<
>

Andy Reid, Steve Spagnuolo y Patrick Mahomes, principales culpables del mal paso de Chiefs en 2021

Cuando las cosas no marchan bien, la primera reacción es buscar culpables y en el caso de los Kansas City Chiefs, la responsabilidad por el mal paso es compartida por tres figuras principales: el coach Andy Reid, el quarterback Patrick Mahomes y el coordinador defensivo Steve Spagnuolo.

Así como hasta antes del Super Bowl LV estos personajes eran objeto de una cascada de elogios, ahora deben soportar las críticas, que llegan aún más rápido y en mayores cantidades, y varias de ellas justificadas por la inacción que han mostrado los Chiefs ante problemas evidentes a ambos lados del balón.

Mahomes se erige como el máximo responsable en el campo por los errores que ha cometido y que han derivado en una buena cantidad de intercepciones (9) y balones perdidos (2). La temporada en la que el pasador No. 15 sufrió más intercepciones fue la de 2018, su primera como titular, y en las últimas dos, sufrió 11 de forma combinada.

Varias de esas intercepciones, y otras que los defensivos no han concretado, fueron resultado de la clara presión con la que Mahomes ha jugado en la actual temporada y que es generada por la evidente desconfianza que tiene en su defensiva.

Y Mahomes no se equivoca. Conoce a fondo a su defensiva, la calibró desde el campamento de entrenamiento y por eso ha intentado compensar con su brazo la falta de apoyo de la unidad coordinada por Spagnuolo.

Es aquí donde recae la responsabilidad del quarterback y de Reid. Mientras que Mahomes debe serenarse y actuar con más frialdad en el campo, el entrenador en jefe no parece haber hecho aún los ajustes necesarios para devolverle a Mahomes la confianza con la que jugó en los últimos tres años.

Los rivales tienen ya bien estudiada a la ofensiva de Kansas City. En la NFL, tarde o temprano, los rivales encontrarán la forma de anular lo que le funciona a un equipo y esto es lo que le sucede a Mahomes, quien además de la presión generada por su defensiva, debe lidiar también con los esquemas defensivos que claramente limitan su habilidad para hacer explotar al ataque de los Chiefs.

En la actual temporada, las defensivas han jugado con dos safeties en el fondo en el 65 por ciento de las jugadas de pase de los Chiefs, de acuerdo a las métricas de cobertura de ESPN. Es la cifra más alta que un quarterback ha enfrentado en los últimos cinco años y por mucho (Matt Ryan, 51 por ciento en 2020).

La ansiedad de Mahomes se refleja también en su presencia, o falta de, en la bolsa de protección, pues aunque correr hacia las bandas le ha sido útil, esto fue así cuando las defensivas no le jugaban con safeties tan profundo para evitar las jugadas explosivas de los Chiefs.

En la actual campaña, cuando Mahomes permanece en la bolsa y lanza en 2.5 segundos o menos, suma 13 pases de touchdown y sólo una intercepción con el 86 por ciento de sus envíos completos. Cuando rebasa la barrera de los 2.5 segundos, esas cifras caen a cinco touchdowns por ocho intercepciones y sólo el 48 por ciento de pases completos.

Es una realidad que la ofensiva de los Chiefs es limitada en cuanto a personal. No tienen un receptor No. 2 dominante detrás de Tyreek Hill y con dos safeties profundos y los linebackers rivales más libres en la zona de flat, Travis Kelce tampoco dispone de los amplios espacios detrás de la línea de scrimmage que antes tenía.

El ataque terrestre, que de por sí no carburaba con Clyde Edwards-Helaire sano, es prácticamente inexistente en Kansas City. Un recurso menos para un Mahomes que, por estas razones, siente la necesidad de sacar adelante a todo un equipo por sí solo.

Mucha de esa ansiedad y presión de Mahomes desaparecería si del lado defensivo, Spagnuolo vuelve a lo básico y deja de lado los experimentos, en particular el de usar a Chris Jones, quien se hizo de un nombre (y un millonario contrato) en la NFL como tackle defensivo.

Aunque Jones jugó en sus primeros tres años con los Chiefs en los extremos de la línea, fue en la posición de tackle en la que el No. 95 alcanzó su mejor desempeño, sin embargo, Spagnuolo lo ha usado en 2021 de nueva cuenta como ala defensivo.

El resultado es una línea frontal defensiva de los Chiefs que no genera presión a los quarterbacks y no detiene el ataque terrestre de los rivales y por ende, el perímetro de los Chiefs, en particular el safety Daniel Sorensen, ha sido evidenciado por la debilidad de su línea frontal.

En ese sentido, aunque tardó varios juegos en hacerlo, Spagnuolo mostró algo de reacción al mandar a Sorensen a la banca y colocar al safety de tercer año, Juan Tornhill, en el campo, aunque las cosas no han mejorado mucho con esa modificación para la defensiva en general.

El tiempo comienza a agotarse para que Reid y Spagnuolo hagan cambios drásticos en sus esquemas ofensivo y defensivos, respectivamente, que ayuden a Mahomes a ser el quarterback que hacía ver todo fácil hasta hace poco tiempo.