Everton disputará una nueva final de la Copa Chile, la tercera de su historia. Tal como en 2016, su rival será Colo Colo y buscará su segundo título en la competición, esperando repetir la conquista de 1984, cuando goleó a Universidad Católica y alzó por única vez el trofeo.
Los “ruleteros” iniciaron su ruta en la segunda ronda del certamen y el rival fue Deportes Santa Cruz, elenco al que derrotó en el duelo de ida por 3-0 (Díaz, Medina y Echeverría) y con el que empató 1-1 (Cerato) en la vuelta, para lograr el pase a octavos de final con un global de 4-1.
En la ronda de los 16 mejores, el equipo viñamarino enfrentó a Universidad Católica y, tras igualar sin goles como local en el primer encuentro, daría el gran golpe en la revancha al eliminar al elenco de Poyet en San Carlos de Apoquindo, tras imponerse por 2-0 (Cerato y Echeverría).
Instalados en cuartos de final, los dirigidos por Roberto Sensini chocarían con Ñublense, y en una serie bastante ajustada, lograrían su paso a la fase de los cuatro mejores, luego de vencer en la ida por la cuenta mínima (Díaz) y lograr un trabajado empate 1-1 (Bravo) en el segundo cruce.
En semifinales, Everton se toparía con Coquimbo Unido, único cuadro de la Primera B que quedaba en la Copa. Y los boletos a la gran definición serían para el elenco “Oro y Cielo”, tras doblegar agónicamente a los “piratas” en el primer encuentro por 2-1 (Echeverría y Waterman) y firmar una paridad sin goles en la revancha.
De esta manera, el equipo “ruletero” nuevamente se verá las caras con Colo Colo en el partido por el título, tal como acaeció en la edición de 2016, en búsqueda de su segunda consagración en la Copa Chile.