Trabajo colectivo, efectividad de sus delanteros y la categoría del arquero le dieron el título a de Superliga a Millonarios. Es el tercero de Alberto Gamero.
Resistió en Barranquilla. Volvió a Bogotá apenas 1-0 abajo pese al dominio de Junior en el segundo tiempo. En casa ratificó su estabilidad futbolística y aún con bajas y nuevo esquema ganó la primera final de 2024.
Presión y juego interno
A diferencia de la victoria ante DIM cuando resolvió con pases largos de los defensores Andrés Llinás y Danovis Banguero a los delanteros, sacó beneficios cuando atacó los centrales y al mediocampistas de Junior. Le robó la pelota en salida a Víctor Cantillo y puso en marcha el doble nueve para el primer gol. Leo Castro condujo hasta el área, Santiago Giordana acompañó por la izquierda. Tras la falta al caucano, el argentino definió con pierna derecha.
El 2-0 fue similar. David Silva presionó a Homer Martínez y muy atento a una posible segunda jugada, Giordana le quitó el balón a Deiber Caicedo. Terminó en gol de Leo.
Doble nueve letal
Los dos puntas coordinaron bien sus movimientos para hacer daño en ataque. "Giordana está haciendo un buen trabajo. Se está complementando bien con Leonardo. No estamos entrenando para jugar con dos delanteros sino con un falso mediapunta. Por momentos juegan muy lineal", detalló el técnico Alberto Gamero.
Sin los extremos, el respaldo mutuo fue importante para el título. El argentino jugó por momentos recostado a la izquierda. Castro también aportó con sus diagonales al medio.
Marcaron los goles en el momento definitivo.
Buenas respuestas de Llinás y Montero
En la primera final, Andrés Llinás fue el mejor de Millonarios. Impasable por arriba. En El Campín anuló a Marco Pérez. En tanto, el arquero evitó una caída mayor en El Metropolitano. En casa, salvó la más clara de Junior en un mano a mano con Yimmi Chará.