Un Gimnasia vs. Estudiantes en semifinales no es un partido: es un clásico platense que es una declaración de identidad. Y hablar de identidad en el Pincha es hablar de Juan Sebastián Verón, presidente del club, padre institucional de una generación moderna albirroja y parte viva de la historia grande del fútbol argentino. La Brujita es, para Estudiantes, mucho más que un ídolo: es una manera de entender el juego, la dirigencia y la vida.
Pero su historia con el clásico no siempre fue luminosa. De hecho, uno de los capítulos más resonantes lo encontró con otra camiseta, en el episodio más oscuro que recuerdan los hinchas de Boca: el 6-0 de Gimnasia en la Bombonera, por el Clausura 1996, cuando Verón integraba el equipo de Carlos Bilardo.
Hoy, presidente, conductor y guía espiritual del Pincha, llega a un nuevo cruce con Gimnasia con un recorrido que explica por qué su figura excede lo deportivo.
Verón y el clásico: números, heridas, liderazgo
En su carrera como jugador de Estudiantes, Verón disputó 10 clásicos oficiales frente a Gimnasia: ganó siete, empató dos y perdió uno. Convirtió dos goles y entregó cinco asistencias.
Uno de sus partidos inolvidables fueron en el Apertura 2007, el 7-0, uno de los resultados más contundentes de la historia del clásico. Verón jugó 90’ como mediocampista central.
Su relación con el Lobo es parte de una narrativa emocional: sufrió, ganó, cayó, fue figura, estuvo ausente. Vivió todos los roles posibles. Por eso hoy, desde el sillón presidencial, entiende que el clásico es una dimensión propia, distinta a cualquier partido.
El capítulo que nadie olvida: el 6-0 del Lobo a Boca y la presencia de Verón
El 5 de mayo de 1996, Boca inauguraba los nuevos palcos de la Bombonera en una tarde que quedó marcada para siempre. Gimnasia, dirigido por Carlos Timoteo Griguol, ofreció una exhibición histórica y ganó 6-0 con tres goles de Guillermo Barros Schelotto, un penal de Alberto Márcico y tantos de José Albornoz y Mario Saccone.
Verón fue titular en aquel Boca de Bilardo. Aquella formación quedó para la eternidad:
Boca: Carlos Fernando Navarro Montoya; Nelson Vivas, Luis Medero, Néstor Fabbri, Carlos Mac Allister; José Basualdo, Fabián Carrizo, Cristian González; Juan Sebastián Verón; Sergio Martínez y Claudio Caniggia. DT: Carlos Salvador Bilardo.
Gimnasia: Enzo Noce, Guillermo Sanguinetti, Jorge San Esteban, Ariel Pereyra; Gustavo Barros Schelotto, Guillermo Larrosa, Andrés Yllana, Alberto Márcico, Fabián Fernández; José Albornoz; Guillermo Barros Schelotto. DT: Carlos Timoteo Griguol..
La herencia de ser hijo de Juan Ramón Verón y cargar con un apellido que es institución
La historia de Juan Sebastián no puede entenderse sin Juan Ramón Verón, "La Bruja", símbolo eterno de Estudiantes, campeón del mundo en 1968, tricampeón de América y figura del equipo de Luis Zubeldía.
Su legado marcó el ADN de Estudiantes con humildad, trabajo, educación, pertenencia y liderazgo silencioso. Juan Sebastián lo sintetizó en su primera conferencia como presidente: "Y a mi viejo, gracias por el ADN".
La muerte de Juan Ramón en 2024 profundizó aún más la conexión emocional entre el apellido Verón y la identidad pincharrata. El clásico es una continuidad emocional de ese linaje.
Europa, elite mundial y el regreso de Juan Sebastián Verón que cambió la historia del club
Verón jugó 10 temporadas en la élite europea: Sampdoria, Parma, Lazio, Manchester United, Chelsea, Inter. Fue figura de selección, disputó tres Mundiales (1998, 2002 y 2010) y en Italia fue uno de los cinco mediocampistas más influyentes de su generación.
En 2006, con 31 años y en plenitud física, tomó una decisión que reescribió para siempre la historia del club: volver a Estudiantes cuando todavía era figura en Inter.
Había ofertas de Boca, de River, de España y de Europa. Las escuchó por cortesía. La elección ya estaba tomada. Su presentación en el viejo 1 y 57, con el estadio clausurado y reabierto solo para ese evento, es una postal fundacional del Estudiantes moderno: miles de hinchas llenando las tribunas para recibir a su ídolo.
La era dorada con la Bruja en la cancha
Con Verón, Estudiantes alcanzó uno de los picos más altos de su historia reciente: campeón Apertura 2006, campeón Clausura 2010, campeón de la Copa Libertadores 2009, finalista de la Copa Sudamericana 2008, finalista del Mundial de Clubes 2009 y finalista de la Recopa 2010.
De hecho, la final contra el Barcelona de Guardiola está en la memoria colectiva: "Pasamos de que digan que nos íbamos a comer cuatro, a estar ganándole al mejor Barcelona de la historia en el minuto 88".
Presidente, dirigente moderno y una visión que trascendió al club
Desde 2014, Verón conduce Estudiantes con una mirada distinta sobre el deporte argentino. Su sello más fuerte: la educación y la formación integral del jugador. El Colegio Secundario para futbolistas del club, primero en América Latina, es una creación que resume su mirada.
La reconstrucción total del estadio Jorge Luis Hirschi es otro sello histórico: un estadio moderno, ecológico, sustentable y de primer nivel internacional.
Y en su camino como presidente, ya en su tercer mandato y en 2025, ocupó el centro de la escena tras la sanción a Estudiantes por el pasillo de espaldas al campeón Rosario Central.
No habló por redes. No buscó la provocación. Pero cuando habló, dejó una frase que marcó el debate: "Lo grave no es la chicana hacia mí: lo grave son las amenazas a una institución como Estudiantes".
Cuestionó el manejo político, defendió al club, recibió el respaldo institucional, y dejó un mensaje: "Mi política es Estudiantes. No quiero ser presidente de AFA"
Ese estilo directo, frontal, sin cálculo electoral, solo se explica desde el ADN pincha.
