Los atacantes Luis Díaz y Rafael Borré tuvieron partido discreto en la victoria 2-1 de Colombia a Paraguay por el Grupo D de la Copa América.
La marca fue excesiva para "Lucho". Dos o tres rivales lo rodearon para impedir su desequilibrio. Atrajo marcas, liberó espacios para otros compañeros y cumplió en el trabajo colectivo. Sin embargo, buscó su gol y sus intentos fallidos lo apuraron para definir mejor en las oportunidades más claras.
Remató dos veces al arco. Transformó un rebote en el área en un fierrazo que se fue arriba del travesaño y después un pase de Daniel Muñoz lo mandó al costado de la red. Tuvo poco respaldo de Johan Mojica en la banda y por eso lo limitaron para hacer diagonales. Sólo una vez salió de apuros con su capacidad individual tras un envío largo de Richard Ríos.
"Es un jugador que lo ideal es ponerlo mano a mano, lo doblaban, hizo lindas jugadas y bueno, alguna la tiró por arriba. A él hay que disfrutarlo y dejarlo jugar. Afortunadamente ganamos y cuando llegue seguro que va a marcar el del triunfo", explicó Néstor Lorenzo.
Su rendimiento fue de seis puntos.
“Ese es mi juego, mi característica, lo que sé hacer. Trato de disfrutar el fútbol y de ayudar al equipo, primero siempre es el equipo que lo individual, lastimosamente no pude anotar gol, que era lo que quería para ayudar al equipo. Tuvimos chances, esto se puede mejorar, estoy tranquilo porque sé que vamos a hacer un buen campeonato y de eso no tengo dudas. Ahora tenemos que descansar”, resumió el extremo.
Borré sin influencia
El goleador de la era Lorenzo pasó inadvertido. Se movió entre su zona natural y la derecha con poco brillo ofensivo, sin participación en los seis disparos al arco de la Selección. Rafa Borré perdió cinco duelos de seis y por arriba siempre lo superaron.
Su entrega siempre es valorada. Resigna protagonismo por ayudar. Lo reemplazó Jhon Córdoba a los 68'.
Frente a Costa Rica encontrará defensores similares. Físicos y raspadores. De esa manera neutralizaron a Vinicius, Rodrygo, Paquetá...