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Tevez, su viaje a China y la relación con los hinchas y Riquelme

El 28 de diciembre de 2016 fue un día especial entre la relación de Carlos Tevez y la gente. El Apache, que a mediados de 2015 había regresado a Boca Juniors con la intención de terminar su carrera vistiendo la azul y oro, decidió irse a China.

La oferta era tentadora: el Shanghái Shenhua pagó una suma cercana a los 80 millones de dólares por el futbolista. Claro, la gente no entendió esa decisión: en algunos casos hubo enojo, en otros indiferencia.

Lo cierto es que la relación con el ídolo ya no fue la misma. Tevez dejó de ser intocable para esa hinchada que estaba a sus pies. Y “el jugador del pueblo” comenzó a ser mirado de reojo por los hinchas, esos mismos que cuando decidió volver al club desde Juventus, en 2015, habían llenado La Bombonera un día de semana sólo para mostrarle su cariño.

Durante 2017, año en el que Carlitos jugó en China, Juan Román Riquelme, el otro gran ídolo de la institución, que en ese momento no era vicepresidente y miraba y opinaba desde afuera, declaró.

“Yo estuve en China, por suerte ganamos los Juegos Olímpicos (Beijing 2008), pero no me hubiese ido. Yo volví a Boca, hice bastante barullo para volver de Villarreal, ganamos la Copa (Libertadores 2007) y rechacé ofertas de Inglaterra e Italia”.

La crítica para el Apache de Román fue clara. La relación entre los dos ídolos comenzaba a mostrar grietas, más allá que se sabía de la buena relación de Tevez con Daniel Angelici, el presidente de ese momento, y de las diferencias de Riquelme justamente con el hombre de Mauricio Macri en el club.

La respuesta de Tevez llegó rápido. “Me banqué un año y medio que Riquelme salga a hablar de mí y mis compañeros. Cuando a Boca le va mal es palabra autorizada para salir a hablar, para matar a los jugadores, y cuando a River le va bien siempre habla bien de River”, disparó Carlitos.

Y agregó: “Cuando Riquelme se tuvo que ir de Boca se fue al Barcelona y después al Villarreal. Cuando salimos campeones dijo que una Libertadores vale 10 campeonatos, pero si sos de Boca te tenés que alegrar. Es fácil hablar desde afuera. El es un ídolo de Boca pero como persona deja mucho que desear”.

Para finalizar, comparó: “Yo he ganado Champions y qué le tengo que decir a los pibes: ´Nene, yo he ganado una Champions y vale más de cincuenta campeonatos...' No, alegrate por Boca, por la gente de Boca que está contenta”.

En este ida y vuelta, Riquelme contestó: “Que Tevez disfrute donde está, le deseo lo mejor. Lo conozco de chiquito, y es un buen chico. No me molestó que Tevez se haya ido, cada uno decide lo que quiere hacer, no puedo opinar”, cerró el 10.

Más tarde, el destino los iba a encontrar nuevamente en Boca, con Tevez como jugador y Riquelme como vicepresidente.

Lejos de lo que podía pensarse, los primeros meses de convivencia fueron muy buenos. Tevez recuperó las ganas de jugar y con Russo en el banco fue clave para que Boca se consagrara campeón de la Superliga 2019/2020.

Con el tiempo aparecieron nuevamente diferencias que no se hicieron públicas, pero que mostraron que las aguas no estaban calmas. La renovación del contrato de Carlitos dejó declaraciones explosivas de integrantes del Consejo de Fútbol xeneize muy cercamos a Román, como el Patrón Bermúdez, quien señaló que cuando llegaron al club Tevez era un “ex jugador”.

Las cosas siguieron adelante, pero la relación nunca fue la misma. La realidad lo terminó demostrando.