BARCELONA -- El Barcelona cerró el mercado de invierno sin hacer ningún fichaje con el que reforzar la plantilla de Xavi. A las salidas de Memphis Depay y Héctor Bellerín (al margen de la retirada anterior de Gerard Piqué) respondió solamente con la inscripción de Gavi como futbolista del primer equipo y se quedó, por primera vez en mucho tiempo, con hasta seis dorsales libres (2, 3, 12, 14, 16 y 25).
"Estoy contento con la plantilla que tenemos" repite, sin embargo, Xavi Hernández, alineado con el discurso oficial del club y convencido, en consonancia también con la dirección deportiva, de tener un núcleo duro, una base, de primer nivel y a partir de la que construir un proyecto de futuro de máximas garantías con las que volver a codearse con los grandes de Europa.
Tiene el Barça ocupadas dos plazas clave (portero y goleador) con jugadores indiscutibles como son Ter Stegen y Lewandowski. El recorrido del alemán, 30 años, se aventura aún a largo plazo mientras que en los despachos del Camp Nou se tiene conciencia de la necesidad, no urgente pero sí obvia, de ir buscando un heredero para el polaco (34 años).
Al margen de ellos, y en una posición menos clara de la que pudiera pensarse, sigue Frenkie de Jong, mediocampista indiscutible desde un punto de vista deportivo pero cuyo salario perjudica el fair play financiero del club y cuya hipotética venta aliviaría no poco la situación general del club.
De esta manera, en el vestuario van sumándose futbolistas cuya trascendencia se sostiene innegociable en el futuro de la plantilla y alrededor de los que debe construirse esa nueva era. Se sostiene en una defensa que ha adquirido mucha solvencia y un centro del campo con piezas de relumbrón. Y se completa, aunque no del todo, con un ataque mejorado en el que confiar.
Hay jugadores como Dembélé, Ferran o Raphinha que motivan desconcierto en cuanto a conocer con certeza lo que les aguarda el futuro en el Barça. Oficialmente el club les tiene en consideración indiscutible con vistas al futuro, internamente no se apostaría por ello. Siendo importantes no son innegociables.
Sí se espera una permanencia a largo plazo de Christensen, cuyo rendimiento ha acabado sorprendiendo a más de uno, aunque no entraría en el paquete de intransferibles al cien por cien, como ocurre con, más aún, Kessié. Busquets y Jordi Alba son los veteranos con más pasado, y gloria, que futuro y es difícil adivinar si Marcos Alonso acabará cumpliendo todo su contrato...
Así, al margen de todos ellos, estos son, deberían ser, los otros nombres sobre los que se edificará el Barça de la nueva era.
EL PRESENTE
Casi nadie sabía de él cuando llegó para reforzar el filial en el verano de 2018. Una apuesta de 1,7 millones de euros procedente de un club de segunda fila en Uruguay, un central sin los conocimientos básicos del juego del Barça, con todo por aprender y del que muchos dudaban... Hoy es imprescindible, sin haber cumplido los 24 años ya tiene una cláusula de mil millones y está considerado entre los mejores centrales del mundo, pudiendo, también, jugar de lateral.
"Es el nuevo Dani Alves" se refirió a él hace pocas semanas un destacado ejecutivo del club. No se refería tanto a su posición en el campo como al impacto que ha tenido y trascendencia que debe mantener en el equipo. Central de una categoría enorme, también puede jugar como lateral derecho a pleno rendimiento y los 50 millones que pagó el Barça por él se adivinan una operación excelente.
Paciencia es la palabra que más se repite al referirse al central catalán, cuyo orden táctico y lectura del juego es sobresaliente y del que se espera una mayor contundencia en facetas defensivas. Con un calidad excelente con el balón, buena distribución y gran sentido de la colocación, en el club mantienen que a pesar de la competencia existente, Èric es un elemento indiscutible a largo plazo.
Sorprendente por su eclosión e impacto meses después de que tuviera un primer contacto con el equipo profesional menos positivo, el joven lateral zurdo (o mejor dicho carrilero) de 19 años es ya una auténtica realidad. Hasta el punto de ganarle la competencia a Jordi Alba y Marcos Alonso. Tiene detalles por pulir y aspectos a mejorar, pero su papel en los esquemas futuros del Barça está fuera de toda discusión.
Renovado a toda prisa en septiembre, con apenas 18 años ya tiene la innegociable condición de crack en la plantilla a pesar de sumar apenas 75 partidos oficiales con el primer equipo. Calidad, ambición, intensidad, remate, visión. Siendo un jugador a seguir en el filial, Ronald Koeman apostó sin dudarlo por él contra toda lógica... Y Xavi ha sabido agradecer el regalo de contar con una estrella en ciernes que debe ser capital en el Barça durante la próxima década.
No le quiso en su día el Real Madrid, apostó por él poco después el Barça y se presentó en el Camp Nou sin que nadie pudiera adivinar el futuro que le esperaba. El primer día que habló con Koeman el entrenador neerandés le insinuó la posibilidad de irse cedido... Al tercer entrenamiento se olvidó de sus palabras y en un abrir y cerrar de ojos le convirtió en indiscutible. Y así hasta hoy, cuando con 20 años está considerado entre los más destacados volantes y con mejor futuro del fútbol mundial. Coleccionista de premios, está llamado a formar con Gavi la pareja que en su día representaron Xavi e Iniesta.
