Catorce años después de su última participación, el capitán regresa con hambre de gloria, en lo que podría ser su último gran torneo regional con la tricolor
Keylor Navas ha jugado Mundiales, Champions League, Supercopas de Europa y finales de Copa del Rey. Ha sido figura en el Real Madrid, el PSG y, recientemente, en Newell’s Old Boys.
Sin embargo, hay algo diferente en esta Copa Oro 2025. Algo más íntimo. Algo que lo conecta de nuevo con su país. Por eso, el portero costarricense vive este torneo regional como el más especial de su carrera.
No jugaba una Copa Oro desde 2011. Han pasado 14 años desde aquella última aparición en el torneo de la Concacaf. Desde entonces, su nombre se convirtió en sinónimo de orgullo nacional, pero también de ausencias. Las lesiones, los calendarios europeos y las decisiones personales lo alejaron del campeonato que la Tricolor nunca ha podido ganar.
El 2025 marca un cambio. Keylor no solo regresó, también lo hizo como capitán y referente absoluto. Después de su sorpresivo retiro de la selección nacional tras Qatar 2022, muchos creyeron que ya no volvería. Sin embargo, su amor por la camiseta pudo más. Hoy, lidera al equipo con una madurez distinta, sabiendo que estos podrían ser sus últimos cartuchos con La Sele.
“Volver con esta motivación, con la ilusión renovada… es algo que solo esta camiseta me puede dar”, ha dicho en varias ocasiones desde su regreso. Su compromiso ha sido tal, que ha estado presente en todas las convocatorias desde que anunció su vuelta, incluso en amistosos y eliminatorias ante rivales de menor renombre, algo que antes faltaba.
La temporada que firmó con Newell’s Old Boys de Argentina ha sido clave en este resurgir. Lejos de los focos de Europa, pero en un entorno competitivo y exigente, Keylor volvió a mostrar su nivel. Sus actuaciones han sido tan sólidas que clubes como el Levante español han mostrado interés en ficharlo para el segundo semestre del año.
Más allá de lo deportivo, hay una lectura emocional: esta Copa Oro puede ser la última gran oportunidad de Navas para dejar una huella regional con Costa Rica. Ha ganado títulos continentales con sus clubes, pero nunca ha podido levantar un trofeo con la Tricolor. Sabe que el tiempo no perdona y que las oportunidades se acaban.
Miguel Herrera, su nuevo técnico, lo ha definido como “el líder silencioso que predica con el ejemplo”, y para un grupo joven que mezcla promesas con veteranos, la presencia de Keylor es clave.
Así, entre la nostalgia del pasado y la urgencia del presente, Keylor Navas se enfrenta a una Copa Oro cargada de simbolismo. Por el largo tiempo ausente, por su rol como capitán, por lo que representa su regreso… y porque sabe que esta vez, más que nunca, todo puede ser la última vez.