de una fiesta en Philadelphia por el libro recientemente publicado de Specter, "Never Give In". Trump sirvió como co-anfitrión para el libro, de acuerdo a los papeles de Specter. Para ese momento, la investigación de Specter en torno a Spygate había alcanzado muchos titulares. Shanin Specter dijo que no puede recordar precisamente cuándo su padre le dijo de la oferta de Trump, pero que fue al poco tiempo después de que el senador había recibido la llamada de Trump durante la primera mitad del 2008.

No mucho tiempo después d la fiesta por el libro, el 31 de marzo del 2008, Trump extendió un cheque por 1,300 dólares para el comité de campaña de Specter. Sería el último cheque de campaña que Trump escribiría para Specter.

Para mediados de mayo de aquel año, después de que Goodell entrevistara al ex camarógrafo de los Patriots, Matt Walsh, y básicamente declarara cerrado el tercer intento de la liga en el tema de Spygate, perdía el momento la pesquisa de Specter en el asunto. Specter no pudo interesar a los demás senadores de explorarlo, aunque siguió amenazando con presentar legislación que revocara la exención anti-monopolio de la NFL. Algunos columnistas arremetieron contra Specter por pasar tanto tiempo en la pesquisa de Spygate cuando la economía se deterioraba rápidamente y los Estados Unidos seguían peleando guerras en Afghanistán e Irak.

A Specter también se le acusó de pelear con la NFL sobre Spygate a nombre de uno de sus auspiciadores políticos más poderosos: Comcast, la compañía de televisión por cable con sede en Philadelphia que era el segundo contribuyente más grande para Specter. En ese momento, Comcast estaba enfrascado en una batalla pública con la NFL con respecto a si la compañía de cable podía cobrar a sus suscriptores por llevar NFL Network. Las críticas pusieron furioso a Specter, quien negó firmemente cualquier acusación. Sin embargo, Specter más tarde admitió en sus notas y papeles personales que la obstaculización de su investigación, combinada con las crecientes críticas y cuestionamientos acerca de sus motivos, lo estaban desgastando. A los 78 años de edad, estaba peleando contra el cáncer con sesiones de quimioterapia y dijo a amigos que era momento de concluir su batalla de un solo hombre contra los Patriots y la NFL.

El 5 de junio del 2008, Specter entregó un apasionado discurso en el ppiso del Senado, uno que escribió él mismo a mano, a lo largo de varias semanas, sus palabras finales sobre el asunto del Spygate. Se defendió en contra de las críticas por Comcast, al tiempo que volvió a arremeter contra la pesquisa de la propia liga en Spygate, pidiendo una "investigación imparcial".

Ahora, Shanin Specter señala sentirse orgulloso de su padre, quien sintió hizo "un gran trabajo" en busca de la verdad acerca de Spygate. "Estaba solo, ¿pero qué importa? Estaba acostumbrado a ello", dijo. "Era un aficionado al fútbol americano que sintió había sido engañado y un senador que sintió que la NFL necesitaba vigilarse para poder mantener su exención anti-monopolio otorgada por el congreso. Tenía razón con ambas cosas. Ahora sabemos que Belichick era, y es, un tramposo serial, y en esta instancia, su jefe cerró filas detrás de él".

Arlen Specter dijo a confidentes que los misterios de Spygate --precisamente, cuántos partidos ayudó la operación de espionaje ganar a New England, y por qué la liga destruyó tan rápidamente toda la evidencia entregada por los Patriots-- se mantendrían como secretos necios. Al hacerlo, Specter mantuvo algunos secretos propios. ¿Por qué el senador no nombró a Donald Trump en su última memoria? Fue porque, aunque se sintió insultado por la oferta, ¿Trump era su amigo? O fue porque Specter sabía que Kraft no le había dado dinero para su campaña, así que no hubo ningún daño y, ¿para qué nombrar a alguien?

"No estoy seguro de por qué no reveló que fue Trump en el libro", dijo Shanin Specter. "Pero le gustaba Trump. Tenían una relación cálida. Así que eso lo podría explicar. Pero se era, por supuesto, un Trump diferente. Si mi padre estuviera en el Senado hoy, muchas cosas serían diferentes".

Y como con tanto alrededor de Spygate, nadie lo sabrá.

Seth Wickersham y Don Van Natta Jr. son escritores senior para ESPN.