Suele ocurrir, afirman en el club, que después de una eclosión soberbia haya jugadores que por algún motivo queden por debajo de las expectativas creadas. No es el caso de Ansu Fati, quien no está al nivel de aquella aparición monumental en el verano de 2020 porque las lesiones, y recuperaciones de dudoso acierto, han mermado físicamente su poderío y explosividad. Mantiene, sin embargo, el ángel en cuanto a su capacidad goleadora y mantiene, también, un juego excelente que le hacen merecedor de toda la confianza por parte del Barça, donde su nombre (por algo lleva el 10) sigue marcado entre ese núcleo destacado.
EL FUTURO
Prácticamente inédito pero trabajando a diario a las órdenes de Xavi, la calidad futbolística del joven mediapunta cántabro (19 años) es muy apreciada por los técnicos del club, que le reclaman, sin embargo, mayor prestancia física y trabajo defensivo. "No se puede comparar con Pedri" se advierte al referirse, más que al juego, al impacto que tuvo el canario a su llegada y que algunos, erroneamente, entendieron que debería haber tenido Pablo Torre, para quien se reclama más paciencia y tranquilidad. No sería descartable, la próxima temporada, una cesión... Pero es un futbolista con el que se cuenta de manera indiscutible para el futuro.
Delantero revoltoso, atrevido, con un cambio de ritmo inesperado y vertical... A eso ha añadido una mayor prestancia física tras su lesión que le mantuvo apartado durante un año de los terrenos de juego que le permite tanto jugar por las bandas como por el centro del ataque. Recién renovado y aún en su último año juvenil, se aprecia especialmente su ansia e intensidad, una cualidad en la que recuerda a Gavi. No es visto como un jugador de titularidad indiscutible... Pero sí como un futbolista de importancia en la plantilla a medio plazo.
Reclutado por Xavi durante la pretemporada, es un mediocentro de escuela Barça indiscutible, sumándole su polivalencia y excelente lectura de los partidos que le llevaron a que el entrenador pensara en él como lateral de urgencia. Tuvo el premio de debutar en la Liga de Campeones (un minuto anecdótico en Plzen) y es uno de los pilares en el filial de Rafa Márquez. Se sabe de la mucha competencia, y dificultad, para hacerse con un puesto en el primer equipo jugando en esta posición, pero se destaca su carácter y capacidad de sacrificio para lograr el objetivo.
Convocado en un partido del primer equipo e indiscutible en el filial, es un central al que se compara con Araújo, aunque tiene, incluso, mejor juego aéreo. "Le falta pulir el juego con los pies" se dice del marroquí, que a sus 19 años es tenido en cuenta para dar el salto, a pesar de los futbolistas que tiene por delante.
PELAYO FERNÁNDEZ
Si Riad es la potencia, Pelayo es la clase. Hijo de un central (Sergio Fernández) que hizo carrera (345 partidos) en Primera División, llegó al Barça en edad juvenil y se ha consolidado (superando una grave lesión que le mantuvo un año apartado de los campos) en el filial de Rafa Márquez, quien desde el primer día le dio la titularidad.
Rápido en el repliegue, de excelente colocación y con un magnífico trato del balón (recuerda a Piqué), tiene un muy destacable juego aereo y puede actuar también de pivote defensivo. Sin haber estado en el escenario mediático, en el club se considera que tiene un gran futuro por delante.
LAMINE YAMAL
Tiene solo 15 años y es considerado la mayor promesa que sube desde el fútbol base azulgrana. En edad cadete ya ha debutado con el equipo juvenil y ha entrenado, incluso, con el primer equipo, si bien Xavi ha dejado claro que es momento "de aprendizaje" y que no tiene intención de hacerle, aún, debutar. Es un delantero imprevisible, brillante con el balón, con un cambio de ritmo explosivo y un atrevimiento fuera de lo común. Es de esos jugadores que en la cantera se cuidan con mayor esmero.
Cedido al Valencia y ahora lesionado, el crecimiento del joven mediocentro durante su etapa en el fútbol base fue tan espectacular que su poco protagonismo en el primer equipo frenó las expectativas. El nombre de Nico (hijo del legendario futbolista del Deportivo Fran) está, sin embargo, marcado en rojo por los técnicos azulgranas, que siguen manteniendo que es un jugador llamado a ser clave en el futuro del club.
ABDE EZZALZOULI
Recurso de urgencia que fichado para el filial tuvo una destacada aparición en el primer equipo la pasada temporada, la llegada de Raphinha le dejó sin sitio en la plantilla, por lo que fue cedido a Osasuna, donde su impacto ha sido muy destacado. Xavi sopesó recuperarlo cuando el Barça traspasó a Memphis al Atlético de Madrid, pero el equipo navarro no aceptó y volverá al Camp Nou al acabar la temporada. Su atrevimiento y calidad en el desborde es muy apreciado por el cuerpo técnico, que le quiere dar un puesto en la plantilla... Aunque en el club hay quienes abogan por un traspaso.