Al igual que muchos de nosotros, es probable que se hagan esta pregunta: ¿Qué demonios pasa en el Barcelona?
En 2018, el club se ufanaba de estar a punto de convertirse en el primer club de la historia del fútbol en generar $1,000 millones en ingresos anuales. Adelantamos la película hasta hace un año y Lionel Messi, el jugador más grande de todos los tiempos, se vio obligado (en medio de las lágrimas) de salir del club, todo porque ya no podían costear su sueldo. Adelantamos hasta hace un mes y el presidente barcelonista Joan Laporta describía al club como un "muerto clínico". Adelantamos hasta hoy, y el Barça acaba de anunciar los fichajes de Franck Kessie, Andreas Christensen, Raphinha y Robert Lewandowski.
Mi colega de ESPN Sid Lowe explicó la situación en detalle la semana pasada; aunque aquí tienen un resumen: Básicamente, LaLiga tiene un tope de gastos definido por la diferencia entre los ingresos de un equipo y la suma de costos de plantilla y repagos de deuda. En vista de esos sueños de ingresos multimillonarios, raras veces se oía hablar de dicho tope aplicado al Barcelona. Gastaron a lo loco en fichajes, y mucho más en sueldos de futbolistas cuando todo les sonreía... y después, llegó la pandemia.
La mayoría de las fuentes de ingresos del Barça se cerraron y no contaban con el colchón de un millonario benevolente, ya que el club es propiedad de sus socios. De repente, tenían muchos menos ingresos para compensar su masa salarial y deudas por fichajes, razón por la cual desapareció su tope de gastos.
Una buena cantidad de trucos de contabilidad les permitieron fichar jugadores en enero. Posteriormente, los flamantes fichajes de este verano fueron teóricamente financiados por lo que Laporta ha denominado como "palancas económicas": la venta de una importante porción de ingresos futuros por transmisiones televisivas y el mecanismo de branding y licencias comerciales del club.
Independientemente de lo que se pueda pensar sobre esta decisión, es tremendamente miope: vender el futuro para poder ganar ya, esperando que ojalá aumenten sus ingresos, al punto de que esos pagos futuros no duelan tanto.
Otra opción habría sido no tirar de las palancas, no fichar jugadores, tragar la medicina, jugar con los chavales y a ver qué pasa. Y bueno, esa siempre ha sido una opción para el Barcelona. Así que, considerando que precisamente fue una estrategia arriesgada de fichajes lo que los llevó a este punto y que Laporta parece creer que esa es la única forma de salir del marasmo, tengo un par de preguntas: ¿Qué habría pasado si el Barcelona no hubiese fichado a nadie? ¿Les habría ido tan mal?
2015-16
Empezaremos en este momento: el Barcelona acaba de ganar prácticamente todos los trofeos imaginables haciendo lo inimaginable: armar un equipo legítimamente capaz de rivalizar con los grandes planteles culés de Pep Guardiola. Las figuras Messi y Luis Suarez tiene 28 años, justo en la cúspide de sus carreras, mientras que Neymar tiene sólo 23 años, siendo capaz de aportar al que quizás sea el mejor tridente ofensivo de la historia del fútbol moderno, como ancla del tridente que surgiría tras el declive de los dos primeros.
En el mediocampo, Sergio Busquets tiene 27 años e Ivan Rakitic, 26. El tercer puesto del mediocampo podía recaer en Xavi Hernandez (35) o Andres Iniesta (31). Eventualmente habrá que definir el dueño de ese puesto; sin embargo, Rafinha (21 años) y Sergi Roberto (22) esperan pacientemente, junto con cualquier estrella adolescente que sea el próximo egresado de La Masía. En la defensa, se podría argumentar que Jordi Alba es el mejor lateral izquierdo del mundo con 26 años, mientras que Dani Alves opera del otro lado de la cancha con 32. En el puesto de central, tenemos a un Gerard Pique (28) en su mejor nivel y Javier Mascherano (30) ya se hace muy mayor. Obviamente, los centrales tienden a envejecer un poco mejor que los jugadores de otras posiciones; por su parte, Roberto (o Martin Montoya) podrían convertirse en el lateral derecho del futuro. Marc Bartra es un central interesante y prometedor. Thomas Vermaelen (si puede mantenerse sano) tiene 29. Ah, también estamos a punto de asegurar un decenio de buenas actuaciones en la portería con Marc-Andre ter Stegen (23) a punto de recibir el testigo de manos de Claudio Bravo.
