Rodrigo Aliendro rompió todos los esquemas este miércoles con un verdadero golazo que le terminó dando el título de la Supercopa Argentina a River Plate frente a Estudiantes de La Plata por 2-1, en un partido que se le presentó muy cuesta arriba y que terminó remontando. El volante aprovechó el desconcierto del Pincha gracias a la lucidez de un alcanzapelotas que le dio rápido la pelota al Millonario, y la jugada derivó en un zapatazo suyo que se coló en el ángulo del arco defendido por Mansilla. Tal fue la emoción de la conquista que Demichelis quedó afónico en el festejo e incluso el propio Aliendro soltó un par de lágrimas por la tensión que había vivido el equipo a lo largo de los 90' en Córdoba.