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¡El milagro azul! Universidad de Chile zafó del descenso tras un sufrido 2021

Sufrido al límite, así fue el 2021 para Universidad de Chile, que no sólo coqueteó hasta la última fecha con jugar la Promoción, sino que, además, durante gran parte del partido con Unión La Calera estuvo en puesto de descenso directo. Y bien lo saben sus hinchas, que no ser por la épica remontada en los últimos 10 minutos de aquel encuentro, hoy estarían lamentando otra vez, tal como en 1988, que el club de sus amores bajó de categoría.

La U, que ya había luchado por salir de la zona roja en 2019 y 2020 pese a ser tercero (por el tema porcentajes), pasó este año de pelear por una clasificación a copas internacionales a coquetear con el infierno, amén de una segunda ronda espantosa, plagada de malos resultados.

Los azules iniciaban la temporada confirmando en su puesto al cuestionado Rafael Dudamel, quien en febrero había firmado la permanencia y la clasificación a la fase previa de la CONMEBOL Libertadores. Sin embargo, la estadía del venezolano en el CDA no se prolongaría demasiado, ya que en junio dejaría la banca estudiantil, luego de la inmediata eliminación de la Copa a manos de San Lorenzo y un pobre rendimiento el campeonato, con apenas tres triunfos en 9 partidos, incluida una caída en el Superclásico.

Tras oficializar la partida del venezolano, Azul Azul comunicó que Esteban Valencia, de las series juveniles, asumiría la cabina técnica de manera interina, ciclo que comenzó mal, con una inesperada eliminación en octavos de final de la Copa Chile a manos de Fernández Vial, para prolongar aún más la rabia de los forofos laicos. No obstante, las victorias sobre Melipilla y Curicó, el empate con Ñublense, y los triunfos sobre Universidad Católica en el Clásico y luego frente a O’Higgins en El Teniente calmaron las aguas, al punto que los dirigentes estudiantiles apostaron por la estadía del “Huevito” hasta el fin del torneo. Ni siquiera la sorpresiva derrota ante Cobresal hizo tambalear aquella decisión, ya que los azules seguían luchando en la parte alta y goleaban a Unión La Calera en la siguiente jornada.

No obstante, el calvario universitario arrancaría el 26 de septiembre, cuando el equipo volvió a perder con Colo Colo, ahora haciendo de local en Rancagua y con su fanaticada en las tribunas, prolongando su pésima racha en Superclásicos desde 2013.

Tras ese revés con los albos, el equipo literalmente se desplomó y perdería con el descendido Santiago Wanderers, empataría con Antofagasta (tras ir ganando 2-0) y posteriormente, encadenaría cinco derrotas consecutivas a manos de Everton, Audax, Palestino, Melipilla y Curicó, esta última, con invasión de los hinchas al campo y posterior castigo de jugar sin público.

Los malos resultados, sumados al bajísimo rendimiento colectivo, principalmente en ataque -pese a los 20 goles de Joaquín Larrivey-, hicieron que Valencia renunciara indeclinablemente a su cargo a falta de cinco partidos para la culminación del certamen… A esa altura, los fanáticos de la U ya asumían que el equipo volvería a luchar por tercer año consecutivo por mantener la categoría.

A todo lo anterior, se sumaba un hecho bastante curioso: Cristián Romero, quien ya había sido técnico de urgencia de los azules en 2013, volvió a asumir la banca ante la salida del “Huevo”, convirtiéndose en el segundo DT interino de la U en un mismo año.

Las caídas ante Ñublense en la agonía y con la UC en San Carlos, y dos empates en cero consecutivos, frente a O’Higgins en Valparaíso y con Cobresal en El Salvador, respectivamente, dejaban a los laicos en zona de Promoción, pero a un triunfo en la última fecha de salvarse de todo… La suerte estaba echada y la U definiría su suerte frente a Unión La Calera.

El 5 de diciembre, Universidad de Chile caminaría por la cuerda floja y lucharía hasta el tiempo adicional para escapar del infierno, ya que perdía con los “cementeros” por 2-0 a falta de 10 minutos, acumulaba cuatro partidos sin anotar y Huachipato le ganaba a Melipilla, relegándolo al penúltimo lugar.

Sin embargo, un doblete de Ramón Arias y un agónico tanto de Junior Fernandes en el último minuto de descuento revertirían la suerte del “Chuncho”, para un épico 3-2 y el desahogo total del plantel, cuerpo técnico, dirigentes y seguidores que llegaron hasta Rancagua, a pesar de no poder ingresar al estadio El Teniente.

Así de tortuoso fue el 2021 de la U, viendo a Católica una vez más tocando la gloria, a Colo Colo sacando pasajes a la Libertadores y zafando de milagro por escapar del segundo descenso de su historia, un sufrimiento que de seguro, sus fanáticos jamás olvidarán.