RÍO DE JANEIRO (Enviada especial) -- El "día-2" para la final de la CONMEBOL Libertadores 2023 comenzó con un entrenamiento de Boca Juniors abierto para la prensa.
Desde temprano en las calles de Río de Janeiro se siente un ambiente particular: poco movimiento, arterias descongestionadas, pocos autos en la calle. Toda una rareza, que se explica con el feriado nacional por el Día de los Muertos, jornada en la que los cariocas acostumbran visitar cementerios para honrar a quienes ya no están, según nos relata el conductor del taxi.
Las playas de Barra da Tijuca, zona geográfica donde se hospeda el plantel de Jorge Almirón, están desiertas a pesar de ser la primera mañana soleada en una semana. Llegando al control para ingresar a la práctica, los guardias consultan: “¿Boca o Fluminense?”. Y es que ambos equipos se entrenan a poco más de 200 metros de distancia: uno en su propio predio y el otro, en el centro de entrenamiento de Vasco da Gama.
Césped perfecto, líneas recién marcadas y de fondo una vista imponente de montañas y vegetación, son algunas de las características del sitio del "Gigante de la Colina". Resulta irónico que quien le cedió sus instalaciones al Xeneize para preparar el partido sea justamente el equipo que conduce el DT argentino Ramón Díaz, un ídolo de River Plate, "archienemigo" del mundo boquense.
Mientras los protagonistas trabajan, distendidos ante los periodistas, unos jóvenes se trepan por las paredes para intentar espiar y gritarle a los jugadores. Le piden a Boca que gane y a Edinson Cavani que haga un gol: "¡Vamos! ¡Vamos a ser campeones! Tu fútbol es muy bueno chico", insiste un hombre que se cuelga del paredón de hormigón.
En Río de Janeiro, Boca cuenta con el apoyo simbólico de “la torcida” de Flamengo, el “superclásico” de Flu. Pero también hay hinchas de Botafogo, y el propio Vasco, que esperan que el Xeneize derrote al equipo tricolor.
En una ciudad tan extensa es imposible censar los sentimientos de los fanáticos. Pero en un primer acercamiento, los locales manifiestan que quieren y creen que ganará Boca por penales.
“Boca es un equipo poderoso. Fluminense es fuerte en el ataque, pero apostamos a que en los penales el equipo argentino va a hacer la diferencia”, confiesa un fanático de “Fla” que circula en las inmediaciones.
Boca Juniors y Fluminense se enfrentarán este sábado 4 de noviembre a partir de las 17 horas en el estadio Maracaná para definir al próximo campeón de la CONMEBOL Libertadores, con transmisión de ESPN en Star+ (sólo para Sudamérica). Los argentinos quieren “la Séptima" para convertirse en los más ganadores de esta competencia junto a Independiente y los brasileños buscarán sumar su primera Copa a la vitrina.