Luis Suárez, delantero de la Selección Uruguaya, habló en conferencia de prensa este jueves sobre su rol en el plantel de la Celeste en esta CONMEBOL Copa América 2024, y dijo que lo disfruta porque “sabe que la llama del fútbol se va apagando de a poco”.
Suárez dijo que está “disfrutando mucho de cada momento” en este torneo continental, en el que no ha tenido demasiados minutos en cancha. “A medida que te hacés más grande lo disfrutás más. Ya sea jugando mucho o poco, uno lo disfruta porque sabe que la llama del fútbol se va apagando de a poco. Hay que disfrutar de esto, de este grupo maravilloso que me trata de la forma que me trata. Soy uno más acá, acepto todas las jodas sin problema y me gusta que sean así, que no estén cohibidos con nada”, comentó el delantero de 37 años.
Consultado sobre lo bien que se lo ve físicamente, dijo que a su edad va teniendo mayores precauciones, y que para venir a este torneo con un plantel joven sabía que tenía que “ser un ejemplo y demostrar”. “Venía con esa idea de estar en forma, y me siento bien en lo físico”, añadió.
Además, hablando sobre si el partido ante Brasil puede marcar un mojón en el ciclo de Marcelo Bielsa al frente de la Celeste, el atacante dijo que “puede marcar para este grupo, que ya dio un golpe muy grande en las Eliminatorias”. “Ya demostró con personalidad, con jugadores con jerarquía para esta clase de partidos ganándole a Argentina y Brasil. Ese poderío del que se habla se lo ganaron ellos en la cancha con el entrenador, demostrando que se le puede ganar a cualquiera. Es un lindo desafío, pero no creo que pueda marcar una etapa de lo que se pueda esperar de acá al futuro que pueda pasar”, comentó.
El salteño ha ingresado en los minutos finales de los partidos de los que le tocó participar y le preguntaron por la “Zona Suárez”, expresión que hizo popular Diego Simeone, entrenador del Atlético Madrid, en referencia a cómo el delantero aparecía en los momentos culmines. “Es una frase que quedó marcada por la época del Atlético. Me ha gustado, por momentos ha aparecido. Espero que en esta Copa no aparezca porque quiere decir que Uruguay va bien y que no es necesario. Si se llega a necesitar, ahí estaremos porque algún capítulo más esperamos escribir en la Selección”, señaló Suárez.
El delantero del Inter Miami también habló sobre este plantel uruguayo, y destacó que es “espectacular” a nivel humano. Dijo que tanto los 26 futbolistas como los tres sparring “lo viven de la misma manera” y se tratan por igual. A su vez, contó que les remarca a todos, hasta a los que no tienen tantos minutos, que tienen que estar listos y apoyar a sus compañeros porque nunca se sabe cuándo les puede tocar. “En 2011, Andrés Scotti y Mauricio Victorino eran suplentes en la defensa, porque Diego Lugano y Diego Godín eran titulares. Y ellos terminaron definiendo en los penales contra Argentina, cuando no estaban en los primeros planes del entrenador para jugar. Todos tiene que estar preparados, le puede tocar a cualquiera. Los que no jugamos lo tenemos que vivir de la misma manera. Hay que entrenar, y no enojarse porque no jugás, tratar de estar anímicamente bien es importante en una convivencia larga como esta”, indicó.
En ese sentido, también narró cómo es convivir en un plantel con jugadores más jóvenes que lo tienen como ídolo y que crecieron viéndolo en su mejor época en la Selección Uruguaya. Suárez dijo que desde que llegó le emocionó ver las caras de sus compañeros, y dijo que sentía orgullo de que lo vieran de esa manera. “Hay muchas anécdotas y cosas que estoy viviendo que las contaré después porque son increíbles. Sacando a algunos, a muchos les saco diez años de diferencia. Manu Ugarte es del 2002 y yo debuté en 2007 acá”, repasó.
Ante Estados Unidos, Suárez cumplió 140 partidos con la camiseta celeste, y le pidieron si podía elegir su top 3 de encuentros con esta casaca. El delantero dijo que era imposible elegir tan pocos, pero recordó cuando debutó en Cúcuta “con la 10 de Enzo Francescoli”, que era su sueño y fue expulsado, su primer juego en Eliminatorias con gol ante Bolivia, su primer tanto en un Mundial en 2010, el inolvidable juego ante Ghana, el título en la Copa América de 2011, los cuatro goles a Chile ese año o el infartante triunfo sobre Inglaterra en 2014. “Con 37 años volver a jugar otra Copa América, y que mis hijos me vean así, como padre, es maravilloso. Les contaba a mis compañeros que en 2011 mi sueño era que mi hija me dijera que nada más lindo que su padre sea campeón de América y se le cumplió. Le decía lo mismo al grupo, que la familia tenga ese deseo. Se los puedo seguir recalcando porque tenemos que jugar con esa ilusión y esas ganas, asumir la responsabilidad de representar a nuestro país y por eso son muchos partidos que tengo para recordar”, comentó.