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'Tata' se encomendó a su mamá para los penales ante Costa Rica

HOUSTON -- Gerardo Martino es el 'Tata', es su mamá Mabel, es la cábala, es una rabieta, es el gusto por la fórmula uno, es el basquetbol, es religioso. Así es el entrenador de la Selección Mexicana, quien desde noviembre de 2003 carga una medalla al cuello, con la que se persigna antes de cada partido y a la que se encomendó en los penales contra Costa Rica.

"La medallita es de mi mamá, me la regaló, mi mamá falleció y no me gusta pedirle para futbol, pero en alguna cuestión por ahí la llamo a la vieja y a veces, cuando puede, me ayuda”, confiesa el entrenador del Tricolor, después de avanzar a la tanda de penales a las semifinales de la Copa Oro.

Gerardo Martino cada vez que pisa el campo, se santigua y acerca la mano a la línea de cal, luego toma rumbo hacia su banca. Es devoto de la Virgen de San Nicolás y su mamá le heredó la medalla en noviembre de 2003, cuando el entonces técnico de Cerro Porteño tuvo que soportar el deceso de su madre en Rosario, Argentina.

“En el último tramo de 2003 se acentuaron los viajes de Martino a Rosario por los problemas de salud de su madre Mabel, quien falleció a fines de noviembre”, se lee en la biografía de “El Tata”, escrita por José O. Dalonso.

“En el 'Tata' hay mucho de su mamá Mabel”, confirma otra de las biografía del actual entrenador de la Selección Mexicana escrita por Vanesa Valentí y Lucas Vitantonio. “Gerardito era su sol, incluso cuando él pasó al secundario o empezó su carrera como futbolista en la cual su papá Gerardo lo acompañaba muchísimo. Él siempre quiso las cosas bien derechas, tal cual era la forma de ser de la mamá”, se puede leer en el libro titulado “El Tata. Vida y Obra de Gerardo Martino”.

La medalla, que cuelga del cuello de Gerardo Martino gracias a una cadena de color dorado, lo ha acompañado en sus experiencias por el balompié de Paraguay, Argentina, España, Estados Unidos y ahora en México. Al igual que la Virgen de San Nicolás que estuvo con él en el vestidor de Newell's Old Boys y en la capilla del Barcelona.

En la tanda de penales contra Costa Rica, el 'Tata' Martino se refugió en su banca y se puso la medalla que le regaló su madre en la boca, le pidió al cielo ayuda para que el Tricolor avanzara a la etapa de semifinales de la Copa Oro, el primer torneo oficial que dirige a México, y no se salió de ese lugar hasta que su equipo venció después de seis intentos por bando.

El 'Tata' quiso ser dentista y luego periodista, su mamá quería que estudiara y el destino lo llevó al futbol. Ahora, a Gerardo Martino lo acompaña en todos los partidos de futbol la medalla que le regaló su mamá Mabel y con ella espera conseguir su primer título a nivel selección nacional.

“En mi cabeza todo era jugar futbol. Por el lado de mi viejo, también; pero en el caso de mi mamá, que era maestra, había que estudiar y eso no se negociaba”, confiesa Martino en la biografía que Dalonso publicó hace cinco años.