Este es apenas un experimento mental, así que podemos crear nuestro mecanismo para imaginar por qué ocurriría esto. De todos modos, digamos que por alguna razón el entonces presidente del club Josep María Bartomau decide que es hora de concentrarse en los talentos presentes en casa. Estás en la cima del mundo, tienes a Messi, al heredero de Messi como lo es Neymar y una cantera famosa por su formación de figuras. En vez de perseguir el mercado de fichajes, se decide utilizar el dinero ahorrado para llevar la cantera a otro nivel, o cuidar tu plantilla actual, o pagarse a sí mismos, etcétera. De todos modos, se decide no fichar jugadores del primer equipo al menos durante los próximos siete años.
Con eso en mente, es probable que no permitas que Pedro se vaya al Chelsea o Herard Deulofeu fiche por el Everton; aunque es probable que, de todos modos, Xavi se vaya a Arabia Saudita. Aunque tampoco se invierte la cifra total de $56.1 millones para fichar a Aleix Vidal y Arda Turan, que no hicieron aportes significativos al club. Entonces, sin hacer fichajes, el Barcelona terminaría en la misma posición en la que acabaron la campaña 2015-16: campeones de LaLiga por cómodo margen y grandes favoritos en la Champions League.
2016-17
Es aquí cuando todo parece empezar a irse abajo. Según los datos de per Transfermarkt, el Barcelona invirtió un total de $137.23 millones en los siguientes jugadores:
- Andre Gomes: $40.7 millones, proveniente del Valencia
- Paco Alcacer: $33 millones, proveniente del Valencia
- Samuel Umtiti: $27.5 millones, proveniente del Lyon
- Lucas Digne: $18.15 millones, proveniente del Paris Saint-Germain
- Jasper Cillessen: $14.3 millones, proveniente del Ajax Amsterdam
- Denis Suarez: $3.58 millones, proveniente del Villarreal
Ninguno de estos jugadores sumó 25 partidos de LaLiga en una misma temporada con el club y solo uno de ellos (Umtiti, que tiene 17 partidos como titular en LaLiga en los últimos tres años) sigue en el Barça. Entonces, reiteramos que no se habría afectado el nivel competitivo del club si no se hubiesen hecho estos fichajes. Sin esos gastos, no se traspasa a Bartra al Borussia Dortmund y quizás se mantenga a Alves y Montoya en nómina, en vez de dejarles partir a cambio de nada.
Umtiti se convirtió inmediatamente en titular. De todos modos, se sumarían sus minutos con una combinación de Bartra, Mascherano y Jeremy Mathieu. El resto de los jugadores formaron parte del plantel, y tenemos a Pedro, Deulofeu, Cristian Tello (que terminó cedido a la Fiorentina), Alves, Rafinha y Montoya para llenar esos cupos. Con todos esos fichajes, el Barça quedó segundo en LaLiga: algo desafortunado, ya que su diferencia de goles superó en 14 al Real Madrid, dueño del primer puesto. Sin esos fichajes, el Barça no dejaba de tener probabilidades de ganar LaLiga y llegar lejos en la Champions League.
2017-18
Aquí es donde todo se complica: la determinación del Barça se someterá a una dura prueba. El PSG logró pagar la cláusula de rescisión de Neymar que se suponía impagable. De repente, el Barcelona tiene $264 millones en las manos. Pero decides que, incluso si llegas a gastar todo ese dinero, no lograrías acercarte a una verdadera relación precio-valor porque súbitamente: A) tienes un vacío inmenso en tu ataque; y B) un montón de dinero para llenarlo.
