River Plate jugará este viernes, en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, las semifinales de la Copa Argentina ante Independiente Rivadavia. Es una instancia que conoce muy bien en la competencia, ya que cinco veces logró estar entre los cinco mejores, tres las ganó para terminar coronándose campeón, y otras dos quedó fuera.
A lo largo de la historia moderna del certamen, el Millonario ha sido protagonista habitual y supo convertir esta competencia en una fuente de títulos, revancha y consolidación de proyectos.
2011-12: el primer paso, en medio del dolor
La Copa Argentina regresó en 2011 tras varios años de ausencia (la última edición databa de 1969), y River la disputó en uno de los momentos más difíciles de su historia. En plena temporada de la B Nacional y con Matías Almeyda en el banco, el Millonario consiguió avanzar hasta las semifinales, donde se topó con Racing Club.
El partido terminó 0-0 en tiempo regular y se definió por penales, con triunfo 5-4 para la Academia. Fue el debut de River en una etapa decisiva del certamen y, al mismo tiempo, un anticipo de su relación futura con el torneo.
Semifinal: River 0-0 (4-5) Racing Club.
2015-16: el primer título y el desahogo
Con Marcelo Gallardo en el inicio de su ciclo más glorioso, River volvió a las semifinales en 2016. Tras una temporada irregular en el campeonato local y una eliminación temprana en la CONMEBOL Libertadores, el torneo federal se transformó en su gran objetivo. En semifinales, el equipo venció 2-0 a Gimnasia La Plata y se metió en la final, disputada en Córdoba.
Allí derrotó 4-3 a Rosario Central en un partido vibrante y conquistó su primera Copa Argentina. Fue, además, el boleto para la Libertadores 2017 y el comienzo de una era de dominio.
Semifinal: River 2-0 Gimnasia (La Plata).
Final: River 4-3 Rosario Central (Campeón).
2016-17: el bicampeonato y la consolidación
Un año más tarde, River confirmó su dominio en la competencia. El equipo de Gallardo defendió su corona y volvió a demostrar solidez en todas las fases. En semifinales goleó 3-0 a Deportivo Morón, en San Juan, y en la final venció 2-1 a Atlético Tucumán en Mendoza, consiguiendo el bicampeonato. Fue una muestra de continuidad y madurez futbolística, con un plantel que ya se acostumbraba a convivir con la presión de ganar siempre.
Semifinal: River 3-0 Deportivo Morón.
Final: River 2-1 Atlético Tucumán (Bicampeón).
2017-18: la eliminación inesperada
El Millonario estuvo cerca del tricampeonato, pero se quedó a un paso de la final. Luego de superar las rondas iniciales sin mayores dificultades -todas ante equipos del Ascenso-, cayó nuevamente por penales ante Gimnasia La Plata en las semifinales disputadas en Mar del Plata. El partido terminó 2-2 en los 90 minutos y se resolvió desde los doce pasos, con triunfo 5-4 para el Lobo.
Fue una de las pocas frustraciones de esa etapa dorada del ciclo Gallardo.
Semifinal: River 2-2 (4-5) Gimnasia (La Plata).
2018-19: el regreso a la cima
El tercer título de River en la Copa Argentina llegó en 2019, otra vez con autoridad. El equipo de Núñez mostró su mejor versión en un certamen que dominó de principio a fin, recibiendo apenas un gol en seis partidos. En semifinales superó 2-0 a Estudiantes de Buenos Aires y cerró el torneo con una contundente victoria 3-0 sobre Central Córdoba de Santiago del Estero en la final disputada en Mendoza.
Con ese triunfo, River desplegó toda su jerarquía en la Copa y también su capacidad para competir en todos los frentes.
Semifinal: River 2-0 Estudiantes (Buenos Aires).
Final: River 3-0 Central Córdoba (Santiago del Estero) (Campeón).
Después de 2019: frustraciones en continuado y la expectativa del presente
Tras aquel título, River disputó cinco ediciones consecutivas sin poder regresar a semifinales. En cada una de ellas, la prioridad de otros torneos y los cruces imprevistos le impidieron repetir la fórmula. Sin embargo, la Copa Argentina nunca dejó de ser una competencia especial: el certamen que en su momento le sirvió como trampolín continental, refugio emocional y escenario de gloria.
El duelo ante Independiente Rivadavia en Córdoba representa, entonces, más que un partido: es la posibilidad de volver a ser. Un título, en un presente cargado de altibajos con Gallardo bajo la lupa, puede significar un oportuno y esperado renacer.
