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¿Por qué el Once Caldas puede ser campeón de Conmebol Sudamericana?

El nombre del Once Caldas vuelve a sonar fuerte en el continente. El equipo manizaleño se ha ganado a pulso un lugar entre los aspirantes al título de la Conmebol Sudamericana y, aunque muchos no lo tenían en el radar, sus números y su presente lo ponen como un serio candidato. Con un Palogrande convertido en fortaleza, un goleador histórico inspirado y el recuerdo de que ya supo coronarse en América, los argumentos sobran.

Palogrande como fortaleza

La casa ha sido decisiva. Once Caldas ganó cinco de los seis partidos que disputó como local, incluida la llave frente a Millonarios en la fase preliminar y triunfos ante Unión Española, GV San José, San Antonio Bulo Bulo y Huracán en los octavos de final. La única derrota en Manizales fue ante Fluminense, 1-0 con gol de Germán Cano. En el resto de encuentros, el arco se mantuvo seguro: apenas los brasileños y San José de Bolivia consiguieron marcar en el Palogrande.

Resultados también fuera de casa

El Once no se ha limitado a defender su localía. Supo imponerse frente a Unión Española y en La Paz contra GV San José, además de golear a Bulo Bulo en Cochabamba. En Buenos Aires selló la clasificación contra Huracán y, más recientemente, dio un golpe de autoridad en Quito al vencer 2-0 a Independiente del Valle en la ida de los cuartos de final. Ese comportamiento competitivo como visitante sostiene la ilusión de llegar más lejos.

El peso de Dayro Moreno

A sus 40 años, Dayro Moreno es la bandera ofensiva. Es el máximo goleador del torneo, con un doblete clave frente a Independiente del Valle, y persigue el récord histórico de tantos en una sola edición. Su vigencia no se limita a las cifras: representa liderazgo, confianza y experiencia en noches internacionales. Su nombre se ha vuelto sinónimo de esperanza para la afición de Manizales.

El carácter del grupo

El técnico Hernán Darío Herrera lo ha repetido: el equipo juega con carácter, con actitud y con sentido de pertenencia. Su mensaje tras el triunfo en Quito: “Hoy jugamos por Colombia” refleja una identidad colectiva que va más allá de las individualidades. Once Caldas se ha mostrado sólido en defensa, práctico en ataque y convencido de que puede competir contra cualquiera.

La memoria de un campeón continental

El club ya sabe lo que es tocar la gloria en el continente. En 2004 levantó la Copa Libertadores frente a Boca Juniors en una de las gestas más recordadas del fútbol colombiano. Esa historia, lejos de ser un simple recuerdo, funciona como impulso para un grupo que se sabe capaz de repetir una proeza.

Once Caldas aún debe cerrar la serie de cuartos de final en el Palogrande contra Independiente del Valle. Allí estará el punto de quiebre: sostener su solidez en casa, respaldar la racha de Dayro y mantener la disciplina táctica que lo ha traído hasta aquí. Si logra confirmar lo que ya mostró en la ida, el camino hacia una nueva final internacional dejará de ser un sueño para convertirse en una posibilidad concreta.