Por el contrario, utilizas parte de ese dinero para aumentar los sueldos de la actual plantilla (¿existe otra forma de mantener contentos a Messi y Suárez?), otra parte para convencer a Luis Enrique para que siga en la dirección técnica, e inviertes mucho más en La Masía y el creciente Barcelona Innovation Hub. Esas inversiones se destinan a encontrar nuevas formas de jugar, desarrollar talentos y mantener sanos a tus jugadores. Cuando no se juega al mercado de fichajes, puedes dedicar todos tus recursos a conseguir ventajas competitivas en otros lados.
Te quedas con Mascherano. Tampoco cedes a Rafinha al Inter, porque se convierte en parte cada vez más valiosa de la plantilla. No se pagan $13.2 millones al Everton para recuperar a Deulofeu porque sigue en el equipo y no se falla con los $300 millones gastados para fichar a Ousmane Dembele y Philippe Coutinho. Tampoco se contratan a Paulinho, Nelson Semedo o Yerry Mina.
Por supuesto que ninguno de estos jugadores se convierte en titular confiable con el primer equipo. Los nueve futbolistas con más tiempo de juego para esta temporada ya estaban con el equipo cuando alzó el trofeo de Champions, así que nada cambia en nuestro mundo hipotético. Es probable que Pedro o Deulofeu ya sean titulares en la delantera, lo que representa una… eh... "ligera" disminución de nivel con respecto a Neymar. Sin embargo, a medida que se les permite a jóvenes de la talla de Roberto, Bartra y Rafinha sumar más minutos, quizás uno de ellos logra madurar más rápido de lo que lo hicieron en la vida real. E incluso si no lo hacen, su nivel no llega a ser inferior al mostrado por Digne, Gomes, Semedo o Paulinho.
Al Barça le iría peor esta temporada sin los aportes menores de Dembélé y Coutinho; no obstante, ganaron LaLiga por margen de 14 puntos. Es probable que hayan ganado el torneo de Primera División de todos modos, y ninguno de esos fichajes hizo mucho en la campaña que los llevó a jugar semifinales de Champions.
2018-19
Aquí es donde quizás comienza a hacerse sentir la carencia de fichajes en el primer equipo, pero al mismo tiempo, el núcleo no ha cambiado en absoluto. Los ocho jugadores con más minutos siguen siendo los remanentes de aquella plantilla que ganó la Champions. Iniesta parte rumbo a Japón en este mundo alternativo; sin embargo, nueve de los jugadores que salieron de forma permanente o cedidos esta temporada (Mina, Denis Suárez, Marlon, Digne, Gomes, Alcacer, Aleix Vidal, Emerson Royal y Paulinho) no habrían estado en el equipo porque, en primer lugar, no habrían sido fichados. Tampoco habríamos dejado que Deulofeu se hubiera ido al Watford porque aportaba sólida profundidad (con un promedio superior a 0.5 goles + asistencias por cada 90 minutos a lo largo de su trayectoria profesional).
También habríamos evitado gastar un total de $155.2 millones en Malcom, Clement Lenglet, Arthur, Arturo Vidal, Emerson, Kevin-Prince Boateng, Jeison Murillo y Jean-Clair Todibo. Ninguno de ellos sigue en el Barça.
En este caso, la gran debilidad habría sido el tercer puesto de atacante, la tercera plaza del mediocampo y el central que juega al lado de Piqué. Considerando que Coutinho y Dembélé apenas sumaron 13 goles y siete asistencias, se le podría acercar alguna combinación entre Deulofeu y Pedro. De hecho, así ocurrió con otros equipos, sumando 18 goles y siete asistencias en una Premier League de nivel significativamente mayor en 2018-19. En el mediocampo junto a Rakitic y Busquets, juntaríamos algunos minutos de Roberto con algo de tiempo para Rafinha y canteranos de la figura de Carles Alena y Riqui Puig. En el puesto de central, es probable que en mayor medida confiemos en Bartra y le demos cierto tiempo a un Mascherano que envejece, Mathieu y Vermaelen. En el peor de los casos, Bartra es el mismo central de nivel promedio para LaLiga que jugó fuera el Barcelona. En vez de ceder al lateral izquierdo Marc Cucurella, le damos minutos como suplente de Alba.
