La derrota por penales ante Independiente del Valle, eliminó a Once Caldas en los cuartos de final de Conmebol Sudamericana. "Nos confiamos", reconoció el técnico Hernán Darío Herrera.
El equipo más goleador de la Copa con 22 tantos en nueve partidos se enfrío. Apenas tuvo dos remates al arco en la vuelta de los cuartos de final en Manizales. Cifra que sorprendió porque el máximo artillero, Dayro Moreno, le pertenece.
La valentía que lo trajo hasta acá de visitante y de local se extrañó. Cedió la pelota, fue tímido en ataque, liviano para presionar y flojo en defensa. Demasiada ventaja en una instancia que suele ser cruel si hay siestas.
En menos de una hora se le escapó el 0-2 que trajo de Quito. Nunca tuvo reacción para el descuento que lo clasificaba a las semifinales. A Dayro Moreno no le llegó la pelota. Tampoco disparó al arco y perdió sus duelos.
"Desafortunadamente hoy no fue nuestro gran partido, no fue el que queríamos realizar. De pronto nos confiamos, la verdad nos confiamos de este equipo y no desarrollamos todo lo que nosotros tenemos y hay que darle gracias al equipo porque hizo un gran torneo", dijo el DT Herrera.
Lo sacaron en los penales. Dolió porque encontró simpatía en todo el país. Dayro, de 10 tantos, fue más determinante en su evaluación.
“Es un fracaso la verdad, desilusión, tristeza por toda esta gente que nos vino a apoyar, con toda la hinchada del Once Caldas y toda Colombia que estaba a favor de nosotros. Entramos un poco desconcentrados y nos cobraron, esto es el fútbol, así que al que está desconcentrado le cobran”, explicó.
Once Caldas traicionó su idea atrevida. Desperdició a un goleador inoxidable. Lección para tener en cuenta.
