BARCELONA -- Robert Lewandowski remató tres veces pero sumó su segunda actuación como futbolista del Barcelona sin anotar en el empate entre el equipo de Xavi Hernández y la Juventus en Dallas.
No existe, sin embargo, ni un atisbo de duda de lo que puede y debe ofrecer el delantero polaco en su aventura azulgrana.
Le avalan sus estratosféricos números en el Bayer Munich (344 goles en 375 partidos) que son la mejor carta de presentación de un jugador que, cerca de los 34 años, mantiene una forma física magnífica.
Curiosamente el delantero será presentado oficialmente en el Spotify Camp Nou el próximo 5 de agosto, dos días antes de la presentación del equipo azulgrana ante su afición con la disputa del Trofeo Joan Gamper ante el Pumas mexicano y coincidiendo, un año después, con el mismo día que Lionel Messi, entre lágrimas, se despidió del club tras conocer que Joan Laporta había decidido no renovar su contrato.
Esperando a concretar el fichaje de Jules Koundé y sin descartar tampoco las incorporaciones de César Azpilicueta y/o Marcos Alonso, el Barça ha cambiado absolutamente de cara respecto al de hace un año y ha abandonado la depresión que siguió a la salida del crack argentino con un nuevo e ilusionante proyecto, en el que recupera definitivamente la figura del 9 clásico que abandonó con la marcha, despido, de Luis Suarez en el verano de 2020.
Es Lewandowski una suerte de piedra filosofal en el nuevo proyecto azulgrana. Anotador implacable, Bota de Oro las dos últimas temporadas y que se despidió del Bayern con una media de 1.09 goles por partido en su último curso, el polaco no es simplemente un futbolista descomunal, sino más aún un deportista que ha sabido labrarse un personaje mediático que le reporta excelentes réditos más allá del terreno de juego.
El Barcelona ha fichado a un jugador que está entre los cinco futbolistas del mundo con mayores ingresos de acuerdo con la lista de la revista Forbes, es imagen de varias marcas comerciales y tiene, personalmente, una marca de café y chocolate bajo en azúcar.
En su hábitat natural, el césped, la figura de Lewa no ofrece dudas. "Me siento bien, muy bien”, reveló en la previa del amistoso contra la Juve. "La última vez que me hice un test resultó que mi cuerpo es más joven de lo que dice mi edad y no me planteo aún cuántos años más podré seguir en la élite”, significó, mostrándose convencido de rendir a plena satisfacción durante las cuatro temporadas que firmó de contrato.
Cuatro temporadas en las que confía la hinchada azulgrana su figura se asemeje más a la de Luis Suárez que a la de Zlatan Ibrahimovic, otra estrella indiscutible y cuyo paso por el Camp Nou resultó un sonoro fracaso.
REGRESO AL PASADO
Precisamente este miércoles se cumplen 13 años del fichaje de Ibra por el Barça. El delantero sueco, que a sus 41 años y aun estando lesionado ha renovado su contrato con el AC Milan, llegó al Camp Nou como flamante sustituto de Samuel Eto'o, a quien Pep Guardiola condenó a pesar de su papel excepcional en la temporada 2008-09 y llamado a convertirse en la referencia del ataque junto a Messi.
Conocido es que la apuesta por Zlatan acabó siendo un fiasco y que a partir de su marcha apenas doce meses después de su llegada Guardiola decidió retocar el sistema de juego, abandonando la presencia de un delantero centro propiamente dicho y adaptando el ataque de su equipo al liderazgo de Messi.
Así pasaron David Villa o Alexis Sánchez por el Barça, alejados del centro del ataque, que no tuvo un dueño claro durante cuatro temporadas en una situación que siendo inédita se llegó a normalizar...
Hasta que durante el Mundial de Brasil se anunció el fichaje de Suárez, quien se sumó a Leo y Neymar en un tridente de lujo, mágico y legendario, en el que el uruguayo (que el martes oficializó su fichaje por Nacional de Montevideo) recuperó esa figura histórica de un verdadero killer de área que en seis temporadas anotó 198 goles.
Desde la marcha de Suárez el equipo azulgrana no ha tenido en la plantilla un delantero centro indiscutible y determinante. Utilizado como recurso Luuk de Jong durante el último curso, en el anterior Messi, en cierta manera, volvió a ser ese '9 falso' acompañado de Antoine Griezmann y Ousmane Dembélé, con Martin Braithwaite en la recámara y a la espera de volver al pasado... Que personaliza sin discusión ahora Lewandowski.
Autor de 344 goles en 375 goles con el Bayern Munich, los números y estadísticas del polaco son soberbios. Ha cerrado las siete últimas temporadas superando los 40 goles y acumula once consecutivas marcando al menos 25, lo que da idea de que la apuesta del Barça por él es un indiscutible retorno a tiempos pasados, con un '9' de primera categoría.