Ese equipo teórico no se acerca a la final de Champions League como sí lo hicieron en la realidad. A pesar de ello, el Barça fue campeón de LaLiga por 11 puntos y esta versión hipotética no es 11 puntos peor que la real.
2019-20
Frenkie DeJong no llega este verano… y tampoco lo hace Antoine Griezmann. Sin embargo, la ausencia más importante sería la de Pedri. Podríamos ir en cualquier dirección con él (¿se le puede considerar como fichaje del primer equipo si fue inmediatamente cedido por un año?); sin embargo, nuestro equipo teórico sería mejor si les dejamos tener al mejor fichaje de la última década, por lo que negamos su tentativo fichaje, al igual que las contrataciones de Martin Braithwaite, Neto, Junior Firpo y otros tantos. Esto totaliza $328.4 millones invertidos en pases.
Nuevamente, prácticamente no ocurrirían bajas porque hablamos de jugadores que nunca habrían llegado en un principio: Malcom, Cilessen, Gomes, Alcacer y Denis Suárez. Coutinho no iría cedido al Bayern Munich porque nunca habría jugado con el Barça; pero nos aferramos a Alena, Cucurella y Rafinha en vez de cederlos.
Griezmann solo marcó nueve goles y registró nueve asistencias. Nuevamente, se trata de una producción que nuestro combo de Pedro y Deulofeu debería poder replicar, si no superar. Asimismo, el joven de 16 años Ansu Fati jugó más de 1.000 minutos esta temporada, por lo que también lo integramos en este plantel teórico.
Messi sigue siendo Messi, pero Suárez sufre el mismo problema que el resto del núcleo: envejece. A este punto Messi, Suárez, Piqué, Busquets, Rakitic y Alba superan ampliamente los 30 años. La mayoría de ellos ya no puede jugar tantos minutos, por lo que la falta de profundidad a alto nivel comienza a ejercer presión. Alena, Puig y Rafinha deberán jugar más en el mediocampo; aunque quizás Rafinha se haya desarrollado hasta alcanzar nivel de titular con tiempo de juego constante. ¿Quizás uno de los otros dos logre igualarlo en el futuro?
También tenemos a Roberto para sumar minutos en el mediocampo; sin embargo, pasa la mayor parte del tiempo jugando como lateral derecho, ya que Dani Alves ahora tiene 35 años; por eso, diremos que finamente decidió volver a Brasil (tal como ocurrió en la vida real). Cucurella es capaz de suplir a Alba como lateral izquierdo, mientras que se depende mucho de la salud de Piqué y Bartra en la defensa central; con Mascherano retirado y Mathieu y Vermaelen se mantienen con el equipo a sus 35 y 33 años, respectivamente. Sin la llegada de Ronald Araujo proveniente de Boston River en 2018, esta posición podría traer problemas.
El Barça estuvo inmerso en una reñida pelea con el Real Madrid esta temporada; aunque tuvieron ventaja de 12 puntos sobre el Atletico Madrid, dueño del tercer puesto. Por ende, diremos que esta versión termina en un distante segundo lugar, sin reales probabilidades de ganar la Champions, excepto si queda en una llave realmente accesible.
2020-21
Considerando que el equipo ha sido gestionado de forma tan prudente, Suárez seguirá con el Barça en vez de fichar por el Atleti en el verano de 2020. Tampoco dejaremos ir a Cucurella, que ahora parece ser el heredero de Alba por la izquierda; ni a Rafinha o Alena, capaces de aportar valiosos minutos como suplente de Rakitic, a quien también mantendremos porque puede jugar de forma limitada.
