Gustavo Costas afrontó el partido como si fuera el último. Y su Racing no lo decepcionó: goleó 4-1 a Athletico Paranaense en Avellaneda y avanzó a las semifinales de la CONMEBOL Sudamericana, cortando una racha de 27 años sin meterse entre los cuatro mejores de un certamen internacional.
El ídolo de la Academia, cuestionado luego de las caídas consecutivas de la última semana, ante los brasileños en Curitiba y frente a Talleres en Córdoba, esta última no tanto por el marco -presentó un equipo alternativo- sino por las circunstancias -tuvo un jugador más durante una hora-, comenzó la noche con su ritual en el banco, besando el rosario que lo acompaña.
Y Racing, este jueves en el Cilindro, fue también una cuestión de fe. La fe que tuvo Agustín Almendra para anotar un tremendo golazo a los 18 segundos. También la de Maravilla Martínez, el goleador, que alguna vez dijo que Dios hizo con su vida una maravilla.
O la de Roger Martínez, el colombiano que recibió de Juanfer Quintero, siempre crack, y volvió a pescar. Porque como dijo él, en una noche Pedro no pescó nada, y al otro día hizo la mayor pesca de su vida. Roger no desistió, lo intentó una vez más y fue una de las grandes figuras del triunfazo albiceleste.
Costitas volvió a contar en el carril izquierdo con Gabriel Rojas, quien no se cansó de ir al ataque y fue clave, como Gastón Martirena, por la derecha, que coronó su gran actuación con otro remate lleno de fe, para volver a poner orden y sentenciar el 4 a 1.
“Lo de hoy fue sensacional. Yo fui hincha, soy hincha. Después del gol de Paranaense la gente nos alentó. Si estamos unidos, va a ser muy difícil que nos ganen”, indicó en conferencia de prensa Costas, sin mentir, porque el partido lo vivió como un hincha. Activo junto a la línea de cal, alternó conformidad con algunos enojos circunstanciales. Le llenó la cabeza al que le tocaba jugar por ese lado, como Quintero en el primer tiempo, y festejó con sus dirigidos, que lo respaldaron adentro de la cancha cuando más se cuestionaba su continuidad.
Y Costas, que quiere seguir soñando, no duda: “Es mi sueño. Es el sueño que tenemos desde el primer día. Sabemos que Racing necesita lograr algo internacional. Pasaron muchos años y precisamos ese salto de calidad. Racing demostró. Tuvimos algunos bajones, pero el equipo tiene una personalidad bárbara. Nos levantamos, ya lo habíamos hecho contra Boca. En un momento hubo muchas críticas, fue un año muy jodido. Pero este equipo tiene personalidad para levantarse siempre. Estoy contento y orgulloso”.
La gente, después de una semana complicada, no dudó. Volvió a cantar por el título, de la mano de Costas. El sueño es Asunción, pero antes Corinthians, "un rival muy duro con un gran técnico".
"Hay que soñar con la Copa. No sé si somos candidatos, pero soñamos con ganarla. Si estamos unidos vamos a estar más cerca”, concluyó el DT de 61 años, el que estuvo en los peores momentos del club y sueña con escribir uno de los mejores.