BARCELONA -- Gerard Piqué, desaparecido de las alineaciones del Barcelona, ha perdido todo su protagonismo deportivo, pero no abandona el primer plano de la actualidad.
A su separación tumultuosa con la cantante Shakira, y un mes después de comenzar la temporada, en la que apenas ha participado, se suma ahora la publicación de la renovación de contrato que firmó en 2018, apenas dos meses después de Lionel Messi, que le aseguró unos ingresos totales de 142 millones de euros brutos durante cinco temporadas, 28.4 por curso y que en 2021, tras la marcha del astro argentino, lo debían convertir en el futbolista mejor pagado de la plantilla azulgrana...
Pero ese contrato fue retocado, y prolongado por dos temporadas, en octubre de 2020 por la pandemia del coronavirus y si bien rebajó sus emolumentos en el curso 2020-21, lo aumentó considerablemente en los siguientes, con un salario final establecido, en la campaña 2023-24, superior a los 40.8 millones de euros.
Las cifras, observadas en los contratos publicados por el diario El Mundo, le garantizaban cerca de 15 millones de euros netos por temporada entre 2017 y 2022, producto de su exigencia durante las conversaciones con el entonces presidente del club azulgrana, Josep Maria Bartomeu, para ser el central mejor pagado del mundo y, especialmente, por encima de Sergio Ramos, que en aquel momento tenía un salario de 12 millones netos en el Real Madrid.
Un día después de revelarse las negociaciones que mantuvo Messi con la antigua directiva del Barça y que provocó la indignación de la actual junta de Laporta por entender que se trató de una filtración interesada, salieron a la luz las condiciones que arrancó Piqué a Bartomeu entre las que se incluían diversos bonus vinculados a la consecución de objetivos, y premios especiales y de fidelidad, además de un pago extra por derechos de imagen.
RENOVACIÓN 'DIFERIDA'
En octubre de 2020, en plena pandemia por el coronavirus y por sorpresa, Piqué, junto a Marc-Andre ter Stegen, De Jong y Clement Lenglet, firmó una renovación al margen de la plantilla prolongando por dos temporadas más, hasta 2024, su contrato.
Aquello sucedió dos meses después de la terrible eliminación a manos del Bayern Munich en Lisboa, donde sufrió la peor goleada de su historia en competición europea y tras la que, en el propio estadio portugués, el central catalán se ofreciera públicamente en irse "si es necesario" si el club entendía que no debía seguir en el equipo.
La renovación, con cambio de las condiciones contractuales, le aseguraban 18 millones de euros brutos en la temporada 2020-21; 27.7, en la 2021-22; 29.5 en la 2022-23 y 40.80 en la última, la 2023-24, producto de un rebaja inicial que posteriormente debía ir recuperando.
Todo ello se firmó semanas antes de la renuncia de Bartomeu y sigue en vigor a pesar de que la directiva de Joan Laporta intentó en diversas ocasiones negociar con Piqué una rebaja de salario que en agosto, cuando el club expresó sus dudas respecto a la validez de aquellos contratos firmados por la anterior directiva, se creyó encaminada, sin que se llegara finalmente a un acuerdo con el jugador.