Con unos años de cubrir brechas ya en el pasado, el nuevo tridente ofensivo es conformado por Ansu Fati, Messi y Suárez, con Pedro y Deulofeu sumando minutos como suplentes. En el mediocampo, no están Pedri ni De Jong, pero Busquets sigue siendo titular en la mayoría de los partidos. Los otros dos roles están cubiertos por alguna combinación conformada por Roberto, Rafinha, Alena, Puig, Rakitic y el joven de 17 años Ilaix Moriba, que parecía ser todo un fenómeno cuando jugó brevemente con el Barça en 2021.
A la zaga sigue presente Piqué, al igual que Bartra; sin embargo, ahora cuentan con apoyo tras la llegada de Oscar Mingueza, un central suplente de calidad o que puede servir como lateral izquierdo sustituto de Roberto (Sergiño Dest no es jugador del Barça en este mundo). Y por la banda izquierda, está la dupla de Alba y Cucurella. Probablemente, uno de ellos suma minutos en otro lado de la formación para cubrir algunos baches.
Suárez marcó 21 goles con el Atlético de Madrid esta temporada. Solo otro jugador sumó dígitos dobles (Marcos Llorente, 12). Los colchoneros fueron campeones de LaLiga con dos puntos de ventaja sobre el Real Madrid y a siete del Barça. Si colocamos a Suárez en esta versión del Barça y a Griezmann de vuelta al Atleti (ya que el Barça nunca lo fichó en este escenario), no creo que el plantel del "Cholo" Simeone fuera capaz de ganar LaLiga y probablemente haya quedado cerca de un lance de moneda entre Madrid y Barça. En otras palabras: les habría ido mejor que en la vida real.
2021-22
Lo más importante en este caso es lo obvio: Messi no se va del Barça porque el tope de gastos de LaLiga no importa, debido a que el Barcelona no acumuló deudas sustanciales por fichajes.
#FCBarcelona debt has largely been used to fund the purchase of new players with €1.2 bln spent on transfers in the 5 years up to 2021, which was only surpassed by Juventus, though was more than big spending #MCFC and #CFC. pic.twitter.com/nWuBUZRaSM
— Swiss Ramble (@SwissRamble) July 18, 2022
Ni Memphis Depay, ni Luuk De Jong, ni Adama Traore, ni Pierre-Emerick Aubameyang, ni Eric Garcia ni Ferran Torres son jugadores del Barça. Sin embargo, Messi se queda, Suárez sigue haciendo de las suyas y Pedro y Deulofeu siguen acumulando minutos. Moriba asume un rol mucho mayor, al igual que Gavi y Nico Gonzalez, que acumulan una cantidad significativa de tiempo de juego en las primeras temporadas de sus respectivas carreras. Busquets sigue a la base del mediocampo sin nadie capaz de acercarse a su nivel, aunque cuentan con múltiples opciones para los dos puestos del mediocampo frente a él. Y a la defensiva, Mingueza brilla al lado de Pique, mientras que Bartra aporta profundidad. Roberto es el lateral derecho a tiempo completo, mientras que Cucurella y Alba suman minutos por la izquierda. Como siempre, Ter Stegen defiende el arco.
¿Este equipo fue campeón de LaLiga en el torneo pasado? No, aunque es probable que no haya corrido peligro de quedar por fuera de los cuatro mejores de la tabla y la nómina estaría llena de talento joven, que ya ha cobrado mucha experiencia valiosa con el equipo absoluto. No tendrían problemas financieros (de hecho, estarían en el extremo opuesto) y el club seguiría contando con sus ingresos futuros por derechos de televisión y comercialización.
A partir de 2015, el Barcelona gastó en fichajes hasta quedar prácticamente arruinado, todo con la finalidad de ganar tres trofeos importantes. ¿Y si no lo hubieran hecho? Quizás habrían alzado la misma cantidad de trofeos.